Sin que yo ni nadie lo supiera, esta nota nació a mediados de diciembre de 2021. Matías Carsillo, Manager de las tiendas Scott Pilar y Scott San Isidro del Grupo Tolosa (también propietarios de Ford Aspen entre otros negocios), me manda un mensaje diciéndome que nos juntemos a tomar un café que necesita hablar un par de cosas. Nos conocemos hace un tiempo y siempre mantuvimos buena onda. Además, soy fan de su hijo Valentín, gran ciclista de MTB y XC. Nos juntamos en un Shell Select, casi enfrente de su local en Avenida del Libertador, Acasusso. "Voy a hacer una movida de ventas y voy a tener muchas bicis usadas. Se las quiero donar a La Chata Solidaria", me dice. Lo frené y lo primero que le dije fue "ni se te ocurra donar bicis que no anden o que tengan problemas, porque ni le mando un mensaje a Jero", en mi tono más LCS que he aprendido a lo largo del tiempo y de conocer cómo funciona. Mati me respondió que él pensaba repararlas, dejarlas a nuevo y donarlas. Ahí empezó esta nota que sigue a continuación.
No es una familia, es un equipo que es familia
Hace mucho tiempo que quiero viajar con LCS. Pero mis tiempos y otros trabajos me complicaban coordinarlo. Cuando Jero me comentó de este viaje, el formato y los días, dije "estoy". Pero no es tan simple. LCS tiene años viajando en diferentes formatos de viaje (médicos, construcción, casa por casa, etc), y cada viaje requiere de mucha coordinación previa para que nada quede librado al azar. Así fue que hubo dos reuniones previas de equipo, donde se fue bajando línea de qué, cómo, dónde y cuándo.
En total seríamos casi 30 personas viajando, ya que se sumaron chicos del colegio Learning de Olivos para ayudar en el festejo del día del niño. ¿Los vehículos? Dos Ford Ranger 2.2 XL 4x4 con bloqueo de diferencial, una Ford Transit Van y una Ford Transit Bus 17+1. En este viaje se sumó la familia Ibarra (Diego, Andrea Torchiana y su hija Lola), que ha apoyado a LCS no sólo con donaciones si no también los camiones de la empresa familiar, principales responsables de que todo lo que llevó LCS hasta El Impenetrable lo transportaron ellos sin cargo.
Como siempre hablo con Jero, nadie va con LCS de turista. Yo, viajé con varias funciones además de ser enviado especial de Motor1 Argentina: fotógrafo, responsable de comunicación de LCS (algo que vengo haciendo desde enero de 2023), y chofer tanto de Ranger como de Transit cuando hiciera falta.
Llegar de Buenos Aires a Monte Quemado, Santiago del Estero, casi en la puerta de El Impenetrable y a unos 1.300 kilómetros no es fácil. Y no sólo por la distancia. Varios cientos de kilómetros las rutas están rotas, en mal estado, abovedadas, con saltos, sin banquinas, con manchones de tierra en medio del asfalto, con vehículos que circulan sin patente, sin luces, motos con hasta tres personas y todas sin casco, ganado suelto, y así podríamos seguir enumerando. Por eso no es sólo el viaje, si no la forma de transitarlo. Y, si quieren, sumen un dato adicional: el combustible (gasoil o nafta), se encarece rápidamente a medida que nos alejamos de CABA y GBA. No, hace muchísimos años que Argentina no es la misma para todos sus habitantes en varios aspectos.
La ruta también nos depara sorpresas, al menos para mí, como el centro de producción agropecuario que hay en Bandera, Santiago del Estero, y alrededores. Grandes empresas se han ido instalando, incluyendo la china COFCO, la empresa china más grande en agronegocios, tal como se definen en su web. También da rienda suelta a bromas por radio entre las Ranger con los nombres de algunos pueblos: Aerolito, Averías, Guardia Escolta, Pozo Dulce o el mismo Monte Quemado. Faltó marketing.
Ver al team de LCS trabajar es entender que nada es casualidad. Todos conocen su rol, nadie interviene en el trabajo de otro salvo que se lo pidan. Todo se mueve, todo está en acción permanente. Logística, con Manu Miguens y Elizabeth "Lolo" Nuñez se encargan de alimentarnos y que nada falte a la hora de descansar. El "pollito chop suey" que hizo Lolo en la cocina de la escuela de El Rosillo merece un par de estrellas Pirelli (perdón Bibendum, pero hay un tema de sponsors, vio?).
