El año pasado, por primera vez en la historia, se patentaron más motos que autos en la Argentina (ver estadísticas). Y todo indica que el fenómeno se repetirá en este 2022: los concesionarios agrupados en Acara estiman que este año se patentarán alrededor de 380 mil autos y 440 mil motos.

¿A qué se debe este fenómeno? En Motor1 Argentina analizamos esta situación sin precedentes.


1. El Boom 110: Hoy el 65% de las ventas de motos en la Argentina corresponde a productos del segmento CUB, también conocido como “Cheap Urban Bike” (“Moto Urbana y Barata”). En su mayoría, estas CUB son motos de 110 centímetros cúbicos, producidas en la Argentina. El boom de patentamientos comenzó cuando el Gobierno fomentó este formato de ensamblado para incrementar la integración de piezas locales y redujo los aranceles de importación para ese segmento.


2. El Formato IKD: Esta sigla significa “Incompletely Knocked Down”. Es un formato de producción mediante el cual se monta en la Argentina una moto con piezas importadas, que se complementan con partes nacionales. La normativa del Gobierno indica que, cuanto mayor sea el porcentaje de componentes nacionales que tenga la moto, menor será el arancel aduanero que pagarán los fabricantes para importar el resto de las piezas. Un ejemplo: entre las primeras partes que se incorporaron con rapidez a las motos IKD en la Argentina figuran los asientos de confección nacional. El formato IKD está siendo fomentado por el Gobierno porque beneficia a la industria autopartista local. A su vez, el consumidor se ve beneficiado por precios más accesibles (como producto de la baja arancelaria).


3. CKD y SKD: Si bien esta reducción arancelaria no se transmite al precio de manera directa, las motos IKD son más baratas que las motos importadas que ingresan ya armadas o que se montan sólo con piezas importadas (CKD, Completely Knocked Down). El formato IKD hizo desaparecer casi por completo a las SKD (Semi Knocked Down), donde casi el 50% de la moto ingresaba ya armada al país.


4. El ocaso de los ciclomotores: Las CUB 110 tienen motores de cuatro tiempos y se adaptaron mejor a este formato IKD. A tal punto, que desplazaron por completo del mercado a motos que tradicionalmente se vendían mucho más, como los ciclomotores. Estos motores de cuatro tiempos cumplen con la normativa de emisiones ambientales Euro 3, que es la que se exige en Argentina. Nuestro país viene muy atrasado en esta materia, lo que facilita la comercialización de motores de tecnología muy atrasada. Si bien sus motores tienen emisiones que están prohibidos en otros países, estas CUB 110 tienen la ventaja de que el costo de mantenimiento es muy bajo.


5. Las Street: Si las CUB 110 tienen hoy el 65% de los patentamientos de motos en la Argentina, otro 25% corresponde a las motos del segmento Street, con 100 centímetros cúbicos o menos. Ahí todavía hay motos con motores de dos tiempos, que también cumplen con la normativa Euro 3. Eso brinda la pauta de que apenas el 10% del mercado corresponde a motos de todos los otros segmentos.


6. Seguridad I: Las motos IKD están incorporando nuevas tecnologías lumínicas. Las nuevas luces de leds hacen que las motos sean más visibles en el tránsito. Sin embargo, Argentina también viene muy atrasada en materia de normativas de seguridad. La Agencia Nacional de Seguridad Vial firmó un acuerdo con todos los fabricantes e importadores de motos para introducir un mayor equipamiento de seguridad en todas las motos con una cilindrada menor o igual a 250 centímetros cúbicos. Lo malo es que todavía falta un tiempo para que comience a regir. El cronograma de implementación es el siguiente. A partir de enero de 2024, todos los nuevos lanzamientos de motos en ese segmento deberán venir de serie con el Sistema de Frenado Combinado (CBS). Para las motos de más de 250 cc, todos los nuevos lanzamientos deberán venir de serie con Sistema Antibloqueo de Freno (ABS). Esa exigencia será obligatoria para todos los modelos 0km a partir de enero de 2025. Lo que está faltando en materia de seguridad, además de normativas más exigentes.


