Desde La Choza (Buenos Aires) - Desde que empecé a probar vehículos en Autoblog/Motor1 siempre busco la forma que el uso de los autos sea lo más real posible. ¿Cómo es eso? Manejándolos como lo haría con mi auto particular, con el mismo cuidado y exigencia. Por supuesto, las exigencias cambian cuando hablamos de vehículos que no son como el mío diario: un 4x4, un deportivo, un eléctrico. El otro punto son las fotos. Si el vehículo lo pruebo yo, siempre voy a tratar de no repetir lugares, excepto las fotos de la sección "En el garage", que tienen su lugar característico para todos por igual. Y así nacieron los "tour pueblos y pueblitos", como lo bautizamos con mi mujer Silvia. Arrancamos en el final de la pandemia, cuando nos empezaban a dejar salir de nuevo y aún continúan. El ritual es siempre el mismo: un sólo invitado adicional (casi siempre nuestra amiga Marta), y un destino a unos 200/220 kilómetros de mi casa en Martinez. ¿Por qué esa distancia? Para poder ir y venir en el día, sin tener que pasarme el día ruteando.
Bueno, basta de intro y vamos a lo que vinimos pero antes un par de aclaraciones:
1. No tratamos de hacer una guía exhaustiva de cada lugar. Contamos lo que vemos y vivimos.
2. Si bien hay cierta investigación previa vamos muy "a la suerte" y "a lo que vamos viendo". Nos gusta así.
3. No hay canje por publicidad o lo que sea (y si lo hubiese, lo vamos a contar).
4. Relajen. Es domingo. Viajen con nosotros.
Martínez - Capilla Cañada Arias
Nuestro horario de salida de cabecera suele ser tipo 10:30. ¿Por qué? Porque si el día es lindo, más tarde las autopistas son un caos. Y más temprano no consigo a nadie que me acompañe. Salimos con la matera cargada y algo para picotear. ¿Yo? Mientras manejo, uno de mis vicios son los caramelos Clight de naranja.
El día estaba gris aunque no llovía, pero sí había precipitado la noche anterior. Estamos a bordo del Toyota Corolla 1.8 Hybrid SEG (ver crítica), por lo cual el destino fue elegido sin caminos de tierra, no porque el Corolla no pueda andar por ahí, si no porque no quiero ensuciarlo todo para las fotos.
Suelo hacerle caso a Waze y esta vez fue Panamericana, Camino del Buen Ayre, Acceso Oeste, empalme con la ruta 5 y desvío a la izquierda para tomar la provincial 47 que va para Navarro. Mi mujer ya sabe que mientras voy manejando estoy escaneando todos los alrededores para ver si hay algún spot donde fotografiar el auto en que venimos. Por eso, a unos 10 kilómetros de haber tomado la ruta provincial 47 pongo las balizas. No hace falta que le diga nada, ella también vio la capilla sobre el costado izquierdo de la ruta. Cruzamos y entramos por una huella de pasto.
Después, cuando agarramos señal, averiguamos que se trata de la Capilla de Cañada Arias consagrada a la Sagrada Familia. No hay mucha más información al respecto lamentablemente y estaba cerrada. Fotos del Corolla y del nido de horneros sobre la cruz y seguimos nuestro camino.
La Choza
Como suele suceder en estas salidas, mientras vamos en camino cambian cosas, rutas, destinos. La idea era llegar a Plomer, para lo cual debíamos salir de la ruta provincial 47 y tomar la provincial 24, pasar por La Choza y tomar el camino a Plomer. Pero...
La ruta provincial 24 entre la 47 y La Choza está dinamitada. Hay que ir con mucho cuidado si no queremos romper todo. Pozo, desniveles, asfalto destruido se van alternando para mantenerme atento al volante. Encontré una curva linda para hacer un par de fotos y aproveché.
Foto en un tramo "sano" de la provincial 24 rumbo a La Choza.
Nos cruzamos con un par de pickups de paisanos de la zona y entramos en La Choza. Es un caserío donde Google Maps indicaba que había una parrilla que vimos a lo lejos pero no nos tentó demasiado por el acceso de tierra y no se veía ningún auto afuera. Decidimos almorzar en otro lado mientras me divertía con fotos del Corolla y de los gallos y gallinas del lugar. Como suele suceder en estos pueblos un domingo al mediodía no había nadie por la calle.
Hay un cartel al lado de unas vías donde el pasto las tapó. Más que estación esto debe haber sido un "apeadero" hasta que un político y un sindicalista dijeron "ramal que para, ramal que cierra" y los trenes dejaron de andar en muchísimos pueblos y pueblitos. Investigando un poco nos enteramos que durante años este lugar se conocía como "Desvío km 77" y pertenece al partido de General Las Heras. Hay una escuela y un par de comercios, los cuales estaban todos cerrados.
La calle principal de La Choza.
Sobre el costado de las vías hay mesas y juegos que seguro en épocas de clima más amable sean un buen lugar para armar una picada de mediodía a la sombra de los árboles.
