El presidente de Renault Argentina, Pablo Sibilla, anunció la semana pasada que el pequeño modelo Kwid, fabricado en Brasil, volverá a nuestro mercado el año que viene. Con este regreso se cerrará el círculo de un caso insólito: el Kwid se había dejado de vender en octubre de 2021 tras haber sido "cancelado" por un cable de la ahora desaparecida Agencia Télam.
El Kwid es un hatchback del Segmento A (citycar) que volverá el año que viene a nuestro mercado con un restyling que se comercializa desde hace dos años en Brasil y que ahora cuenta con más equipamiento de seguridad, incluyendo control de estabilidad (ESP). Sibilla confirmó que el arribo está previsto para los "primeros meses del 2025". El Kwid brasileño se volverá a posicionar como el Renault más accesible en la gama de modelos en nuestro mercado y complementará la oferta del Kwid E-Tech, la versión eléctrica que llega importada de China.
El Kwid brasileño mantendrá el conocido motor naftero de tres cilindros, con 1.0 litro de cilindrada (66 cv y 93 Nm). Se combinará con caja manual de cinco velocidades y tracción delantera.
Jorge Portugal, responsable de Ventas de Renault Latinoamérica, y Pablo Sibilla, presidente de Renault Argentina, anunciaron la semana pasada el regreso del Kwid brasileño a la Argentina.
La historia del auto "cancelado" por la Agencia Télam
En julio de 2021, con motivo del lanzamiento de la Renault Duster II, Pablo Sibilla, se quejó por las restricciones a las importaciones del gobierno del presidente Alberto Fernández, su ministro de Economía, Martín Guzmán, y su ministro de Infraestructura, Matías Kulfas.
"El tema de los permisos de importación está difícil. Las SIMIs que otorga el Gobierno a las automotrices son fluctuantes. A comienzos de año, el Gobierno comprometió a liberarnos una cantidad de dólares para poder importar autos, pero el acuerdo se respetó tres meses y después se dejó de respetar. Después se retomó un poquito más. Entendemos que el país tiene un problema de reservas y de dólares, no podemos desconocerlo. Somos solidarios con eso. Pero una vez que se establecen las reglas, necesitamos que se mantengan constantes en el tiempo. Nosotros acordamos las reglas del juego, yo se las explico a la casa matriz, pero si al mes siguiente cambian las reglas, se vuelve más complejo planificar", dijo Sibilla.
En ese entonces no era habitual que un ejecutivo de una automotriz se quejara en público y ante la prensa de las políticas de restricciones del gobierno de Fernández.
La respuesta de Fernández llegó un día después, por medio de un cable sin firma, publicado por la ahora extinta Agencia Télam: "Renault no cumplió con la proyección de producción y exportación pese al acompañamiento del Gobierno", decía el texto (ver nota de archivo).
La información citaba, sin identificarlas, a "fuentes oficiales" que criticaron con dureza a Renault. Se citan algunos párrafos de ese cable de manera textual.
* "Renault había prometido aumentar la integración de autopartes locales. No solo no cumplió, sino que hasta la redujo de manera significativa. Es la terminal que menos integración local tiene, y no ha hecho nada para mejorar la situación"
* "Desde el Gobierno se lo acompañó muy firme en el primer trimestre con todos los requerimientos solicitados de importación de autos terminados y de insumos para la producción, con la confianza de que iba a cumplir con sus propias metas de producción y de exportación y no lo hizo".
* "Incluso la meta de exportación era muy exigua y ni siquiera eso cumplió, por lo que actualmente estamos acompañando sus requerimientos de importación en función de su efectivo accionar en producción y exportación.
* "Renault está siendo muy mal visto por el resto de las terminales, que tomaron compromisos en el plan automotor, que los están cumpliendo, y la única que no cumple es Renault".
* "Hoy la empresa es más importadora que productiva y en base a sus proyecciones de producción, de exportación y de mayor integración se definió autorizar un monto determinado para que importe vehículos En el primer trimestre no cumplió sus proyecciones de producción, ni de exportaciones, y de todos modos se le permitió importar el monto asignado; en el segundo trimestre redujo aún más su producción y sus exportaciones".
Ante la dura respuesta del Gobierno, Renault decidió cancelar las importaciones de modelos, reprogramó el lanzamiento de nuevos productos y decidió concentrarse de ahí en más sólo en los vehículos de producción nacional. La primera víctima fue la Duster II que recién se lanzaba al mercado, que tuvo una presencia apenas simbólica por la falta de stock procedente de Colombia. La segunda víctima fue el Kwid, que de manera directa se retiró del portafolio de la compañía.
Los clientes atrapados en planes de ahorro también resultaron perjudicados, ya que fueron trasladados de manera abrupta a un plan del Renault Sandero, cuando en realidad querían comprar un Kwid.
La dureza del cable sin firma de la Agencia Télam fue interpretado por fuentes de Renault y otras automotrices como "un apriete" del gobierno de Fernández, Guzmán y Kulfas, en un momento de fuertes restricciones aduaneras.
Tras cuatro años de ausencia en nuestro mercado, el Kwid con restyling volverá a la Argentina el año que viene. Las fotos del modelo que llegará a nuestro país se publican acá abajo.
Galería: Renault Kwid (2025)
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