Texto de Gonzalo Roca Acevedo

Las ópticas con sistemas de iluminación por LED y por descarga de gases (HID, High Intensity Discharge, que en español quiere decir “lámpara de descarga de alta intensidad”, también conocidas como “Xenón”, por ser uno de los gases nobles que suelen tener) son excelentes: ofrecen más seguridad gracias a su mejor capacidad lumínica, pero sólo si el sistema óptico donde se encuentran las lámparas fueron diseñados desde el comienzo para este tipo de fuente.

Las lámparas LED y HID producen más luz con menos energía. Su uso en automóviles tiene muchas ventajas, siempre que la luz sea ubicada donde uno la necesita: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”, decía un antiguo adagio, y no puede ser más correcto.

Instalar lámparas LED o HID en una óptica que no fue diseñada para este tipo de lámparas no sólo iluminarán menos (aunque deslumbren más), sino que serán un peligro para otros conductores.

Veamos un ejemplo simple, para comenzar: caminamos en la oscuridad absoluta con una vela. Lo que necesitamos ver se encuentra delante nuestro, pero si miramos la vela, su brillo nos enceguecerá e instintivamente pondremos la mano para tapar su brillo. El mismo concepto se aplica en un auto con luces prendidas: queremos ver hacia adelante sin enceguecernos nosotros y al resto de las personas con las que compartimos el camino.

El patrón de iluminación de una óptica de un auto está definido muy estrictamente, para iluminar correctamente el camino y los carteles en la mano derecha, sin enceguecer a los conductores que tengamos delante de nuestro vehículo (tanto de mano como de contramano), siempre que tengamos las luces bajas prendidas. La ubicación del filamento en una lámpara es precisa al milímetro. Modificar su localización cambiará el ángulo en el que la luz es reflejada por la óptica, dejando pasar luz hacia lugares para donde no fue diseñada.

¿Qué ocurre si modificamos las ópticas de nuestro vehículo, cambiando las lámparas que trae originales por otras más potentes o de otra tecnología? ¿No les ocurrió que circulan por la ruta de noche y el auto de atrás les ilumina el techo con una luz blanca brillante? ¿O que viene un auto de frente, que parece tener las luces altas prendidas y no los deja ver el camino?

Eso es exactamente lo que ocurre, como se puede ver en las siguientes fotos:

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¿Te sentís identificado con este problema?

Analicemos el problema: veamos por ejemplo un emisor LED, un filamento halógeno y un gas ionizado emitiendo luz producido por una lámpara de descarga de alta intensidad.

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Como se puede apreciar, la distribución y la cantidad de luz emitida es muy diferente en cada uno.

La ubicación del punto focal del filamento y de las otras lámparas es diferente y, al reemplazar la lámpara halógena la luz no solo estará enfocada incorrectamente, al tener mayor intensidad se verá más fuerte y brillante pero en realidad, estará empeorando la visión nocturna al iluminar para cualquier lado y poniendo en peligro a otros conductores: esa óptica que recibe luz en partes donde no fue diseñada para hacerlo, estará reflejando esa luz en forma descontrolada para todos lados.

Estas modificaciones en los vehículos son ilegales, según la Ley Nacional de Tránsito Argentina (Nº 24.449), donde dice en el Artículo 31: “Queda prohibido a cualquier vehículo colocar o usar otros faros o luces que no sean los taxativamente establecidos en esta ley, salvo el agregado de hasta dos luces rompeniebla y, sólo en vías de tierra, el uso de faros buscahuellas.”

Y el artículo 34 recuerda: “Las características de seguridad de los vehículos librados al tránsito no pueden ser modificadas, salvo las excepciones reglamentadas.”

Lamentablemente, autos y camiones aprueban cotidianamente sin problemas las verificaciones técnicas obligatorias. La falta de verificaciones técnicas móviles aleatorias a la vera de la vía (Artículo 34 de la Ley de Tránsito), agrava este problema, que permite que circulen por calles y rutas vehículos en infracción. La Ley está, pero no se la cumple.

El autor de esta nota consultó a la ANSV (Agencia Nacional de Seguridad Vial) sobre el tema, y el ente respondió que la ley prohíbe las modificaciones, y remitieron la consulta “al área competente”, para nunca más obtener respuesta.

Este problema se puede ver al circular por cualquier ciudad, ruta y autopista: los autos modernos que traen lámparas de alta potencia nunca alumbran hacia arriba, sólo hacia delante y por debajo de la línea de la cintura de los vehículos. Y, en general, lo hacen con una línea de corte bien definida, como en la siguiente foto, comparado con un vehículo donde una lámpara halógena fue simplemente reemplazada por una lámpara led o HID.

Patrón de luz de una óptica diseñada para una lámpara led, vease la línea de corte perfecta y la ligera elevación hacia la derecha bajo norma DOT:

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Patrón de iluminación de una óptica halógena a la que se le cambió la lámpara por una lámpara led (obsérvese la pérdida de la línea de corte bien definida y la iluminación descontrolada en la parte superior de la pared):

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Esto también se puede apreciar muy bien en pruebas controladas. En la primera imagen veremos el patrón de iluminación de una lámpara halógena en una óptica diseñada para esa lámpara (números indican grados hacia arriba/abajo izquierda/derecha, números inferiores indican potencia lumínica en candelas):

Veamos ahora esta misma óptica a la cual se le reemplazó la lámpara halógena por una lámpara de descarga de alta intensidad:

No hay que ser un experto para poder apreciar que tanto la distribución de la luz como la potencia emitida se transforma en algo que ilumina completamente al azar al modificar una óptica cambiando el tipo de lámpara.

Sigamos con los ejemplos y veamos el mismo modelo de auto, uno con lámparas originales de fábrica y otro cuyas lámparas fueron reemplazadas por otra no diseñada para esa óptica en el de la izquierda:

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Por último, veamos desde el punto de vista de la altura de una persona normal, un Toyota Corolla al que le modificaron las luces y le pusieron lámparas HID en lugar de las halógenas (nótese como la imagen está tomada por una persona que se encuentra parada y la luz parece apuntarle directo a la cara y el reflejo en la parte alta de la pared en la izquierda):

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Y nuevamente un Toyota Corolla que en esta oportunidad trae luces LED con ópticas diseñadas para tal (noten como la imagen está tomada casi a la altura de la óptica y así y todo no encandila ya que la luz posee línea de corte correctamente ubicada):

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Las luces que encandilan siempre fueron un problema, pero las nuevas tecnologías se transformaron realmente en un flagelo al conducir. Sólo nos queda esperar a que en algún momento las autoridades tomen carta en el asunto como han hecho en otros países, y activamente detengan vehículos que circulen con luces modificadas ilegalmente, ya que son un verdadero riesgo de seguridad al volante.

G.R.A.

* El autor es Licenciado en Ciencias Biológicas, doctor de la UBA (Farmacia y Bioquímica).
Investigador del Conicet en el área de la Toxicología y fotógrafo aficionado. Contacto: Ltcdata_cerati@hotmail.com

Galería: Cómo afectan tus luces modificadas a los conductores que te rodean

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