Ingeniero López en acción en Ojo de Agua.
A Claudio "Pipi" Albornoz y a Gabriel "Gaby" López, no los vas a ver nunca de brazos cruzados. El team ingeniería vive revisando las obras, ya sea en desarrollo o terminadas, para identificar aciertos y errores. El Ingeniero Gaby es implacable, no se le escapa un detalle ni siquiera para calcular los consumos en ruta, donde el vehículo manejado por él siempre consumirá menos que el que conduzca Chemes, aunque vayan uno atrás del otro.
Las chicas de psicología, Paola "Popi" Perlo, Cecilia "Ceci" Valls y Debora "Debbie" Passucci, siempre están al pie del cañón. Miran, aportan, apoyan, charlan, rompen barreras y construyen lazos con las comunidades. Y además me sometieron a un análisis express cuando conduje durante un par de horas la Ranger en la que viajaban. Estoy esperando el diagnóstico.
Los chicos de la Escuela Bilingüe Learning, bajo el mando de Paula M. Danilewicz, son lo más. Con edades que van de los 11 a los 18 años son un combo de gritos, emociones, risas, energía positiva y ganas de hacer. A ellos se ensamblaron como amigos de toda la vida los dos juniors de LCS: Ramiro Perla Valls y Matías "Morta" Chemes. ¿el resto de la tromba juvenil? en orden que me llegó la planilla para no olvidarme de nadie: Máximo Ausa Danilewicz, Ignacio Figueroa, Bautista González Espiñeira, Federica González Govergun, Valentina González Poo, Joaquín, Milagros y Tomás Liguori, Lucía Rago, Rocío Retamoso y Pilar Sánchez Stellino. Sepan que Orly los quiere y los banca fuerte.
Los chicos del Learning en El Rosillo.
Todos estuvimos en las manos y los cuidados de nuestro coordinador de Salud, Carlos "Charly" Javier, llevando por primera vez a un viaje el dispositivo DEA donado por +VIDA. Además de ser paramédico, enfermero y mucho más, Charly es un proyector de buena vibra. Su frase de cabecera va a terminar en una remera (yo ya lo hice sticker en Whatsapp): "Cero stress".
Chata cardio segura gracias a +VIDA.
¿Y cómo funciona ese equipo? Un solo ejemplo: noche del lunes, Jero se va a buscar el grupo electrógeno que quedó por error en Ojo de Agua y da la orden: "si en dos horas no volví, salen a buscarme". Pipi asiente con la cabeza. Todos cenando. Faltan 3 minutos para que se cumplan las dos horas y aún no hay noticias de Jero y Manu, que lo acompañó. La zona donde fueron no hay cobertura de 4G ni nada que se le parezca. Es noche cerrada y arenales complicadísimos en el camino. Pipi se levanta de la mesa donde cenamos como para ir a fumar. Charly se para también. Cuando se cumplen las dos horas ellos ya no estaban. Habían salido a buscar a Jero. Volvieron 30 minutos después. Todos a salvo. No había pasado nada, por suerte, pero el equipo demostró que no sólo son familia, antes son equipo.
Yosuel
Domingo 20 de agosto de 2023. Día del niño en Argentina. Y a las 9am LCS emprende camino al medio de El Impenetrable para celebrarlo en la E.E.P. Nº 845 - Maestro Jorge A. Boronat, en el Paraje El Rosillo, provincia de Chaco.. Allí LCS ya conoce a la comunidad, construyó un salón de usos múltiples y está terminando la nueva salita de jardín de infantes. Allí ves en vivo y en directo a dónde terminan las donaciones que recibe de la gente. LCS vive de esos 400, 500 o 1.000 pesos que todos los meses donan sus seguidores. Claro que algunos donan más, pero en el contexto país que vivimos LCS sólo pide que te acuerdes de ellos con 500 pesos por mes. ¿Una cuenta veloz? Si sus 14.500 seguidores de Instagram pusieran 500 pesos por mes, recaudarían más de 7 millones por mes. ¿Sabés toda la magia que hace LCS con esa plata? Doná acá. Perdón por el PNT.
