Texto y fotos de José "Pepe" Jover

Los sigo como referentes del periodismo automotor desde la época de Autoblog Argentina, pero sabido es que para sobrevivir en el medio local hay que reinventarse y ahora lo leo dentro del sitio Motor1 Argentina.

Distinta fue la suerte de SsangYong Motor (tercer fabricante coreano detrás de Hyundai y Kía) en Argentina, cuya última andaduría en el mercado local data del período 2011-2015, bajo el importador Coafi S.A., una firma textil que incursionó en ocasiones como representante local de SsangYong (leer historia), pero que nunca logró consolidarse con una buena red de ventas y asistencia técnica, como sí sucede desde hace decadas en países como Colombia o Chile. Hoy resultaría impensable que, con la actual coyuntura, la marca surcoreana reapareciera en el mercado local donde la situación de los importadores extrazona es de auténtica incertidumbre.

Sin embargo, puedo contar una linda historia para quienes amamos a la firma del "Doble Dragón" (eso significa SsangYong, su logo son las alas). El pasado 9 de noviembre se patentó la última unidad que quedaba remanente de aquél período de importación de Coafi S.A. La compré yo.

Se trata del robusto modelo Kyron M200e-XDI (versión facelift 2007, anunciado en su momento como New Kyron, ver nota), diseñado por el britanico Ken Greenley, el cual fuera producido en Corea y Rusia (con mucho éxito en ese país), entre 2005-2014 y en China bajo el fabricante SAIC Motor bajo el nombre Roewe W5 hasta 2017 (recordemos que Roewe se quedó con la licencia de la britanica Rover).

Esta unidad incorpora el conocido motor D20DT, que es un Mercedes-Benz OM664. Además del modelo Kyron, este motor fue utilizado en los SsangYong Rexton, Korando, Actyon y Actyon Sport Pick-Up. Es un 2.0 litros turbodiesel common-rail, fabricado en colaboración con la firma alemana Daimler-Benz, y que eroga una potencia de 141 cv, con caja manual de quinta o automática. Tiene chasis de largueros y travesaños, con tracción 4x4 y reductora.

Esta última unidad patentada en Argentina fue vendida en la ex agencia oficial SsangYong de Mendoza, llamada "Modena Automotora" (que hoy opera como concesionario Subaru). El ejemplar, por algún que otro motivo, estuvo más de 10 años sin vender.

El comprador es quien suscribe. Soy nacido en Córdoba, pero criado en Buenos Aires, de familia argentino-catalana y actual cónyuge chilena. En oportunidades de visitar al país trasandino nos quedamos asombrados con la simpleza y buena calidad de construcción de los modelos de la marca coreana (poco conocida aquí), como así tambien por el amplio abanico de automotores importados ofrecidos en ese mercado.

En Chile, SsanYong no ha pasado inadvertido. Sus buenas ventas le valieron el reconocimiento de la firma asiática para nombrar al último SUV lanzado hace poco tiempo con el nombre de SsangYong Torres, en honor al Parque Nacional Torres del Paine, en la Patagonia chilena.

La unidad que compré la venía siguiendo desde hacía un buen tiempo, pero en ese entonces no se ajustaba a mí presupuesto. Luego de la pandemia, la agencia había bajado algo su valor de venta, pero ya estábamos entrando en zona de turbulencias en cuanto al mercado automotor local, con falta de dólares e impuestazos. No podíamos ponernos de acuerdo en el precio. Fue así que en este "río revuelto", que es la Argentina actual, en junio pasado se me presentó la oportunidad de adquirir una Chrysler Town & Country 3.6 Pentastar (2012), con 50 mil kilómetros y a un excelente precio. Con algunos arreglos que le fui haciendo, la Chrysler quedó como nueva, dándome además la oportunidad de conocer una delicia de van al estilo americano, con un motor poderoso y una clase ejecutiva premium (estos americanos sí saben cómo vivir). Creo que toqué el cielo con las manos con esa Chrysler. El problema fue que cuando quise subir a la tropa para un viaje: me di cuenta que los muchachos (mis cuatro hijos) habían terminado sus estudios universitarios y ya están en la suya. No se suben más a "la van con los viejos", entonces me di cuenta que otra familia podía aprovecharla y se la vendí a un muchacho de Tigre, a muy buen precio.

