Desde el mascarón de proa que toda buena nave necesita tener un ornamento en su frente que la destaque. Visitá Autoclásica y vas a ver la cantidad y variedad de piezas que se solían colocar sobre el radiador y el capot de los autos. Costos, aerodinámica y seguridad fueron un triunvirato que casi los destierra para siempre, pero todavía quedan algunos exponentes que valen la pena.

Cada vez hay menos Mercedes con su orgullosa estrella de tres puntas sobre el capot. Simplificada y lo más fina posible para dejar pasar el viento, también se coloca sobre una esfera para que no se rompa, y sobre todo, no rompa a nadie en un accidente. Y sin embargo, casi ningún modelo nuevo la ostenta en su frente.

Hay un viejo chiste donde un taxista explica que el ornamento en el frente de su Mercedes es una mira. Al parecer algo de eso se argumentó en los 70s, puntualmente Dick Macadam, histórico jefe de diseño de Chrysler dijo que eran una herramienta de conducción. La idea era que daba un centro, un punto de referencia respecto de la ruta, no olvidemos que antes de la crisis del petróleo, en EE.UU. la distancia entre conductor y parrilla se medía en kilómetros (o millas).

Entre las marcas norteamericanas es fácil encontrar cientos de ejemplos durante varias décadas, algunos de ellos inclusive parecen pensados para asesinar a quien se encuentren, desde el Chevrolet Bel Air hasta Mercury (en general) cuyos modelos de los 50s eran algo así como una lanza rodante. Cadillac también tuvo sus diversas figuritas y escudo laureado. Y la lista podría no tener fin. No importa si es una marca "cara" o generalista, estas estatuillas siempre dieron idea de arte y calidad.

En el Viejo Continente hay ejemplos muy conocidos, como el clásico felino agazapado en los Jaguar y la B alada de Bentley que es simple, elegante y aerodinámica, pero la estatuilla más recordada y renombrada es la de Rolls Royce. Bautizada Espíritu de Éxtasis e inspirada en la secretaria de su escultor (ver galería de fotos), encabeza los RR desde 1911. Durante los años la dama alada se ha ido inclinando cada vez más, encontró un sistema que la esconde según la ocasión (ejemplo, cuando alguien la tironea para robarla), pero ahora enfrenta su mayor reto con el cambio hacia la electrificación total (mirá el RR Spectre).

¿Quedan esperanzas? Parece difícil en una era donde el alcance legislativo por temas de anticontaminación y seguridad ha restringido varios aspectos del auto, incluyendo ornamentos. Además, las marcas están yendo hacia un camino de simplificación con sus escudos, en una tendencia conocida como Flat Design (ver nota). Pero cuando menos lo esperábamos, llego la sorpresa en la pick-up Traveller de RAM y su tremendo carnero coronando el capot. Es probable que no pase de ser un ejercicio de diseño, pero al menos permite ilusionarse al saber que todavía alguien piensa en el los ornamentos coronando el capot de los autos.

Galería: Ornamentos del capot

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