Llegamos después de algo más de una hora y media de viaje por caminos de tierra, pequeños arenales y senderos con huellas a tener cuidado, sobre todo con las Transit. Creo que el que las diseñó y pensó jamás imaginó que las meterían en este lugar. Pero acá estamos, avanzando porque hay que celebrar con los chicos y eso no se negocia.
Llegamos, nos reciben las autoridades del colegio y el equipo empieza a funcionar: los chicos del Learning arman la gran kermese en el patio del colegio. Un patio que es de tierra y a pleno sol, pero que queda genial decorado con globos y los juegos que crearon y proponen los chicos.
Mientras tanto, recorro un poco las instalaciones. No hay señal de telefonía ni wifi, con lo que mi Samsung S22 Ultra se convierte en mi segunda cámara de fotos. A un costado de la escuela, bajo unos árboles hay dos mesas largas. En una de ellas varias mujeres pelan y pican cebolla blanca, de verdeo y papas. Esto también es una fiesta de ellos y están preparando empanadas de pollo. ¿Los pollos? En una enorme cacerola sobre fuego de leña y a pleno hervor. Al costado, en una mesa más chica, una de las mujeres de más edad amasa y amasa. Me acerco, saludo y pregunto. "Grasa, harina y agua, con eso hago las tapas de las empanadas", me cuenta. Le pregunto qué proporciones usa y casi que se ríe. Claro, la receta está en su cabeza y en la textura que percibe sus manos arrugadas.
Me siento a la sombra y aparece Yosuel. Viene a upa de su mamá. Debe andar por los dos años y es pura energía. En cuanto lo dejan en el piso sale disparado para donde los chicos de LCS están todavía decorando y armando todo. Juega en un lado, se roba la pelota de donde van a patear penales, se entretiene mirando esos Minions hechos con botellas recicladas.
En eso aparece Naty. Es maestra jardinera retirada y vino con los chicos del Learning. Se acerca a Yosuel y le regala un autito de juguete. Es rojo. No alcanzo a distinguir si es una Ferrari pero a Yosuel no le importa. Lo agarra y enseguida se pone a jugar en la tierra, haciendolo andar en el mejor de los rally raid que su mente inventa. Está feliz. Aprovecho y saco la foto que ilustra la portada de esta nota. Y Naty me cuenta: "Le conté a Tomy, mi nieto de 5 años, que venía acá. Él sabe que yo ayudo a LCS porque muchas veces lo hablé con él. Y le dije que si quería, podía buscar algo de sus juguetes para que le regalara a un nene que no tiene juguetes. El día antes de viajar pasé a saludarlo y me dio ese autito. Yo pensé que quería que jugara con él, pero me miró y me dijo '¿no te acordás lo que charlamos? Es para el nene que me dijiste'."
"¡Vino Junior!"
Hace un año LCS hizo uno de sus tantos viajes "casa por casa". Allí, en lo que se conoce dentro de la ONG como "El Infierno" por lo imposible de acceder (hubo que golpear la chata de forma severa para llegar), conocieron a Junior y su historia. Embarazo complicado. Nacimiento más complicado aún. Todas las complicaciones que se puedan imaginar las tuvieron Junior y su madre en ese parto y en los días siguientes. Junior sobrevivió (literalmente), pero las consecuencias fueron muchas. No camina, tiene grandes dificultades físicas, motrices y de todo tipo. Pero sobre todo tiene una familia que en el más absoluto y puro amor, lo sostienen para que siga adelante. Y lo hacen en la más absoluta soledad. Es una de las tantas historias que LCS nunca hizo pública y algún día Jero, quien sigue personalmente el caso, la contará. Lo importante: Hoy Junior vino en su silla de ruedas y con ganas de jugar. Porque Junior y su familia ya no están solos.
"¡Vino Junior!" fue la exclamación de varios miembros de LCS. Enseguida Charlie se acerca a él y a su madre y lo integra al festejo. Los ayuda a que jueguen con todos los chicos. Tira los aros a las botellas Minion, el recorrido de las sogas lo hizo en su silla de ruedas con su madre empujando y Charlie alentando, revoleó latas por el aire y escuchó un cuento junto a todos los chicos.
