Fuente Agencia DPA

Fotos: Kate Board, Michael Häfner, Achim Mende, Michael Häfner

Para muchos, subir al cielo a bordo un zepelín, flotando bajo las nubes, es un sueño costoso pero que hace posible la compañía alemana DZR de Friedrichshafen, a orillas del lago Constanza, que también se encarga de formar pilotos para sus globos dirigibles (ver video abajo)

Viktor Schacht forma parte de un equipo de tres pilotos de aviones comerciales que se prepara en DZR para pilotar dirigibles en el aeropuerto de Essen/Mülheim, en el oeste del país.

A partir de mayo de 2024 se ofrecerán allí viajes para sobrevolar las ciudades de Düsseldorf, Bochum o Duisburgo, por ejemplo. La compañía DZR está haciendo construir un tercer dirigible especialmente para este fin.

Schacht, de 36 años, nació en la península rusa de Kamchatka, en el Pacífico, donde sus padres trabajaban como meteorólogos en el aeropuerto. "A los tres años ya pasaba mucho tiempo en el aeropuerto", cuenta el piloto. "Fue allí donde me infecté con el 'virus de la aviación'", confiesa.

Tras finalizar su formación como piloto en 2007 en la antigua aerolínea alemana Air Berlin, transportó a miles de personas a sus destinos turísticos en aviones Airbus, volando a hasta 12.000 metros de altura. En el caso del zepelín, se eleva ahora apenas 300 metros con unos 14 pasajeros a bordo.

"Es divertido pilotar un zepelín", dice Schacht. Señala que, a altitud de crucero, es un poco como navegar en el mar. "Sé pilotar veleros y me resulta familiar", dice, agregando que se trata de una forma diferente de volar. "A veces parece que tuviésemos un poco de oleaje", comenta.

El piloto cuenta que, durante la pandemia de coronavirus, no voló durante casi dos años. "Eso me dio tiempo para reflexionar y reorientarme", señala, afirmando que encontró el camino hacia el zepelín a través de un anuncio de la empresa DZR.

Quien quiera convertirse en piloto de zepelín necesita conocimientos de vuelo. Los aspirantes deben tener una licencia europea de piloto comercial de avión o de helicóptero. Según DZR, el aspirante debe haber realizado al menos 450 horas de vuelo. Normalmente, un solo profesional pilota un zepelín.

Uno de los más experimentados de la empresa es Fritz Günther, piloto jefe y director de operaciones de vuelo. Pilota zepelines desde finales de los años noventa y aún le encanta su trabajo. Günther afirma que con un dirigible se está muy cerca de los fenómenos climáticos. "Esto de tener que lidiar con la tecnología, el clima, volar a mano y tener en cuenta lo que implican el helio y la física lo vuelven realmente emocionante", asegura.

La barquilla, en la que los pasajeros se sientan detrás del piloto, cuenta con grandes ventanas panorámicas. El viajero se siente como en un jet privado, salvo que no atraviesa las nubes sino que parece flotar con ellas.

Una excursión de dos horas en el coloso de 75 metros de largo y lleno de helio cuesta 1.060 euros (1.166 dólares) por persona. El viaje de 45 minutos sale 470 euros. "El elevado precio se debe al gasto relativamente alto para una flota relativamente pequeña", explica el subdirector gerente de DZR, Michael Schieschke.

El ejecutivo añade que la demanda de viajes aumenta constantemente. "Transportamos 25.000 pasajeros al año", comenta Schieschke. "Es una de esas cosas que se quieren hacer una vez en la vida", agrega.

Ferdinand von Zeppelin (1838-1917) fue quien ayudó a consolidar los viajes en dirigible. El pionero construyó el primer globo a orillas del lago Constanza. La gran era de los viajes en dirigible para pasajeros comenzó con el "LZ1" en el verano europeo de 1900 y culminó con el accidente del "Hindenburg" en Estados Unidos en mayo de 1937.

"En aquella época, ningún avión podía volar tan lejos sin hacer escala como un zepelín", afirma Jürgen Bleibler, del Museo Zeppelin de Friedrichshafen

Esta región está caracterizada por los emprendimientos industriales y tecnológicos donde su mayor exponente es Zeppelin Friedrichshafen, más conocida como ZF.

Al margen de la autonomía, el tamaño y la estética de los dirigibles también los volvían fascinantes. "El zepelín era tan grande como un barco y flotaba en el cielo", observa Bleibler, explicando que era la alternativa más rápida al barco.

"Los zepelines posibilitaron los viajes intercontinentales rápidos entre Europa y América del Norte y Sudamérica", señala. Viajar a Estados Unidos llevaba entre dos y tres días, mientras que a bordo de los barcos más veloces se llegaba en entre cinco y seis días, dependiendo del puerto.

En el lago de Constanza, los zepelines de nueva tecnología (NT) ofrecen servicios con fines turísticos desde 2001. Estos dirigibles son más compactos y tienen una estructura interna diferente a la de sus predecesores. Ya no se llenan con hidrógeno combustible, sino con helio.

Son propulsados por tres motores, tienen una autonomía de unos 1.000 kilómetros y alcanzan una velocidad máxima de 125 kilómetros por hora.

Friedrichshafen es actualmente el único lugar del mundo en el que se puede hacer una excursión en zepelín, según Schieschke. De acuerdo con DZR, en todo el mundo hay menos de 20 pilotos de zepelín. 

Visiones increíbles desde los amplios ventanales. La magia de volar en un blimp
El Zeppelin está propulsado por tres motores de 200 CV cada uno. Las hélices están montadas a los lados y en la parte trasera del Zeppelin, para que no se oiga ningún ruido en la cabina durante un vuelo turístico tranquilo y relajado.
ZEPPELIN (7)

Los zepelines aportan extraordinarias imágenes por su tamaño y majestuosidad.

Capturado en tierra por un ancla y transporte que lo llevará a su hangar, o le servirá de base para cuando llega a algún destino a campo abierto.
Una distinta forma de viajar por los cielos
Las barquillas son amplias cabinas para unos 12 pasajeros. En otras épocas se disponía de comodidades como para largas estadías a bordo
Para despegar, el dirigible necesita combustible de aviación AVGAS 100 LL, del que consume entre 40 y 60 kg/h dependiendo de las condiciones del viento.
Para limpiar el helio con el que el dirigible se eleva se utilizan filtros especiales que separan los gases de escape del helio limpio. Para rellenarlos, se almacenan otros 6.000 m³ de helio en depósitos de hasta 40 bares en Friedrichshafen.
ZEPPELIN (3)

El 90-95% de la sustentación del zepelín proviene del helio incombustible de su interior. Durante el despegue y el aterrizaje, el control del vector de empuje hace el resto, y durante el vuelo horizontal, la generación de sustentación en el casco ayuda.

ZEPPELIN (4)

Desde el interior las vistas de su estructura y balones de helio

ZEPPELIN (8)

Todo lo relacionado a los dirigibles es de gran escala. Su tamaño, su historia, sus tragedias y su futuro.

El dirigible Admiral Von Zeppelin estuvo por unas horas sobre el cielo de Buenos Aires y toco tierra en Campo de Mayo. Años de la propaganda Nazi y de la cruz esvástica (borrada de los archivos oficiales argentinos)
Admiral Von Zeppelin, el precursor de esta tecnología y de esta forma de viajar

Así aterriza un Zeppelin NT - Video

Fotogalería Zeppelin

Galería: Zeppelin forma pilotos

Enviá tu noticia a novedades@motor1.com