Si bien en algunos lugares Nevera suena a un electrodoméstico, en el caso de Rimac hablamos de un producto que anda con corriente, pero muy, muy (no se si lo dije) muy rápido. El hypercar croata tiene más de 1.900 cv, pero ahí no se acaba su encanto, sino que su aerodinámica estética incluye varias referencias o Easter Eggs, a su cultura, y a la vestimenta a nivel mundial.

Todo empieza por el nombre, así como Zonda y Huayra son vientos, Nevera es la denominación de una tormenta propia de la costa adriática que se destaca por ser turbulenta y repentina. También en su interior, que contó con el diseño de un argentino (ver nota), hay una placa en destinada a recordar que el hypercar eléctrico fue diseñado en Zagreb, Croacia. Sin embargo hay más, y tiene que ver con el origen de un término basado en el nombre Croacia.

Las tomas aerodinámicas en el lateral del Nevera remiten a un rasgo que identificó a los soldados de su país, quienes usaban pañuelos unidos por un broche en el cuello. Al parecer, pasado el ecuador del SXII los italianos lo llamaron cravatta en honor a los croatas. Durante la misma época a los franceses también les llamó la atención el accesorio o prenda de vestir de los mercenarios provenientes de ese país y la adoptaron rindiendo honores a su procedencia con la palabra cravate.

La corbata terminó siendo símbolo durante la revolución francesa y quizás Rimac esté por encabezar la suya, rindiendo honor al legado de su país, pero proyectándolo al presente con más de 1.900 caballos obtenidos de cuatro motores eléctricos. Se estima que puede ofrecer hasta 500 km de autonomía, más de 400 km/h de velocidad máxima y un 0 a 100 km/h de 1,9 segundos. Solo se producirán 150 unidades con un precio superior a los 2 millones de euros. Esas son corbatas que muy pocos van a poder lucir.

Galería: 2023 Rimac Nevera

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