Esas actividades estaban armadas por los chicos del colegio Learning. Estuvieron tres meses armando, pensando, ideando juegos para todos. Y para todos era para Junior también.
Naty, maestra jardinera retirada, se sienta a la sombra y todos los chicos a su alrededor. Es la hora de un cuento. Nos lee (sí, "nos", yo también disfruté), un cuento sobre los Quitapenas, esos muñequitos caseros que son para poner debajo de la almohada y ayudan a dormir mejor porque se llevan tus penas y preocupaciones, según cuenta la leyenda y el cuento de Renata. Hago fotos de las caras de los chicos. Se me caen las lágrimas viendo sus caras de fascinación, concentración, admiración. Están viviendo el cuento. No sé cuánto se entienden de lo que son penas y preocupaciones, pero sí que vuelan en el cuento junto con la voz de Naty. Una voz dulce, suave, que nos lleva a todos de paseo.
Los cuentos de Naty se escuchan y se viven así.
Termina el cuento y todos los chicos son invitados a crear sus propios Quitapenas. Junior está allí con su madre y las manos de LCS lo ayudan a crear sus muñequitos. Todos los chicos se llevan los suyos. Uno, dos, tres, no importa cuántos. Ellos están felices y armaron sus propios Quitapenas. Hoy se van a ir a dormir con algo nuevo, algo distinto. Yo me voy a ir a dormir con el corazón lleno de felicidad, amor y, no les miento, mucha bronca. Porque estoy viendo chicos y padres a los que el Estado los dejó tirados. Los abandonó hace mucho y sólo les interesa saber de ellos cuando pueden sacar tajada. Y no hablo de este gobierno solamente. Esto no empezó ayer.
Cae la tarde. Hora de juntar todo y emprender camino a Ojo de Agua. Allá nos espera un colegio que también será nuestro albergue por una noche.
Felisa, la señora de los chivos
Felisa y su marido son dueños de algunas hectáreas en el medio de El Impenetrable. Parte de esas tierras las donaron a una escuela primaria. Allí también está una de las obras más grandes e increíbles (por todo), de LCS: una escuela secundaria. Los detalles están contados en esta nota. Pero volvamos al principio, Felisa y sus chivos. Lunes 9am, salimos en caminata con los chicos del Learning desde la secundaria hasta la casa de Felisa. Son unos 500 metros por la tierra, atravesando la cancha de fútbol y en una arboleda rala. A medida que nos acercamos, lo vemos al marido de Felisa faenando un chivo que será almuerzo para los chicos de la secundaria que vendrán a los talleres. Lo harán "al horno", el mismo estilo que las empanadas al horno de ayer. A su lado un gato, que aprovecha cualquier "desperdicio" del chivo faenado para alimentarse. Sí, los gatos son carnívoros por si no lo recordaban.
Lo saludamos mientras algunos chicos se fascinan por su tarea y otros se horrorizan. La vida real es así. Seguimos nuestro camino hasta el corral de los chivos. Allí están unos 30/40 chivos rodeando a Felisa que está parada en medio de ellos. Se alegra cuando nos ve. Sonríe a cara llena y transmite paz y felicidad. Le faltan algunas piezas dentales pero eso no es importante cuando la sonrisa viene desde el alma. Nos muestra un bebé chivo que nació anoche. Se lo ve con el pelo todavía medio pegoteado. La mamá trata que se prenda en la teta. Lo empuja con su cabeza hasta meterlo abajo de ella. El bebé entiende la orden y allá va. La naturaleza es sabia, aún a los empujones.
Felisa levanta uno, dos, tres chivos y los pasa a otro corral. Son los más chicos y, por alguna razón que no nos explica, no quiere que salgan a pastorear con los otros. Felisa tiene muchos años, pero tiene más fuerza y vigor que muchos de nosotros. Se mueve entre las cabras sin problemas ni sobresaltos, incluso mientras dos machos se dan cabezazos peleando vaya uno a saber por qué. El ruido de los cuernos de ambos chocando es tremendo. Felisa no les da bola y nos avisa que nos corramos, que va a abrir el corral. Los chivos salen corriendo en busca de un paraje vaya a saber dónde. Felisa cierra el corral y nos acompaña hasta su casa. Son algunas paredes levantadas como se pudo, no hay puerta si no un lugar que hace de estar-comedor-cocina que se conecta con los cuartos más adentro. El techo es una mezcla de chapas y mucho, pero mucho bolserío. El nylon es impermeable y mejor que cualquier otro sistema del que tengan alcance para que la lluvia no entre. Felisa y su marido, que terminó de faenar el chivo, nos ofrecen sentarnos en las pocas sillas de plástico que tienen. Pasa una mamá gallina con su pollitos de días. Mamá es de plumaje negro, los pollitos son como 8, todos negros menos dos amarillos. Picotean, se esconden, hasta levantan polvo con sus patitas.