NAVARRO
Como contaba el destino original era Plomer pero desde La Choza el único camino era de tierra embarrada y, como dije, no era el plan ensuciar el Corolla porque tenía que seguir haciendo fotos. Sin pensarlo dije "estamos cerca de Navarro y hace mucho que no vamos". Puse Waze para apoyarme y salimos. Volvimos a esquivar pozos en la 24 hasta llegar a la 47 y emprender la ruta a Navarro. Desde La Choza son 35 kilómetros con casi nada de tráfico. Entramos en Navarro y lo primero que buscamos siempre en todo pueblo o pueblito es la plaza principal. En el 99% de los casos tiene la distribución típica: a su alrededor se agrupan la Municipalidad, la Iglesia, el Banco Nación o Provincia y la escuela.
El pueblo de Navarro (ya sé que es ciudad pero me suena más lindo pueblo, me da más paz), tiene más de 13 mil habitantes y una laguna muy famosa entre los aficionados a la pesca. De hecho, cuando empezás a acercarte a la entrada a Navarro por la ruta 47 empiezan a aparecer puestos al costado del camino ofreciendo carnadas y artículos de pesca variados.
Fotos en la plaza y con la iglesia San Lorenzo mártir de fondo y buscar en Google Maps algún lugar para almorzar y que exista. Sí, no se rían, el nivel de actualizaciones del mapa del buscador más famoso es horrible en todo lo que no sea grandes ciudades. En nuestras salidas de pueblos y pueblitos es muy normal buscar, ir y encontrar que el lugar no existe más hace rato. ¿Lo peor? Desde la app de Maps no podés marcar el error.
Maps nos recomienda Valhalla y allá vamos. Está a una cuadra de la plaza pero hay que dar una vuelta manzana para respetar las manos de las calles. Desde afuera parece el típico bar de pueblo. Una vez que entramos notamos que es el típico bar de pueblo. La decoración es sencilla, hay una barra para despacho, una tele grande en una punta y las mesas que están sobre la vidriera tienen una pequeña barra para apoyar cosas. En la que elegimos estaba el ejemplar de Diario Popular del día. Dame algo más pueblito que eso. Amo.
Vidriera de Valhalla con el diario apoyado. Belleza de pueblo.
Se acerca la moza y nos cuenta qué hay de comer. ¿Carta? Dejá, prefiero así. Nos ofrece unas empanadas para picar mientras esperamos el plato principal y le decimos que sí. Obviamente, la bebida se sirve en botella grande, nada de porquerías de 330cc.
Mientras esperamos la comida entra y sale gente que viene a buscar pedidos. Se ve que la cocina es buena porque no paran de llevarse de a 4 o de a 5 paquetes por cada uno que entra. Además de nosotros hay tres mesas más ocupadas de las 8 o 10 que tiene el local. Una de ellas es un cuadro pueblerino con un hombre mayor solo sentado, comiendo pasta con una botella de tres cuartos de tinto y un sifón de soda. Llegan las empanadas y son fritas. Te pedí una entrada, no un festín.
Son tan ricas como se ven en la foto. Mientras charlamos se hace lugar en la puerta del Valhalla y salgo para reacomodar el Corolla más cerca. En la vuelta manzana detecto un lugar de dulces caseros pero está casi cerrando con lo cual tendré que volver en otro momento. Estaciono, entro y mi plato estaba esperándome.
Sí, ñoquis con bolognesa. Generosa porción y muy rico. Bien sabor de bodegón. No esperes finas hierbas ni toques sutiles. Acá se come fuerte al medio. Mi mujer se pidió unos raviolones con salsa cuatro quesos que estaban igual de buenos. No hay lugar para postre porque nos espera el regreso y hay que manejar sin dormirse al volante.
Valhalla: según la mitología nórdica era el salón donde Odin recibía a sus guerreros elegidos. Con el tiempo se lo conoce como un lugar de veneración de grandes personajes ya fallecidos.
Igual, antes de encarar la ruta hacemos otro ritual de nuestras salidas: la estación de tren. Nos gustan las estaciones de tren de pueblo porque todas te cuentan una historia. Si el tren sigue pasando, si dejó de pasar hace mucho, si la abandonaron a su suerte, si alguien trata de cuidarla. Todo está ahí.
El Museo Ferroviario de Navarro funciona en la estación. Chequeen horarios porque estaba cerrado un domingo a mediodía.
Llegamos, hago foto del Corolla en la puerta y caminamos un rato entre fotos y charla. Muchas estaciones se parecen entre sí por la disposición: los mandos de los cambios de vía, el depósito para los trenes de carga enfrente al andén de pasajeros, alguna imagen de la Virgen María.
No sólo los ingleses aportaron al desarrollo de nuestra red ferroviaria.
Son lindos lugares y muy pero muy tranquilos. Es común encontrarnos con ciclistas que aprovechan esa tranquilidad para almorzar algo y emprender el regreso de su salida dominguera. Pero, el día gris no acompaña y ni siquiera hay perros dando vueltas. Salen las últimas fotos y nos subimos al Corolla para emprender la vuelta.
O.C.
Ficha técnica
* Lugares: La Choza (cómo llegar); Navarro (cómo llegar)
* Valhalla: Calle 7 Nro. 45, B6605 Navarro, Provincia de Buenos Aires
* Reservas/delivery: 02227-503941
* Instagram: @Valhalla.navarro