Desde Pilar (Buenos Aires) – Desde la calle, un cerco de árboles y un portón negro no permiten ver mucho más allá, pero el pequeño cartel iluminado de “Cars” indica que estás en el lugar indicado. Al abrirse el portón eléctrico, un caminito de piedras bien compactado  y liso te lleva a través del predio de diez hectáreas, encabezado por dos naves de vidrio y acero negro, con prolijo aspecto futurista. Bienvenidos a Cars, el emprendimiento para coleccionistas de autos de Federico Álvarez Castillo, responsable de marcas de ropa emblemáticas -como Mango, Diesel y Motor Oil- y actual dueño de Etiqueta Negra.

Cars fue un proyecto nacido antes de la pandemia, que se presentó en sociedad en el Rally Pre 1000 Millas Sport (ver nota). La semana pasada lo visitamos para entrevistar al dueño de casa, que tenía una novedad para presentar: Álvarez Castillo sumó un Ford Mustang Mach 1 a su colección (leer crítica) y lo personalizó con accesorios deportivos importados de Estados Unidos, para resaltar aún más su diseño: “No es un auto barato, pero a todos mis amigos que me preguntan por qué me lo compré, les respondo: ‘¿Qué otro deportivo 0km te podés comprar por esta plata y con 475 caballos de potencia?’ Es un delirio lo bien que anda. Lo llevé hace poco a Punta del Este y otro coleccionista de autos argentino me lo quiso comprar, pero no: no es fácil conseguir otro y me encanta cómo quedó con los accesorios”.

Motor1 Argentina entrevistó a Álvarez Castillo y el diálogo completo se reproduce a continuación.

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Federico Álvarez Castillo tiene 62 años, es empresario de la moda, desarrollador inmobiliario y coleccionista de autos.

-¿Cuál es el primer recuerdo que tiene de su pasión por los autos y motos?

-Cuando tenía 11 años fui con mi mamá a visitar a un tío, que tenía una casa muy humilde en la zona de Burzaco. En el fondo de la casa tenía un gallinero. Ahí adentro -abandonada, toda oxidada y con las gallinas paradas encima- había una moto Puma 98. Me encantó y mi tío me dijo: ‘¿Tanto te gusta esta moto? ¡Te la regalo!’ Fue mi primera moto y es la que hoy tengo al lado de mi escritorio. Con un amigo la restauramos y la pusimos en condiciones, hasta que después de varios meses la pudimos poner en marcha. Ese fue mi primer contacto con los fierros. Al poco tiempo, empecé a trabajar en un taller de motos. La parte de mecánica siempre me gustó mucho.

-¿Con qué auto aprendió a manejar y cuál fue el primero que se compró?

-Aprendí con una coupé Ford ’37, que tenían unos primos. Yo tendría unos 13 o 14 años cuando me la dejaron manejar. Fue una locura de parte de todos, porque apenas podía ver por encima del volante. Fue una experiencia que me dejó enloquecido. Esa noche casi no pude dormir, porque era un auto casi de carreras. Y el primer auto que me compré fue un Fiat 600, a los 18 años. Lo tuve un montón de tiempo, porque no tenía un mango. Fue la época en que comencé con la moda, donde arranqué como cadete y fui progresando.

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La Puma 98 que le regaló su tío, a los once años.

-¿Y cuál fue el primer auto de colección que compró?