Nos vamos pero Felisa y el marido quedan en venir a vernos después. Además, Felisa prometió hacer un pan casero para que acompañemos el almuerzo.
Los bici voladores de El Impenetrable
La historia que abre esta nota concluyó en la EEP N912 en el paraje Ojo de Agua. Allí durante la mañana del lunes feriado, se dieron tres talleres para la comunidad. El primero fue sobre cultivos, incluyendo hidroponia y semillas que dejaron de regalo para los asistentes la gente del programa Pro-Huerta que lleva adelante el INTA junto al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
Lo siguió un taller a cargo del veterinario Diego Andres Monsell Michunovich, quién habló no sólo de animales de granja si no también de mascotas y sus cuidados, curaciones, etc.
El taller final estuvo a cargo de Matías Carsillo y Joaquín Irusta, mecánico de Scott Store Pilar que viajó a El Impenetrable para ayudar en el curso. Entre ambos, y con la participación activa de los chicos presentes, enseñaron a reparar pinchaduras, cambiar cámaras, ajustar y lubricar cadenas y muchas cosas más. Como dijo Matías en su charla: "la idea no es sólo que puedan reparar las bicis que reciben, si no también pensar en una pequeña salida laboral como bicicleteros". El taller transcurrió entre risas y aprendizajes. LCS lo estaba haciendo de nuevo. No es sólo dar una mano, es ayudar a que esas manos aprendan y puedan cambiar su futuro.
Y llegó el momento tan esperado. Joaquín y Matías habían improvisado un circuito con troncos y cintas en la polvorosa cancha de fútbol, que se convirtió en un gran desafío de MTB. No había subidas y bajadas, pero sí curvas cerradas, rectas veloces y mucho pero mucho polvo suelto. Las 16 bicicletas traídas desde Buenos Aires y preparadas por Scott Store Pilar y San Isidro estaban en sus respectivos bicicleteros, esperando por los chicos. Las bicicletas, como aclaró Jero Chemes a la comunidad, son de la Escuela y sólo de la escuela. Están para que los chicos y los maestros las usen, pero siempre deberán volver al bicicletero y ser arregladas cuando algo no funcione correctamente. Será todo un experimento social para la comunidad y para LCS.
"¡Vamos a dar una vuelta!", gritó Mati y allá fueron todos encolumnados detrás de Joaquín, que hacía de guía. Una vuelta al circuito y parada a la sombra. La temperatura estaba alta pero el entusiasmo podía más. Volvieron a salir a pedalear y no pararon más. Las sonrisas en las caras de los chicos era la respuesta a todo. La tierra volaba pero a nadie le importaba. Hay bicis nuevas y hay que disfrutarlas. La pedaleada incluyó ir hasta el camino de la entrada y volver. Los chicos del EEP N912 de Ojo de Agua y los del Learning de Olivos se mezclan como sólo los chicos saben hacerlo. Son un pequeño malón de bicis riendo, gritando y disfrutando.
Nadie se queda sin andar en bici si Rochi está cerca.
Manu Miguens se puso la 10 para que todos anduvieran en bici, incluso los que no sabían andar.