7. Seguridad II: En la moto no sólo importa el equipamiento de seguridad del vehículo. También es fundamental la protección que utiliza el conductor. En Argentina, los consumidores no le dan a la indumentaria de moto la importancia que merece. Es normal ver por la calle a usuarios de motos de tres millones de pesos con cascos de menos de diez mil pesos (y sin ninguna protección en el resto del cuerpo). En Argentina se producen pocos cascos. Esos casos nacionales cumplen con las normativas locales, que son poco exigentes. Pero atención: muchos de ellos no están homologados de manera internacional y ofrecen una protección deficiente. Por las trabas a las importaciones hoy existe un déficit de seguridad: si se patentan más de 400 mil motos al año, pero el Gobierno permite importar sólo 100 mil cascos con normativas internacionales, se puede comprender la magnitud del problema.


8. Banco Central: A comienzos de año, los concesionarios de motos agrupados en Acara hablaban de un mercado de patentamientos de 480 mil motos para el 2022. Hoy hablan de 440 mil. Es porque se reducirá mucho la disponibilidad de motos importadas. Existen dificultades para obtener las SIMIs (permisos de importación que otorga el Gobierno). Este fue uno de los motivos por los que se canceló el Salón de la Moto (ver nota). En esas exposiciones las motos importadas siempre son el mayor atractivo y el cambio de normativa del Banco Central obligó a suspender el evento.


9. Plan Mi Moto: Es una campaña del Gobierno que fomenta la compra de motos 0km. El principal aporte que reconocen las marcas es que ayudó a transparentar los precios y a evitar los sobreprecios en los segmentos más vendidos. Como los precios del Plan Mi Moto son públicos, el cliente sabe bien de entrada cuánto cuesta lo que va a comprar.


10. Efecto pandemia: Aunque no se produjo un boom como en el segmento de las bicicletas, las ventas de motos también aumentaron como efecto de la necesidad de movilidad individual que planteó la pandemia. También se produjo un efecto por el aumento turismo interno. Hoy muchos clientes llegan a los concesionarios buscando motos para viajar y recorrer el país. Son consumidores que gastan mucho en accesorios. Es algo que en el mercado argentino no se había visto nunca con tanta intensidad como ocurre hoy.


11. Postventa: Los concesionarios de motos migraron de ser multimarcas hacia un formato actual exclusivo de una sola marca (como ocurre con los autos). A diferencia de los autos, hay una mayor disponibilidad de stock de repuestos y las marcas están trabajando mucho en la capacitación en los concesionarios para la atención de postventa. De a poco, se está profesionalizando el sector.


12. Desafío industrial: Algunas empresas con producción local de motos ya están comenzando a pensar en fabricar para exportar a países limítrofes (como viene haciendo desde hace años la industria automotriz). Hasta ahora, los pocos casos exportadores de motos son muy puntuales, escasos y esporádicos: cada tanto se exporta un contenedor de motos hacia Bolivia o Paraguay, pero nada más. Con el avance del Formato IKD y la mayor incorporación de componentes locales se podría pensar en un plan de exportación más serio.


13. Desafío comercial: Con respecto al mercado local, hay una oportunidad de crecimiento en el segmento de los scooters (que tienen mejor equipamiento de seguridad, pero son más caros). Hoy existe un gran bache en el mercado entre las CUB y las motos de mayor cilindrada. Los scooters son ideales en ese sentido, porque son más amigables en el uso diario, tienen buen equipamiento de seguridad y en Europa son las preferidas de las mujeres, porque las encuentran más maniobrables que otras motos más grandes.


14. Conclusión: En un hecho inédito, en Argentina hoy se venden más motos que autos. Como se puede ver, las razones son múltiples. A eso se debe agregar la falta de stock en el mercado de las cuatro ruedas, que no es tan acuciante como en el mundo de las dos ruedas. Mi colega y amigo Leonardo Valente lo vio antes que nadie, cuando en enero de 2020 habló por primera vez de la "Motomelización del mercado argentino" (leer acá).

C.C.

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