Los que somos fanáticos de Julio Verne atesoramos como una de nuestras obras favoritas a "La Vuelta al Mundo en 80 días", escrita hace más de un siglo y medio y que sirvió como inspiración a más de un aventurero para imitar a Phileas Fogg, aquel flemático británico que recorre el mundo en barco, tren y hasta en elefantes para ganarle una apuesta a sus compañeros del Club de Caballeros londinense Reform Club.

En Argentina tenemos a nuestro propio Phileas Fogg, pero criado lejos de los Fish & Chips y que está recorriendo el mundo con un Torino 380 de 1969: se trata de Héctor Argiró, un cartógrafo tucumano que desde los ocho años estuvo soñando con hacer este viaje, que arrancó allá por el 24 de noviembre de 2016. 

"Para mí esto es el sueño de mi infancia: cuando mi tío me llevó en un Torino, lo aceleró y sentí todo el poder del auto en mi espalda me quedé calladito y no dije nada, pero supe que quería tener uno de esos cuando fuera grande. A los 10 años le pregunté a mi viejo hasta dónde llegaba la Panamericana y me contestó que Alaska. Bueno, con mi cabecita y a esa edad asocié que algún día me iba a ir en un Torino hasta Alaska", le cuenta Argiró a Motor1 Argentina desde Nueva York, ciudad que actualmente está visitando

El Torino que está recorriendo el mundo se llama "Balboa", es de 1969, cuenta con el reconocido motor Tornado y fue adquirido el 6 de octubre de 2006 a $8.000 "sin regatear", como detalla nuestro aventurero, quien luego lo sometió a un completo proceso de restauración que duró tres años que incluyó chapa, pintura, motor, instalación eléctrica, tapizado, espirales, amortiguadores, tren delantero, frenos, embrague. A continuación, la ficha técnica del "Toro". 


Torino 380 (1969)

  • Motor Tornado 4 bancadas 
  • 3.770 c.c.
  • 6 cilindros
  • Árbol de Levas a la cabeza
  • Admisión y escape separados
  • Carburador Caresa 36/36
  • Encendido electrónico ELE-ESE
  • Pistones IASA
  • Espirales y amortiguadores en las cuatro ruedas
  • Dirección mecánica 

Los caminos más complicados que atravesó

Todos los países que recorrió Argiró con su Torino se pueden consultar en el sitio www.elmundoentorino.com y entre los distintos itinerarios se destacan la República Argentina completa, desde Ushuaia a la Quiaca, Brasil (Río de Janeiro, ruta del Mato Grosso), Bolivia (Lago Titicaca), Perú (Cuzco), Ecuador (Ruta de los Volcanes), Colombia, Nicaragua (Volcán Masaya), Guatemala (Lago de Atitlán), México (Cancún y Laguna Bacalar) y se podría continuar nombrando muchos más. 

El Torino 380 tuvo que superar varios recorridos complicados durante el viaje en distintas geografías, si se tiene en cuenta que ha estado en situaciones de calor extrema (paralelo Ecuador) y también de frío, cuando llegó al Círculo Polar Ártico

"En Colombia hay un lugar que se llama el Trampolín de la Muerte, que está ubicado en la región montañosa de Putumayo, en el Valle de Pasto. Ahí tenés que cruzar dos cordilleras y en la segunda empieza la transición hacia la selva, en un camino de cornisa en el que entra un solo vehículo; yo tengo vértigo, ahí no hay guard rail y si viene un camión tenés que dar marcha atrás despacito. No podés ver el precipicio porque está del lado del acompañante y yo viajo solo, pero tenés cada cinco metros unas varillas con una banda amarilla que te orientan. Prácticamente estabas al borde del precipicio cuando tenías que correrte para que pase un camión", explica Argiró. 

"Otra situación que viví fue cuando llegué al Océano Ártico desde Fairbanks, Alaska: es un recorrido de 900 kilómetros, de los cuales 800 son de ripio, y que se debe hacer en dos días. La primera etapa, de 450 kilómetros fue bien y la hice hasta Coldfoot, donde apenas tenés una estación de servicio, un comedor y un lugar para alojarte que es muy caro, por eso dormí en mi auto. En el segundo día empecé a tener problemas, porque caía agua, nieve y al ser un camino de ripio había una especie de arenilla que parecía cemento y que se pegaba al auto. Además, pasaban camiones que formaban pozos, por lo que tuve que recorrer los 450 kilómetros a 20 Km/h y tardé 12 horas", agrega el conductor tucumano. 