-Fue un Jaguar XK120. Lo compré en la década del ‘80. Lo restauré, lo mejoré, lo vendí y compré uno mejor. Así empecé: vendía dos o tres autos para comprar uno. Nunca compré autos restaurados y listos para exhibir. Siempre me gustó comprar autos que necesitaran un poco de tiempo y trabajo para volver a ponerlos en condiciones. Así terminé armando esta colección, que hoy tiene un cierto valor, pero que se fue dando de manera natural, agregándoles siempre valor. No soy un coleccionista que vaya a un concesionario y se lleve una Bugatti Veyron 0km de edición limitada. Mis autos me gusta encontrarlos, que tengan historia, que me obliguen a viajar para conocerlos y mejorarlos. Cuando logré tener los Aston Martin DB4 GT y el Ulster, pensé: ‘¿Por qué no me concentro mejor en tener 20 excelentes autos en lugar de 100 más o menos?’ Y así se fue perfilando mi colección actual, que está centrada en modelos de Aston Martin, donde tengo un ejemplar por cada década de historia de la marca. Todavía hay muchos ejemplares de Aston Martin que me gustaría sumar. Es una marca que me gusta, porque tiene autos de preguerra y postguerra. Ferrari, por ejemplo, es una marca que me encanta, pero no tiene autos de preguerra. Lo que me gusta de los autos es su historia, lo que transmiten al manejarlos y la pasión que generan. Por suerte, esa pasión también se está transmitiendo a los chicos más jóvenes.

-¿De qué manera lo percibe?

-En Punta del Este, con el Mach1. En cada esquina había varios chicos filmando y sacando fotos con sus celulares. No sólo a mi auto, también a todos los que se suelen ver en temporada por ahí. La pasión por los autos sigue intacta en las nuevas generaciones.

-¿Cuáles son los autos favoritos de su colección y por qué?

-En primer lugar, el Aston Martin Ulster, que salió sexto en Le Mans. Es un auto muy importante por su historia y con el que hice muchas cosas: lo expuse en Pebble Beach y corrí la Mille Miglia. Lo tengo hace mucho tiempo, así lo que compré por muchísimo menos de lo que hoy vale. En segundo lugar mencionaría el Aston Martin DB4 GT, porque existen muy pocos en el mundo y por su historial deportivo: este ejemplar obtuvo un segundo puesto en Brands Hatch, en la época donde las Ferrari dominaban las carreras de autos sport. Aston Martin editó un libro específicamente dedicado a este ejemplar, lo tengo en mi biblioteca. Es un auto con el que viajé también a muchos eventos, como la Tour Auto de Francia, que dura una semana entera y recorre todos los circuitos históricos del país, incluyendo Le Mans.

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Jaguar XK120.

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Aston Martin Ulster

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Aston Martin DB4 GT.

-¿Cómo nació el proyecto de Cars y a qué tipo de público apunta?

-Originalmente, yo tenía el garage de mis autos atrás del local de Etiqueta Negra, en San Isidro. Cada vez que quería usar uno de los autos había que subirlo a una plancheta y llevarlo hasta el peaje de la Ruta 6, porque salir por las calles de la ciudad es un problema, con los lomos de burro, semáforos, baches, tránsito y todo lo demás. Como yo vivo en Tortuguitas, comencé a buscar un terreno donde armarme un galpón o una nave para tener mis autos. Buscaba un lugar de acceso fácil y una construcción que me permitiera tener los autos expuestos de una manera más prolija. Así fue que encontré este terreno, que es vecino al Pilará Country Club y que está al lado de la Asociación Argentina de Polo, con diez hectáreas para construir varias naves similares. La idea es encontrar vecinos con gustos afines, para compartir la pasión por los autos de colección, con un conjunto homogéneo de naves y sin contaminación visual. Si esos vecinos aparecen, bienvenidos. Si esto queda así, con sólo las dos naves que hay ahora, no pasa nada. Muchos amigos coleccionistas que estaban interesados en el proyecto, con la llegada de la pandemia y la crisis, decidieron irse a vivir a Uruguay. Yo decidí quedarme y tengo esperanzas en la Argentina. Tengo 40 locales de Etiqueta Negra y una marca que es muy demandante de mi presencia. Me encanta trabajar acá, sobre todo ahora que tengo el lugar que siempre soñé para mis autos. Le tengo fe a la Argentina.

-La segunda nave que se construyó en Cars tiene el cartel de “Token Cars”, ¿en qué consiste este proyecto?

