Entre 1966 y 1970, el Turismo Carretera experimentó una verdadera revolución. El equipo creado por Industrias Kaiser Argentina (IKA) para llevar a las pistas al Torino marcó una de las etapas de mayor dominio en la popular categoría del automovilismo nacional. Fueron los años de las “Liebres”, los prototipos de competición creados por Horacio Steven, Oreste Berta y Heriberto Pronello, que les dieron los campeonatos a pilotos como Eduardo Copello (1967 y 1970) y Gastón Perkins (1969).
El dominio fue tan grande que las Liebres fueron prohibidas en el TC y debieron refugiarse en las carreras de Sport Prototipos: “Fue tan grande el dominio que las revistas de la época bautizaron la noticia con el título: ‘El Pecado de Ganar’”.
El que relata esta historia, más de 50 años después de los hechos, es el propio Heriberto Pronello. El famoso constructor y diseñador del automovilismo argentino sigue muy activo a sus 86 años. Y ayer recibió a Motor1 Argentina en su histórico estudio de diseño de Belgrano.
Pronello fue uno de los principales impulsores de la Ley de Autos Artesanales, que se aprobó en el Congreso en mayo de 2014, pero que recién el mes pasado permitió que se patentaran los primeros autos bajo esa normativa (ver trámite completo). En sus oficinas es inevitable cruzarse con las creaciones de uno de los constructores más prolíficos del mundo de los autos en la Argentina: el Proyecto MAP (ver nota), las Libres del Dakar (ver nota) y hasta la actual fabricación de instrumentos de calibración para amortiguadores, que sus hijos exportan a todo el mundo.
Sin embargo, en el galpón del fondo, se encuentra el proyecto que más apasiona en la actualidad a Pronello: la Liebre 4. Se trata de un deportivo para la calle, que se construirá bajo las normativas de la Ley de Autos Artesanales.
El diseño ya se encuentra avanzado y en etapa de “mock-up” (maqueta). Pronello le mostró ayer a Motor1 los primeros avances, que viene trabajando en colaboración con el ingeniero mecánico Eduardo Mogdans (especialista en diseño en Catia) y Fermín Feijoó (modelista y matricero), entre otros profesionales.
“La Liebre 4 será un deportivo elegante y con un diseño llamativo, pero tendrá que hacer honor a la fama de las Liebres de competición: también tendrá que ser muy veloz en la pista. Agradable a la vista, pero muy rápido y potente. Nada de ser lindo al pedo”, graficó Pronello con su habitual frescura.
En términos de largo y altura, las dimensiones serán las mismas de la Liebre III, que fue la última evolución que corrió en pista. Sin embargo, la Liebre 4 será 25 centímetros más ancha, para ofrecer un habitáculo cómodo para dos pasajeros. Tendrá un chasis multitubular y carrocería en fibra de vidrio, con secciones en carbono. Su peso rondará los mil kilos.
“Esperamos homologar la estructura del auto a comienzos de 2023 y tener terminado el primer auto para fines de ese año”, explicó Pronello.
Será un auto pensado para los amantes de los track days, al punto tal que se entregará con nueve neumáticos al cliente: “Cuatro de calle y la de rueda de auxilio, todas Michelin Pilot Sport. Y después cuatro cubiertas extra slicks, para manejar en la pista”.
-¿Y qué mecánica llevará la Liebre 4?
-Está diseñado para ofrecer dos opciones mecánicas. Una será el clásico motor Tornado de seis cilindros de las Liebre III, pero con inyección electrónica y algo más de 300 caballos de potencia. La segunda opción será el seis cilindros en línea que BMW fabricó para la Toyota GR Supra: con casi 400 caballos. Es un motor que permitiría alcanzar una velocidad máxima de 310 km/h. Todo en una coupé elegante, que vas a poder manejar tanto en la ciudad como en la pista.
No vemos la hora de verlo en la calle.
C.C.
















