El presidente argentino Javier Milei publicó hoy en el Boletín Oficial el decreto que reglamenta el Régimien de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI). Es el marco legal que busca fomentar la radicación de inversiones dentro de un programa de "incentivos, estabilidad, seguridad jurídica y un sistema eficiente de protección de derechos adquiridos".

En una primera etapa, el RIGI sólo abarcará a algunos sectores bien específicos de la economía argentina: forestoindustria, turismo, infraestructura, minería, tecnología, siderurgia, energía, petróleo y gas. Sin embargo, al publicarse hoy el anexo con todos los alcances de esta normativa se confirmó que la industria automotriz ingresó (a último momento y "por la ventana") a los beneficios del RIGI.

Las terminales automotrices agrupadas en Adefa habían sido muy críticas del proyecto original del RIGI. En mayo hicieron circular por el Congreso y la Casa Rosada un documento con fuertes cuestionamientos y advertencias sobre los "riesgos" que implicaba este proyecto. Adefa alertó que estos beneficios representarían un "factor importante de riesgo", que abriría "una ventana de oportunidad" para "la instalación de fábricas de origen asiático" (ver documento completo).

Esta postura de Adefa generó una importante polémica: el espíritu del documento buscaba manifestar el temor a la llegada de automotrices chinas, pero al utilizar el término "asiático" ofendió las raíces históricas de varios socios de Adefa, que tienen sus casas matrices en Japón (leer opinión).

Sin embargo, al ver que el sector automotor quedaría afuera de los beneficios de este Régimen, Adefa puso en marcha un lobby para ingresar al RIGI bajo el paraguas de uno de los sectores que ya estaban contemplados en la ley original: "Tecnología". La desesperación de las terminales aumentó al ver cómo la industria automotriz de Brasil conseguía inversiones por más de 20 mil millones de dólares, atraídas por el Plan MoVer de Lula Da Silva (ver nota).

Una muestra de la desesperación que reinó en Adefa para no dejar escapar esta oportunidad de ingresar al RIGI fue el cambio abrupto en la estrategia de comunicación de la entidad. A comienzos de mes, el director ejecutivo de Adefa, Fernando Rodríguez Canedo, dejó a un lado su legendario hermetismo y resistencia a los medios de comunicación que no sean de papel para manifestar en declaraciones a Motor1 el interés de último momento de Adefa por sumarse al RIGI (ver nota). 

El lobby de Canedo y su equipo de operadores políticos resultó exitoso. En el Artículo 3, Inciso V del Anexo que hoy decreta la reglamentación del RIGI aparece el párrafo del que podrán aferrarse las automotrices para acceder a beneficios impositivos en sus próximos planes de inversión.

"Sector de tecnología: Las actividades cuyo objeto principal sea la producción de bienes y servicios tecnológicos, tanto en su aspecto básico como aplicado, de carácter innovador, en: biotecnología, nanotecnología, movilidad en base a nuevas tecnologías de motorización y tecnologías de transición energética, industria aeroespacial y satelital, industria nuclear, industria del software, industria robótica, inteligencia artificial, industria armamentística y de defensa".

Ahí está la frase clave: "Movilidad en base a nuevas tecnologías de motorización y tecnologías de transición energética". Las terminales automotrices podrán acceder a las ventajas del RIGI, pero sólo en aquellos proyectos que contemplen nuevas tecnologías en materia de movilidad, motorizaciones y energías alternativas.

Es el hueco normativo que necesitaban algunos socios de Adefa para impulsar proyectos de desarrollo local que se vienen trabajando desde hace tiempo. Por ejemplo, ahí podría enmarcarse el varias veces anunciado proyecto de la pick-up Toyota Hilux Hybrid producida en Zárate. También la rumoreada Ford Ranger Hybrid fabricada en Pacheco. Y no hay que olvidar a las nuevas pick-ups compactas de Renault y Nissan, que se fabricarán en Santa Isabel con tecnología híbrida.

El decreto de Milei no especifica cuál será la autoridad encargada de determinar que un proyecto cumpla con las condiciones que demanda el RIGI. Se comenta que, entre las fuentes de consulta y arbitraje, podría estar Daniel Afione, ex ejecutivo de Toyota Argentina y actual titular del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).

Todavía faltan muchos aspectos por definir, pero hoy será un día de festejo en Adefa: sobre la hora (y "por la ventana"), la industria automotriz argentina ingresó al RIGI.

C.C.


ARCHIVO PARA DESCARGAR: Decreto presidencial de reglamentación del RIGI
ARCHIVO PARA DESCARGAR: Anexo del decreto de reglamentación del RIGI

Enviá tu noticia a novedades@motor1.com