-Un Token es como un fideicomiso, pero en forma digital. A diferencia de un fideicomiso inmobiliario, que tiene cuotapartes limitadas, el Token permite una participación infinita de inversores. En los últimos años, los autos se posicionaron entre las mejores inversiones del mundo: mejor que el oro y las acciones de Bolsa. Pero no todos pueden acceder a comprarse un auto de colección. Token Cars va a ofrecer la posibilidad de comprar una parte de ese auto y tenerla como inversión. Hablamos de inversiones muy pequeñas, a partir de pocos dólares. Mis socios en este proyecto son Emiliano Grodzki y Rodrigo Benadón, especialistas en el mercado de criptomonedas.

-¿Qué autos se van a poder comprar a través Token Cars?

-Uno de los autos que estarán disponibles es un Porsche 911-930 Turbo, que tiene apenas 10 mil kilómetros. Ese auto hoy vale 300 mil dólares, puesto en Estados Unidos. Vamos a ponerlo a disposición de los inversores que quieran comprar cuotapartes. Después, cada uno podrá revender la fracción que desee de su inversión digital. Los autos no se usarán y estarán resguardados por un sistema de seguridad en esta nave de Token Cars. La nave funcionará como la bóveda de un banco, con el mantenimiento correspondiente para conservar e incrementar su valor. El valor de la inversión subirá en función de la evolución de su precio internacional, que está en franco ascenso. El resto de los autos tokenizables los vamos a informar al momento del lanzamiento de Token Cars, a mediados de año. Pero ya puedo anticipar que serán autos de los ’60 y ’70, de los modelos más demandados y que permitan encarar una buena inversión. El día del lanzamiento vamos a hacer una especie de subasta de tokens en vivo, para que todos los interesados puedan participar.

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Las dos naves construidas hasta ahora en Cars. A la izquierda, con la colección y oficinas de Federico Álvarez Castillo. A la derecha, la bóveda de Token Cars.

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Las naves tienen dos pisos. Abajo, el espacio para los autos.

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Arriba, las oficinas, donde Álvarez Castillo recibió al equipo de Motor1.

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Este es el Porsche 911-930 Turbo que formará parte de la colección de Token Cars, cuando se lance a mitad de año. Atrás, un Aston Martin Vanquish.

-¿Tiene alianzas con empresas automotrices? Sabemos que en su momento tuvo relación con Jeep y ahora se lo ve más cerca de Ford.

-La historia con Jeep arrancó cuando agarré un Wrangler y lo modifiqué, como ahora hice con el Mustang Mach 1. A los pocos meses, en mi barrio había como 20 Wrangler iguales, que me habían copiado hasta la modificación y el ploteo. Ahí me contactó la gente de Jeep Argentina para hacer cosas con ellos. En ese momento, también tuve una Grand Cherokee SRT8, que tenía una muy buena relación de precio por caballos. Es algo parecido a lo que ocurre ahora con el Mustang Mach 1. No es un auto barato, pero a todos mis amigos que me preguntan por qué me lo compré, les respondo: ‘¿Qué otro deportivo 0km te podés comprar por esta plata y con 475 caballos de potencia?’ Es un delirio lo bien que anda. Lo llevé hace poco a Punta del Este y otro coleccionista de autos argentino me lo quiso comprar, pero no: no es fácil conseguir otro y me encanta cómo quedó con los accesorios. Le hice un ploteo y le traje accesorios de Estados Unidos, como spoiler, zócalos y alerón.

-¿Tiene algún otro Ford?

-Tengo una Ranger Raptor, pero veo que ahora lanzaron la nueva Ranger Raptor, que está buenísima. Quiero cambiarla mañana mismo (leer crítica de Motor1).

-¿Existen autos o marcas que no le gusten?