Elder, el Da Vinci de El Impenetrable
Pero nos quedaba una parada más. Salimos de Ojo de Agua a eso de las 15 y encaramos con las dos Ranger y las dos Transit más adentro en el monte. El camino cada vez se hacía más angosto y la Transit mini bus que vengo manejando se lleva puestas varias ramas de árboles que invaden el camino porque no están acostumbradas a que pase algo de 2.8 metros de altura. Pasamos una tranquera, dos, y de pronto el camino se abre. Vemos un horno de los que usan para quemar madera y hacer carbón. Más allá una noria y ahí nomás una casa muy humilde. Las paredes son de ladrillos y el techo de lo que se pudo. Allí viven Elder y Mariela, su mujer, que es la primera en salir a saludar. El abrazo con Popi es eterno y las lágrimas le brotan a las dos. Cuando logran separarse del abrazo, Popi y la directora del Learning le entregan cuatro frazadas tejidas a mano por los chicos del colegio, para Elder, su mujer y sus dos hijos. La amplitud térmica es muy grande acá y en invierno las noches son muy frías. "La última vez me dijiste que te hacían falta unas frazadas, acá están, las hicieron a mano", le dice Popi entre lágrimas. Mariela las recibe y las abraza.
Elder hizo una nueva casa al lado de la otra. La nueva no sólo tiene ladrillos que él mismo fabrica, si no que además, varios ladrillos están cocidos con una decoración especial que hizo su mujer: un corazón. Acá tampoco hay puerta de entrada. Todo está abierto y la casa arranca con una galería que se va cerrando hasta llegar a los cuartos, que sí tienen puerta. En el fondo hay algunos fierros que nadie sabe si funcionan o no. Un viejo Duna con unos pavos que salen de abajo. Un scooter Motomel que seguro tuvo un mejor presente que el de ahora. Una Guerrero 150 que conserva el estilo pero denota haber batallado mucho.
Elder es "el Da Vinci de El Impenetrable", tal como lo definió Jero. Y cada paso que das por su casa y alrededores te vas dando cuenta que algo de razón tiene. Es autodidacta. Hace sus herramientas, sus máquinas. La mezcladora de la pasta para hacer ladrillos la armó él sólo, desde cero, con sus manos y herramientas. Lo mismo con los moldes y el horno donde los cocina. Orgulloso, no es para menos, nos da una recorrida por su fábrica de ladrillos ("ahora no estoy haciendo muchos, la última vez me querían pagar muy poco y no me sirve venderlos así"), y después le muestra a los chicos el horno donde se hace el carbón. Su paso es tranquilo, su tono es suave. Elder no da cátedra con su tono de voz, nos enseña abriendo su vida.
FIN
Y un día pude viajar a El Impenetrable con La Chata Solidaria. Se lo debía a Jero. Me lo debía a mí. "No sabés cómo te envidio", me respondió por Whatsapp mi mamá con sus 93 años y fan #1 de LCS a uno de los mensajes que le mandé contando lo que veía y pasaba allá. "Tu vieja lo va a vivir y revivir a través tuyo cada vez que te vea", me tiró alguien que la conoce. Ya no quedan lágrimas para sacar. Ver en vivo lo que JC ha contado decenas de veces en este blogcito o me ha relatado café o sánguche de por medio, no tiene precio pero, por sobre todas las cosas, pone en dimesión lo que es el trabajo de LCS en ese lugar abandonado por ese Estado que dice ser el que te salva, el que está siempre presente. Las pelotas presente. Y no voy a pedir perdón por el exabrupto porque es el peor abandono: el abandono que se hace sabiendo que dejás gente a la buena de Dios o de una ONG que se disfrace de superhéroe.
Sigo movilizado. Sé que voy a volver. Y ahora sé que el trabajo de LCS y todas las ONGs que trabajan en esa zona es interminable. No porque no sepan hacerlo, si no porque lo hacen contra un gigante inútil, lento, terriblemente garca y que sólo se ocupa de lo que le puede redituar algo como beneficio. Ese gigante se llama Estado y hace décadas que hace lo mismo. ¿Yo? Fan de cada uno de los integrantes de La Chata Solidaria y recontra fan de ese puñado de chicos que dijeron "voy" y se pasaron dos días enteros jugando con chicos a los que no conocían pero los trataban como sus amigos de toda la vida.
Porque ese es el espíritu de LCS: las ganas de ayudar se transmiten y si tenés ganas te invaden. Ayudar está ahí, a la vuelta de la esquina y te va a costar menos de lo que ese café que tomás mientras leés esto. La Chata Solidaria nos necesita siempre. Porque ellos son los que siempre están para los que necesitan.
Texto y fotos de O.C.