¿QUÉ FUE?: Un vehículo para el Segmento A (Citycar) de dimensiones muy pequeñas y con cuatro plazas que popularizó el acceso a tener un automóvil en Argentina. Comenzó a importarse desde Italia en 1958 y dos años más tarde Fiat Concord arrancó su ensamblaje en la planta que tenía en Caseros. Para 1963 el Fiat 600 ya se producía íntegramente en Argentina: se discontinuó en 1982, luego de recibir leves restylings y cambios mecánicos.
MECÁNICA: El motor siempre fue trasero, de cuatro cilindros en línea, montado longitudinalmente y vino en cuatro presentaciones: 693 cc, 767 cc, 797 cc y 843 cc, en todos los casos asociado a una caja de cambios manual de cuatro velocidades y marcha atrás. Según Test del Ayer, un Fiat 600 S de 1977 -la última línea que se produjo en el país- con su motor de 843 cc que entregaba 32 CV de potencia, alcanzaba "cómodamente" los 115 km/h "aún con viento en contra".
LO MÁS: Fue considerado como el "auto de los argentinos": su precio popular y la financiación propuesta por Fiat lograron que fuera el modelo más vendido en el país en los años 1968, 1969, 1970 y 1971, según destaca una publicidad gráfica de la marca. Tenía un bajo consumo y era ágil para moverse en la ciudad.
LO MENOS: Si bien estaba pensando para transitar en cascos urbanos, la mayoría de los argentinos solían sacarlo a la ruta y cuando se llegaba a una velocidad de 90 km/h el auto se volvía bastante inestable y era complicado "sostenerlo". El motor también fue todo un tema: muchos Fiat 600 recalentaban y debían viajar con la puerta de atrás elevada para intentar contrarrestar ese efecto.
EL DETALLE: Todos recuerdan las famosas "puertas suicidas" que se abrían hacia adelante en la primera versión llamada Fiat 600 D, que empezó a comercializarse en 1960. Cinco años más tarde llegó el Fiat 600 E y las puertas ya pasaron a tener una apertura "a favor del viento". En 1970 llegó el Fiat 600 R que trajo las llantas "Potenciado" que abandonaban el tapacubo de antaño y traían unos pequeños tapones plásticos centrales que sólo cubren los bujes de las ruedas. La última versión lanzada en 1977, Fiat 600 S, compartía el motor de 843 cc con el flamante Fiat 133, pero a la "Bolita" se le bajó la relación de compresión a 7,4:1 (en el R era de 7,8:1) para que no tuviera una potencia similar a la del 133 (40 CV de potencia, mientras que el 600 tenía 32).
CONTEXTO: El Fiat 600 llegó en un momento del país en el que el estado buscaba promover el desarrollo de la industria nacional y en el que varias automotrices extranjeras se asentaron en un nuestro territorio. El "Fitito" se venía importando de Italia desde 1958 y en 1959 el por entonces presidente de la Nación, Dr. Aturo Frondizi, emitió el decreto N° 3693/59 conocido como Régimen de Promoción de la Industria Automotriz, Fiat fue una de las marcas que se acogió a esta medida, realizó una inversión de 4,5 millones de dólares y comenzó a ensamblar en su fábrica de Caseros el Fiat 600 con mayoría de piezas italianas, aunque el motor y la caja de cambios llegaban construidos de manera nacional en la planta de Ferreyra, Córdoba. Luego, la marca italiana compró un predio de 240 hectáreas en el Palomar, Buenos Aires, y allí comenzó a producir la carrocería y sustituyó toda la importación de piezas italianas para fabricarlas localmente. El motor y la caja de cambios continuaron siendo producidos en Córdoba. El Fiat 600 que se fabricó en el país en sus cuatro versiones -600 D, 600 E, 600 R y 600 S- tuvo un gran ciclo de vida que arrancó en 1960 y que finalizó recién en 1982. En total se comercializaron 304.016 unidades de Fiat 600 en la República Argentina.
OPINIÓN: Al haber nacido en 1984 me acuerdo de ver un montón de "Fititos" circulando en la calle, de hecho mi tío Pety tenía uno y mide 1.85 metros, era increíble verlo entrar en ese asiento delantero, pero lo lograba. Solíamos viajar con mis primos atrás y podíamos poner bien la piernas, era un auto pensado para una familia tipo con hijos pequeños y la realidad es que rendía muy bien. La mecánica quizá no fuera muy confiable porque los motores generalmente recalentaban, pero los que eran tuercas y se daban algo de maña sabían como paliar ese efecto. Creo que el Fiat 600 llegó en un momento del país en el que Argentina ya tenía una clase media bastante consolidada y que fue su principal consumidor. Fue una lástima que no llegara a nuestro país la Fiat 600 Multipla, que siempre me pareció hermosa. A diferencia de lo que ocurrió en el resto del mundo, en el que el Fiat 500 fue un auto de culto, los argentinos ensalzamos al Fiat 600 que nos dio grandes alegrías, hasta que se discontinuó en 1982 y el Fiat 147 heredó su cetro de auto popular.