Desde Goodwood (Inglaterra) - El Pronello Huayra Ford llegó hoy al Goodwood Festival of Speed en Inglaterra, el evento de autos de todas las épocas más grandes del mundo. El sport prototipo diseñado y construido por Heriberto Pronello en la Argentina se exhibe en el exclusivo Brooklands Paddock, donde se encuentran algunos de los autos más valiosos del evento. Junto a dos Ferrari 250 GTO, el Tyrrell de Jackie Stewart, el Brabham de Carlos Reutemann y el Peugeot 405 Pikes Peak de Ari Vatanen se encuentra el auto argentino, llevado hasta Inglaterra por su propietario, Ricardo Zeziola (ver historia).

El Huayra estará corriendo por la famosa Hillclimb (la trepada que pasa frente al castillo de Goodwood) el viernes, sábado y domingo (ver transmisión en vivo).

Por razones de salud, Heriberto Pronello no pudo asistir a Goodwood, pero estuvo representado por un admirador suyo: el ingeniero argentino Sergio Rinland, quien analizó el diseño aerodinámico del Huayra Ford en el Catesby Tunnel, en Inglaterra (ver nota previa). Rinland presentó esta mañana en Goodwood los resultados de ese estudio, donde se confirmó el espectacular coeficiente aerodinámico del auto argentino: Cx 0.25 (sin cola larga) y Cx 0.23 (con la cola larga colocada, para circuitos veloces).

Motor1 Argentina entrevistó a Rinland en Goodwood y el diálogo completo se reproduce a continuación.

-¿Cómo surgió la idea de probar el Pronello Huayra Ford en el Catesby Tunnel?

-El Catesby Tunnel es un túnel de viento poco convencional. Normalmente, en los túneles de viento el auto se encuentra detenido y recibe el viento de un gran ventilador. Catesby es un antiguo túnel ferroviario, que con un grupo de socios convertimos en un túnel de viento donde los vehículos se mueven a lo largo de su extensión de 2.7 kilómetros. Es una prueba en condiciones de ambiente controlado y más cercana a la realidad. Con Heriberto Pronello y con Ricardo Zeziola, propietario del Huayra, veníamos charlando hace rato sobre la posibilidad de realizar esta prueba y finalmente ahora se concretó, gracias a que el auto llegó para Goodwood.

-¿Cómo se realizó el ensayo?

-La prueba aerodinámica fue muy interesante, porque contamos con la participación de mis alumnos de la Cátedra de Aerodinámica de la Universidad de Oxford y tuvimos el apoyo de empresas como EvoScan, que nos facilitaron los sensores que colocamos en el auto para realizar la medición. Medimos la resistencia aerodinámica, también llamada "Drag", y el efecto suelo del auto, que era un concepto poco estudiado en esa época. La prueba se realizó a una velocidad máxima de 100 km/h.

-¿Y cuál fue el resultado?

-Recordemos que, en los años '60, cuando comenzó el desarrollo del Huayra, Pronello había hecho una prueba con una maqueta en escala en un túnel de viento aeronáutico en Córdoba. En aquél momento se había obtenido un coeficiente aerodinámico de Cx 0.22. Pero esa maqueta no tenía las tomas de aire que tiene el auto real ni las torretas de la admisión sobre el capot. Tampoco tenía la apertura de las ruedas y fue una prueba estática. Así que sabíamos que el resultado iba a ser superior a 0.22. Bueno, al final no fue tan superior: obtuvimos un Cx 0.25 con la cola corta y un Cx 0.23 con la cola larga, que el Huayra utilizaba en los circuitos más veloces.

-¿Era fácil lograr un valor de ese tipo en esa época?

-No, ni en esa época ni ahora. Es un valor que ninguno de los autos que lo rodean en el Brooklands Paddock de Goodwood logran acercarse. Es un valor espectacular para un auto de competición.

-¿Y cómo hizo Pronello para lograr ese resultado sin elementos de medición como existen hoy?

-Lo logró con un auto que tiene una gran limpieza de líneas, cuya única carga aerodinámica viene del piso, porque eso fue lo revolucionario del Huayra. Fue un auto que no necesitó grandes alerones para viajar pegado al piso, gracias al flujo de aire que se canaliza bajo el auto. Es un logro muy destacabale, porque eso hoy se logra pegando el auto bien cerca del piso. Un auto de Le Mans hoy tiene un despeje de apenas 2.5 centímetros del suelo a la altura de la trompa. El Huayra, por reglamento, está ubicado a 12 centímetros del piso.

-¿Y cómo se le ocurrió a Heriberto usar el efecto suelo?

-Bueno, porque es un genio, nada más. El efecto suelo es un concepto que comenzó a utilizarse en la competición algunos años después. El Huayra es contemporáneo de autos como el Chaparral, que tenían grandes alerones sobre el auto. Pronello usó el auto entero como si fuera una pieza aerodinámica completa, un ala que viaja pegado al piso. Con la cola larga, por ejemplo, el auto lograba que el motor trabajara 300 rpm por encima del régimen normal en circuitos como Rafaela. Esa es una gran diferencia en velocidad final.

-¿Habló con Pronello después de la prueba en el túnel?

-Sí, estaba contento, pero él mismo ya sabía desde hacía años lo que ahora corroboramos en el túnel. Por eso quisimos hacer esta prueba, porque es una manera de homenajear a un genio como Heriberto.

-¿Cómo fue que el automovilismo argentino logró en esa época crear prototipos como el Pronello Huayra Ford?

-Fue una época donde se juntaron muchos genios, que a su vez contaron con el apoyo de los grandes fabricantes. Estaba Oreste Berta con IKA-Renault, Pedro Campo con Chevrolet y Heriberto Pronello con Ford. Como dice Heriberto: 'Nosotros creamos estos autos y nosotros nos encargamos también de matarlos'. El automovilismo había entrado en una carrera de desarrollo muy avanzado, pero también muy costoso. Las automotrices apoyaron con decisión al comienzo, pero después los presupuestos se dispararon. Al mismo tiempo, desde el Turismo Carretera comenzaron a ver que los Sport Prototipos estaban opacando al TC y ahí es donde se puso un freno al desarrollo. Fue una época inolvidable del automovilismo argentino, con una serie de circunstancias que difícilmente se vuelvan a repetir.

Entrevista de C.C.

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Ricardo Zeziola y su Pronello Huayra Ford, esta mañana en Goodwood. Lo acompañan el ingeniero Sergio Rinland (izquierda) y el historiador Gabriel de Meurville (derecha).

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Rinland presentó los resultados de las pruebas aerodinámicas realizadas en el túnel de viento de Catesby (Inglaterra).

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El Pronello se exhibe en el Brooklands Paddock, junto a varios autos legendarios.

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Hay dos Ferrari 250 GTO.

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Está el Brabham de Carlos Reutemann y el Tyrrell de Jackie Stewart.

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"Para Carlos", el recuerdo de Gordon Murray en el Brabham.

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Está el insólito Williams de seis ruedas, que nunca llegó a competir.

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Justo atrás del Huayra, el Peugeot 405 Turbo 16 Pikes Peak de Ari Vatanen.

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Algunos pagaron su ticket. Otros tenemos credencial de prensa. Ricardo Zeziola recibió un pase exclusivo a todos los rincones de Goodwood, en agradecimiento por haber llevado el Pronello Huayra Ford.


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