La llegada de rediseños y restylings, muchas veces causa pánico entre los fans de una marca o modelo de autos. Cambiar las líneas que conocemos por nuevas, siempre nos llena de dudas, porque en el fondo casi todos somos conservadores.
Desde aquel Megane I de 1995, con carrocerías Hatchback, Sedan, Coupé y Cabrio, hasta este nuevo Megane E-Tech con carrocería crossover, este Renault tuvo casi todas las formas posibles de diseño. Si la memoria no me falla sólo no faltó una Mégane pickup (aunque Gustavo Fosco llegó a diseñarla).
Charlando con C.C. salió la idea de llamar al dueño de un Mégane "de época", para que conozca el nuevo E-Tech. Y ahí surgió el nombre de Mauro, más conocido como @ElMauro1 en Twitter y @MauroTrcks en Instagram.
Claro, quizás no sea el Mégane más de época que se encuentre. Esta coupé RS ya pasó por varios colores, gracias al ploteo: "Fue negra, naranja, blanca y verde. Un poco de cambio para no aburrirme", me dice Mauro apenas llegado y ante mi sorpresa, porque no sabía que en la actualidad estaba en el tono que aparece en las fotos. "Busco siempre un vinilo de calidad y después elijo el color de acuerdo a lo que hay".
Y Mauro no sólo le cambió el color al Mégane RS. "Las modificaciones fueron varias porque está para ser usado como track-car aunque ahora hace mucho que no voy a uno", comentaba, y empezó a enumerar:
- Llantas OZ Allegerita
- Suspensión regulable KW Clubsport
- Pastillas de freno Ferodo DSUno
- Butacas Sparco Evo III
- Arneses 5 puntas Sparco
- Volante Sparco
- Media jaula antivuelco
- Interior con varias piezas en fibra de carbono
- Batería Alivianada Oddisey
- Repro
- Downpipe
- Escape Customizado
- Filtro de Aire Cold Air Intake
- Barra entre torretas de suspensión
- En total el auto se alivianó 100 kilos aprox (1334 kilos con medio tanque)
"También hubo varias modificaciones que no funcionaron y volvimos para atrás, cómo espárragos de bulones de rueda en titanio que los terminaban rompiendo en las gomerías". La charla sobre los dos Mégane se va sucediendo mientras hago las fotos que ilustran esta nota. Cada vez que los movemos para un nuevo perfil vuelven a surgir los comentarios sobre parecidos y aires de familia.
"¿Vamos a dar una vuelta en el E-Tech?", le digo a Mauro, "manejá vos". "No dejá, llevame vos, no tengo idea de cómo se maneja eso y así miro mejor todo", me responde. Me río de la respuesta y nos subimos al Mégane a pilitas.
El recorrido incluyó calles de empedrado histórico de San Isidro, algún tramo ágil de avenida y lomos de burro variados. Una acelerada de 0 a 60 (límite en avenidas), bastó para divertir a mi copiloto. Ventajas de los eléctricos: disponer de todo el par junto y de golpe hace que las sensaciones sean intensas aunque no se llegue a una gran velocidad.
"Ché, me gusta mucho cómo está terminado adentro. Telas, combinaciones, la verdad que está muy bien", me comentaba Mauro mientras seguíamos el recorrido. "Ni hablar de compararlo con el mío, que lo desarmé todo y tengo puesta media jaula, jajaja". Volvemos a nuestro punto de partida y Mauro me dice: "Ahora manejá mi RS". Le digo que no, que maneje él y me dice que no, que me ponga al volante yo. Y allá voy.
Me subo y me reciben la butaca Sparco, dura y recta. Sólo tuve que levantar un poco el volante, pero el resto estaba bien. Lo pongo en marcha y sí: vibra y hace ruido. Todo lo contrario al E-Tech, que sólo sabés que está en marcha porque tenés un "Ok" en el tablero. Embrague, primera y nos vamos. El escape ronronea y en cuanto acelero un poco el auto pega un salto y pide más. La selectora de la caja es corta y fácil de usar, y mantiene esa marcha atrás con traba hacia arriba, tan típica de Renault.
La vuelta que doy es más corta y evito el adoquinado. Mis riñones lo agradecen. Los autos deportivos me encantan, pero son duros porque básicamente así doblan mejor. El problema no es el Mégane RS preparado para Track Day de Mauro, el problema somos yo y mi edad (voy a estar vigilando bien de cerca los comentarios de esta nota, ojo con lo que digan).
Volvemos al punto de partida, la verdad es que dan ganas de dar una vuelta en algún lugar más seguro y libre con el RS. "Lo tengo que poner a punto y hacerle un par de cosas antes de volver a un autódromo, pero este año voy a tratar de hacerlo", me dice Mauro casi tentándome a decirle que me invite cuando regrese.
Nos quedamos los dos mirando los Mégane y charlando. Sensaciones, gustos, detalles, se suceden en la charla. De repente me dice: "¿Sabés que me compraría un Renault Mégane E-Tech? Sí, me lo compraría".
O.C.
Agradecimientos: @elmauro1