Texto de Denis A. Mio
Fotos de Martín Gómez
Cada año tengo el agrado -y el honor- de redactar esta breve nota para Motor1-Autoblog y jugar un ratito a ser "periodista automotriz", para luego regresar a mis faenas diarias, que en mi caso es la Docencia. Y acá es donde encontramos el punto en común con los amigos del Autoclub Berazategui: ¿acaso son una agrupación de Maestros y Profesores? No, son el club de vehículos antiguos y clásicos que desde 2012 organiza el Salón de Automóviles y Motos Clásicas, cuyo principal objetivo es difundir la preservación y restauración de este tipo de vehículos. Es decir, ambos buscamos compartir algún tipo de conocimiento -y pasión-.
Tal como se anunció hace un mes, a lo largo de cuatro jornadas el Centro de Actividades “Roberto de Vicenzo” recibió a 25 mil personas que no se enteraron si hacía frío o calor, si llovía o había un tornado. Afortunadamente no pasó nada de todo esto: no se registró ningún desastre natural entre el 20 y el 23 de julio.
Como es de costumbre, los visitantes deambularon entre los autos y motos, husmearon los stands de memorabilia y repuestos, para luego retornar a sus hogares sin haber gastado ni un solo morlaco en la entrada, ya que la misma fue gratuita. Distinta debe haber sido la ecuación para coleccionistas que se llevaban autitos a escala y el repuesto que le faltaba para mimar a su amante de cuatro (o dos) ruedas. Tampoco faltó el cupo artístico: estuvieron presentes los artistas Rafael y Ángel Varela, Nicky Chiarello, entre otros. Un nuevo y excelente motivo para desembolsillar unos pesos y embellecer la oficina, la casa o el garage.
En definitiva, se exhibieron alrededor de 80 autos y 50 motos con la habitual calidad de restauración y/o conservación a la que ya estamos acostumbrados. A eso, sumemos la variedad: recordemos que no es tarea fácil juntar esa cantidad de vehículos sin que estos se repitan año tras año.
La décima edición no dejó de sorprender, con maravillosos ejemplares de múltiples orígenes y antigüedades. A continuación, los 10 elegidos de Motor1 Argentina:
1. Un Rombo redondo
Renault tuvo gran variedad de emblemas a lo largo de su historia. Entre 1899 y 1925 hubo cuatro círculos, y el rombo recién se estableció ese mismo año. Por ese motivo, este curioso Renault no carga con un rombo a cuestas como emblema, sino con un extraño círculo. Recién terminado de restaurar y presentado en sociedad en este evento, el Museo del Automóvil Rau de La Plata llevó el vehículo más antiguo del salón: este Renault Type DM de 1910 con carrocería Landaulet, cuya iluminación consta de dos faroles delanteros a carburo con gasógeno ubicando en el estribo, faros laterales y traseros a kerosene; y un motor de 2.1 litros y 11 HP.
Simplemente, un auto que nos dejó sin palabras, por su rareza, por su belleza, por esa armonía que hay entre el bronce, la madera y la chapa, y por un sinfín de cosas más que resultan indescriptibles. Aquellos que lo hayan visto, nos entenderán. Y los que no, vayan a apreciarlo al museo platense. Simplemente, imperdible. Un ejemplar único por estas pampas (y muy poquitos en todo el mundo).
2. Fuera de serie nacional
Argentina es un país muy peculiar. Y también lo son algunos prototipos que fueron naciendo entre los 60s y 70s. Aquí nos topamos con este muy bien logrado Andino GT, un modelo que fue concebido a mediados de 1966, nacido en 1968, presentado en 1970 y discontinuado para 1981. De la mano de Luis Varela y con la colaboración de otras grandes mentes argentinas, nacía este fuera de serie nacional, que podía comprarse armado y costaba lo mismo que un Torino 380, o en kit para armar, reduciendo considerablemente su costo.
Como se acostumbraba en ese entonces, las soluciones mecánicas del Renault Gordini eran las que primaban en este tipo de proyectos. Pero husmeando un poquito ya en 2023, nos encontramos con una grata sorpresa: la planta motriz es la de un Renault 12 Alpine. Entonces, tenemos la explosiva combinación de 110 HP con un peso de 675 kg.
3. La moto policial argentina que no pudo ser
Inédita y nunca vista, esta motocicleta de fabricación nacional fue un prototipo creado a fines de los 60s pensado para motorizar a las fuerzas de seguridad, más puntualmente a la Policía Federal Argentina.
La Motuva 650 contaba con un diseño muy particular para la época y una motorización muy conocida por los argentinos: la del Citroën 2CV/3CV. De hecho, también contaba con la autorización y licencia de la marca. Entonces, ¿qué pasó con este proyecto tan prometedor? Fracasó, como tantas otros en Argentina, pero no fracasó por la moto en sí, sino por todas las trabas burocráticas -léase: coimas- que debía atravesar.
4. ¡Qué elegancia la de Francia!