-Tesla es una marca que no me gusta y que no justifico para nada. Es como si fuera un iPhone. Cumple bien su función, pero nada justifica su valuación a nivel mundial. No tiene sentido que la marca valga más que Toyota, Volkswagen, Ford y General Motors, todas juntas. Es un delirio. No puede valer más que empresas que tienen más de 100 años de trayectoria, con un desarrollo tecnológico y de seguridad increíbles. Tesla generó una revolución en términos de valuación de compañía, pero sin sustento real. Los autos que fabrica Tesla son baterías con cuatro ruedas. Yo no lo convalido. Tampoco me gustan las marcas chinas, que copian diseños consagrados. Me parece algo detestable.

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El Ford Mustang Mach 1 de Álvarez Castillo.

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La carrocería está ploteada y tiene accesorios importados de Estados Unidos: alerón, zócalos, spoiler delantero y stickers.

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Una chata de visita en Cars: la Ford F-150 Raptor que usó el arquero Emiliano Martínez, cuando visitó Argentina en diciembre (autografiada en la puerta por El Dibu).

-¿Cuáles son sus autos soñados, los que le gustaría tener alguna vez en su garage?

-Me gustan mucho los Bentley de preguerra. Tengo un 4½ Litre, que usé para recorrer la Ruta 40 de Argentina, de Norte a Sur. En otros viajes visitamos Machu Pichu y recorrimos Cuba. El coleccionista y diseñador de modas Ralph Lauren tiene una versión Blower, que me vuelve loco. Otro auto que me encanta y que también tiene Ralph Lauren es la Bugatti Atlantic. Y también tendría una Ferrari 250 GTO, como la de Ralph Lauren. Su colección es impecable y está entre las que más admiro del mundo. Cuentan que, entre los años ’80 y ’90, Ralph Lauren convocaba todos los años a especialistas en subastas de Sotheby’s y Christie's, para que le calcularan la valuación de su colección de autos. No quería venderla, pero quería saber todos los años cuánto valía. Hasta que un especialista le dijo una vez: “Mire, no pierda más el tiempo conmigo. Supongamos que usted quiera vender la Bugatti Atlantic negra, que es única en el mundo. Supongamos que viene un industrial chino, de esos que tienen una fortuna de 50 mil millones de dólares. Supongamos que ese industrial chino es un tipo desconocido por la alta sociedad occidental, con 70 años, recién separado de la mujer, un poco feo y que -de un día para el otro- toma la decisión de levantar su perfil público y hacerse conocido en todo el mundo. Comprarle la Bugatti a usted sería una posibilidad. ¿Cuánto estaría dispuesto a pagar ese hombre por la Atlantic, sabiendo que al día siguiente saldría en la tapa del New York Times y se enteraría todo el mundo? ¿Doscientos millones de dólares, quinientos millones, mil millones? Hablamos de alguien con 50 mil millones y 70 años. Puede pagar lo que quiera. Por eso, señor Lauren: no me llame más, es imposible calcular el precio de sus autos". Ese día, Ralph Lauren dejó de preguntar cuánto valía su colección.

-¿Qué consejo le daría a quienes se quieran introducir en el mundo de los autos de colección?

-El mejor consejo que les puedo dar es que sigan su pasión. Si les apasionan los autos, el golf o la arquitectura, ese es el camino que deben seguir. Con los autos, lo más divertido -en mi opinión- es cuando uno se dedica a agregarles valor. Uno aprende de historia, de mecánica, conoce gente y valora el trabajo de los artesanos. Y, además, puede ganarle un pequeño margen para que el hobby sea rentable. Comprar un auto interesante, mejorarlo, agregarle valor y venderlo es una fórmula que siempre da resultado.

Entrevista: Carlos Cristófalo

Fotos: Juan Cristófalo y Orly Cristófalo

Asistente de cámara: Vito Cristófalo

Agradecimiento: Federico Álvarez Castillo, Token Cars e Ivana Tapia.

Echa un vistazo a la increíble colección de autos de Ralph Lauren

Ralph Lauren y su Bugatti Atlantic.

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Hay más fotos de Cars en Pilará tomadas por J.C.C. y O.C., en las dos galerías de acá abajo.

Galería: Federico Álvarez Castillo - Ford Mustang Mach1

Galería: Una visita a CARS Pilará

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