Una vez más, y no es ninguna sorpresa, el mercado japonés de autos 0km estuvo dominado en 2022 por los kei-cars. Estos citycars se diseñan, construyen y venden exclusivamente para el consumidor en Japón y, a pesar del aumento de popularidad de otros tipos de carrocerías (como las SUVs), simplemente son demasiado populares como para desaparecer.
En un mundo donde los citycars, autos urbanos y populares están en pleno proceso de extinción, los kei-cars parecen ser más fuertes que nunca. ¿Cómo lo lograron?
Según los últimos datos de JATO Dynamics, los kei-cars se adueñaron de 1.17 millones de unidades vendidas en Japón el año pasado (ver patentamientos en Argentina). Aunque el volumen cayó un 4% respecto a 2021, estos vehículos icónicos ganaron cuota dentro del mercado de autos de pasajeros en el país asiático. De hecho, el market share pasó del 33.4% en 2021 al 34.1% en 2022. En otras palabras, más de uno de cada tres autos nuevos vendidos en Japón fue un kei-car.
¿Por qué son tan populares los kei-cars?

Sencillamente, son accesibles de comprar y mantener. Por eso, son un actor esencial de la industria automotriz japonesa, ya que mantienen vivas las fábricas locales, más allá de la fuerte presencia de productos que se construyen para los mercados de exportación.
Además, el gobierno japonés creó una legislación específica que pretende impulsar la producción local y las ventas de estos diminutos automóviles. Su objetivo es aprovechar mejor el reducido espacio de las calles del país, ya de por sí abarrotado.
Sin grandes estacionamientos y con unos costos energéticos elevados (Japón depende mucho de las importaciones de energía), los conductores nipones necesitan autos pequeños y eficientes para desplazarse dentro de las ciudades.
Quién es quién en el mercado de los kei-cars

Para ser clasificado como kei-car, el vehículo no debe medir más de 3,4 metros de largo, 1,48 metros de ancho y 2,0 metros de alto. Además, debe tener un motor que no supere los 0.66 litros de cilindrada. Esta legislación ha obligado a las marcas locales a crear autos específicos para el mercado japonés que tienen un potencial nulo fuera del país.
En consecuencia, toda la oferta de kei-cars está compuesta por marcas japonesas y ninguna extranjera. Las ocho firmas de autos más importantes de Japón son las únicas que venden estos vehículos. Toyota es la segunda más pequeña de ellas en volumen de ventas.
En 2022, Daihatsu, la marca hermana de Toyota, lideró el mercado de los kei-cars con casi 349.000 unidades (excluidos los kei-cars comerciales ligeros). Esto supone casi un 30% de cuota de mercado. Le siguió Suzuki, mundialmente conocida por sus autos pequeños, que vendió 336.200 unidades, un 6% menos que en 2021. Y en tercera posición se situó Honda con 263.200 unidades, un 1% más. Por detrás, se colocaron Nissan, Mitsubishi, Mazda, Toyota y Subaru.
El Honda N-Box, por delante

El kei-car más popular en 2022 fue el Honda N-Box. La última actualización permitió a este coche aumentar sus ventas un 7%, hasta las 202.200 unidades. Esto supone casi el doble del volumen vendido por el segundo en el ranking: el Daihatsu Tanto. De hecho, el Daihatsu fue capaz de superar en ventas al Suzuki Spacia, el segundo más popular en 2021, y tercero en el ranking de 2022.
Pero la gran sorpresa en cuanto a volumen y novedades fue el Nissan Sakura. Se lanzó el año pasado como el primer kei-car totalmente eléctrico de Japón. La marca vendió casi 21.900 unidades de este simpático EV, lo que significa que aún está lejos de los líderes.
Sin embargo, como está ocurriendo con las pick-up en EE.UU. y los grandes monovolúmenes en China, el Sakura es solo el principio de una nueva era para los icónicos y diminutos autos japoneses, que probablemente jamás verás por las carreteras de otro país.
F.M.