El distinguido diseño que porta este Peugeot 504 coupé de 1979 pasó por el lápiz de Pininfarina y es muy distinto al que estuvimos acostumbrados a ver por estos lares durante 30 años. Si el 504 en Argentina fue un símbolo de status en sus inicios y elegido por los taxistas hacia fines de los 90s es por algo: robustez mecánica y un andar de alfombra voladora. Esta coupé francesa redobla la apuesta, con suspensión trasera independiente y un motor alimentado por inyección mecánica en lugar de un carburador.
5. Opulencia inglesa
Este sobrio y lujoso vehículo del segmento F es un Jaguar MK VII de 1951, cuya mera presencia logra intimidar hasta al más refinado francés. Bajo esa suntuosa carrocería, se esconde el precursor de los motores que llevarían los siguientes modelos de la marca hasta 1992: 6 cilindros en línea con doble árbol de levas a la cabeza, dejando atrás el motor con válvulas a la cabeza y el árbol de levas en el block.
Si quisiésemos compararlo con un vehículo actual de similares condiciones, estaríamos hablando de un Rolls Royce Phantom o un BMW Serie 7, ni siquiera un Jaguar XF que pertenece al Segmento E. ¿Confundido con el asunto de los segmentos? Esta nota es para vos.
6. English breakfast
Tan tradicional como un desayuno inglés, esta Norton ES2 de 1947 tiene un motor de 4 tiempos y 500 CC de cilindrada. Para ese entonces, el cuadro “colchón de plumas” no estaba disponible (leer más), pero igualmente era adorada por su facilidad de mantenimiento y fiabilidad. Justamente en 1947, la ES2 incorporó una innovadora horquilla delantera telescópica amortiguada hidráulicamente y una suspensión trasera de émbolo desarrollada para las carreras.
7. Una diosa francesa
Antes de que DS fuese una marca independiente del grupo Stellantis, era un modelo de Citroën que nació en 1955. También era un juego de palabras, ya que en francés DS se pronuncia como “Diosa”.
Podríamos decirle Diosa. O trompa de tiburón. O plato volador. Llámenlo como quieran, pero este Citroën DS 19 de 1961 cuenta con un diseño espectacular y futurista que llevó nada menos que 18 años de desarrollo, con una aerodinamia de avanzada y soluciones mecánicas muy curiosas, como la suspensión hidroneumática que permitía ir variando la altura del vehículo de acuerdo a la necesidad, e incluso circular con una rueda menos. Seguramente se cuestionen “¿para qué quiero andar con tres ruedas?”. Puede ser muy útil, sino miren a Charles de Gaulle.
8. Alas de murciélago y ojos de gato
Faros traseros con forma de ojos de gato (o lágrimas), aletas que nos llevan a la carrera espacial entre EE.UU. y la Unión Soviética, y unas tomas de aire delanteras por encima de la parrilla que no cumplen ninguna función. Eso y mucho más, representa este Chevrolet Impala coupé de 1959.
Más allá de lo polémico del diseño, este modelo de la marca del moño dio nacimiento a la segunda generación del Impala, con mayores dimensiones y diversas opciones de carrocería, con techo duro o convertible, de 2, 4 y 5 puertas en su versión Station Wagon, todas combinables con serenos motores 6 cilindros en línea o melodiosos V8 de hasta 5.7 litros.
9. Una moto de otro planeta
Gilera Argentina importó desde Italia 12 unidades de esta Saturno Corsa Piuma. Este ejemplar de 1956 tiene un motor 500 CC con un único cilindro que parece una cacerola. En particular, esta moto fue piloteada por Benedicto “Chiche” Caldarella, que en otrora perteneciera a su padre. En la primera carrera Chiche rompió una válvula, pero en la segunda ganó. Y desde entonces ésta forma parte de su colección de motos y está dentro de sus diez favoritas. ¿No lo sabían? Entonces no leyeron Miuramag. En el número 5 de la revista van a encontrar “Los 10 de Chiche Caldarella”. Apúrense porque ya van por el número 19…
10. Desde Ushuaia hasta Alaska
Buena compañía y una coupé Chevrolet de 1940. ¿Hace falta algo más para ir hasta Alaska? Para Nahuel y Florencia, no hace falta nada más. Podrían haber elegido cualquier vehículo más rápido o más cómodo, pero decidieron hacerlo a bordo de esta cupecita réplica de la que alguna vez piloteó Juan Manuel Fangio y ganó el Gran Premio Internacional del Norte, uniendo Buenos Aires, La Paz y Lima, dándole su primer triunfo al chueco.
La diferencia es que esta vez unirán Ushuaia con Alaska, con la simpleza del motor 6 cilindros de 3.5 litros y mucho entusiasmo, dispuestos a afrontar todas las aventuras que puedan surgir a lo largo de los dos o tres años estimados de viaje. Si quieren seguir a este valeroso matrimonio y su pequeño hijo, pueden hacerlo en sus redes que van a encontrar bajo el nombre Hastalaska40.
D.A.M. / M.G.