Este hombre conocía de minivan americanas porque viajaba asiduamente a Estados Unidos por su trabajo y buscaba una de estas en Argentina. Fue así que con algo de ese dinero, le compré un VW Virtus usado a mi señora. Hacía mucho que no me subía a un auto fabricado en Brasil. Si bien el Virtus tiene algunas cosas (como el espacio interior), me quedó un mal sabor de boca, por la mediocre calidad: me desilusionó VW.
Fue así que, conversando con mí señora chilena, volví a ver la Ssangyong Kyron en venta, pero ahora publicada en pesos, aún así a un valor alto. Le hice una oferta al vendedor y luego de conversar con el dueño logramos ponernos de acuerdo por el precio. Debo decir que previamente hice investigación de mercado: si la Chrysler Town&Country resultaba una figurita difícil, la Ssangyong Kyron hoy día es una rareza. Encontré gente predispuesta y que conocía la marca y otros que directamente me decían que no hay repuestos ni accesorios.

Incluso me contacté con el importador Coafi. Por ahora, mantienen la exclusividad de SsangYong en Argentina, pero no tienen intenciones de importar vehículos por ahora. Es entendible. Igual, me recomendaron en Buenos Aires a uno se sus ex mejores concesionarios, la gente de Galante Vicente López (que ahora vende Haval). Los llamé y ellos hacen el service de la Kyron. De todas maneras, es un tanto lejos para mí: vivo en Villa María (Córdoba). Entonces volví a hablar con la agencia de Mendoza y ellos me dijeron que consiguen los repuestos y accesorios. Les quedó un buen recuerdo y excelente relación con la gente de Coafi.
Así fue que decidí "tirarme a la pileta" porque conocía la marca de Chile. Allá las Kyron son usadas y maltratadas. Diría que el chileno no es igual que el argentino en cómo tratar a los autos. Creo que aquí les tenemos un poco más de cariño a los fierros (¡debe ser porque nos cuestan tanto!). Allá compran muchos coreanos y japoneses (Hyundai, Kia, Toyota, Mazda, Toyota, Mitsubishi, Ssangyong) y desde hace unos años están entrando muchos autos chinos que se posicionaron bien, como MG: Morris Garages alguna vez fue inglesa, pero ahora es china.
En cuanto a garantías para mi Kyron, no existen: solo logré un seguro automotor por el valor de compra y que la agencia me envíe repuestos y accesorios desde Mendoza. También es posible que consigue repuestos y mantenimiento cuando viaje a Chile con mi señora: en Santiago, se consigue de todo en la Calle 10 de Julio (que es la Warnes de allá).
Si bien considero que, en diseño y tecnología está algo desfasado, también es cierto que por lo que pagué (alrededor de cuatro millones de pesos) no hay ninguna auténtica 4x4 con chasis de largueros y reductora. El andar y ensamblado de la SsangYong es la típica calidad coreana vista en una Hyundai H1: bien armada, durita, sin chirridos, buen manejo, me gusta y creo que está bien para mí.
Con respecto a la marca SsangYong, luego de muchos años de complicaciones económico-financieras que casi la llevan a la quiebra -en su peor momento rompió con Daimler Benz, fue controlada por la china SAIC-Shangai Automotive Industries Company, luego por la india Mahindra, por último rescatada con aportes del gobierno coreano- ahora la marca vuelve a la carga de la mano del conglomerado industrial Grupo KG, con intenciones de expandirse en el mundo: su primer modelo creado es el SsangYong Torres (Del Paine). 

J.J.

SSANGYONG1

José "Pepe" Jover y su SsangYong Kyron, la última 0km patentada en Argentina.

La última SsangYong Kyron 0km de Argentina estaba en Mendoza.
La tenía el concesionario Módena, que fue oficial de Coafi SsangYong y ahora trabaja para Subaru.

Galería: SsangYong Kyron - Argentina

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