"Cuando salí de Alaska tuve que manejar 3.000 kilómetros en Canadá atravesando hielo y nieve. En apenas 10 y 15 KM realicé dos trompos y en el segundo caí en la nieve al costado de la ruta. Me costó mucho sacar al Torino de ahí, se bajaron dos camionetas, no pudieron ayudarme y luego dos camiones pararon el tránsito y vino gente con palas a ayudarme. Por suerte pude sacarlo, pero me quedé con mucho stress porque ya tenía la experiencia de los dos trompos encima y además los autos que recorren esos caminos tienen tracción delantera o son 4x4, el peor vehículo para utilizar es uno con tracción trasera como el mío, pero pude sortear los obstáculos", detalla el viajero. 


Inconvenientes que surgieron durante el viaje 

Uno de los problemas recurrentes que tuvo Argiró durante el viaje fue con el caño de escape: "curiosamente el mismo que sufrieron los Torinos que fueron a Nürburbing", detalla. Puntualmente, el inconveniente se produjo en el múltiple escape 6 a 2, donde está la brida y van dos caños detrás. "Aparentemente cuando restauré el auto nunca puse un soporte bien original y tuve que estar cambiando muy seguido esa junta de escape. Hubo momentos en los que no supe qué hacer y empecé a improvisar: le coloqué un producto para sellar escapes y a la vez una tela para escapes, que es lo peor que pude hacer porque en vez de expandir el calor lo concentraba y como que me soldaba los caños. Además, estaba usando el auto en la nieve, lo que volvió la situación más compleja. En algún momento voy a tener que poner un caño de escape Winner así me olvido del tema", cuenta. 

Otros arreglos de mantenimiento que se le debieron realizar al Torino fueron los siguientes: embrague (dos veces), regulación de válvulas, cambio de aceite, cambio de filtro, cambio de aceite de caja, frenos, calipers, bombines de los cilindros y bomba de agua. Un tema importante son los repuestos: el Torino es un auto argentino muy viejo y, si bien comparte algunas cosas del Rambler, en el exterior no existen piezas para repararlo, por eso Argiró tiene en el baúl una caja de herramientas y repuestos preparados para cualquier inconveniente. 

"Del Rambler solamente te sirven las ventanas, el parabrisas, la parte interior de la cerradura de las puertas del baúl, del capot y nada más porque la luneta trasera del Torino es 1 centímetro más alta y el burlete tampoco sirve. El motor Tornado estadounidense es distinto al nuestro, solamente se puede aprovechar la tapa de válvula y la junta de la tapa de válvula. No sirve ni la junta de tapa de cilindros, la tapa de distribución ni la bomba de agua. Si no llego a tener algún repuesto le pido a mi viejo que me lo compre y cuando alguien viaja de Argentina hasta acá me lo trae. Muchas también me mandan las piezas por correo. Por suerte estoy un paso adelantado y me anticipo a los repuestos que preciso", apunta el conductor tucumano.


New York, Maradona, Cruyff y George Best 

Actualmente Héctor Argiró se encuentra en Nueva York, Estados Unidos, y se dio el gusto de recorrer Manhattan, Brooklyn, Queens, además de otros varios barrios icónicos de la ciudad y también presentó a su "Toro" en el Car Show que se realizó en The Bay Terrace. Allí surgió una gran anécdota: se le presentó un estadounidense de unos 80 años y le preguntó si, efectivamente, su auto era un Torino. "Me dijo que había viajado a Argentina en 1968 y que le gustaron mucho los Torinos, que no podía creer estar viendo uno en Nueva York. Realmente se emocionó mucho", cuenta Argiró. 

El Torino 380 también rodó por un lugar icónico de la Gran Manzana: Times Square. "Quería pasar por ahí porque de chico era fanático de el Increíble Hulk, que siempre pasaba por Broadway", cuenta Héctor, quien se emocionó cuando encontró en la ciudad un mural en el que están inmortalizados Diego Maradona, Johan Cruyff y George Best, mejor jugador del mundo, crack holandés y revulsivo norirlandés, respectivamente.  

Luego de recorrer NY, Argiró tiene planeada la siguiente gira por Estados Unidos: Pittsburg, Cleveland, Detroit, Chicago, Indiana, Memphis, Nueva Orleans, Houston, San Antonio, Dallas, Arizona y Phoenix. Uno de las ciudades por las que ya pasó el Torino fue Filadelfia, donde Argiró se dio el gusto de sacarse una foto delante de las escaleras que subió Rocky y que ilustra la foto de portada de esta nota. 


Lo que viene: Boxes en México y luego Europa

Luego de finalizar su recorrido en Estados Unidos, nuestro conductor tucumano bajará hasta Querétaro, México, con el fin de arreglar al Torino: "Puntualmente quiero hacerle chapa y pintura. Estuve recorriendo lugares muy extremos que dañan la carrocería y la única manera de ver el estado es levantar la pintura y rasquetear. En Canadá y Alaska se le pone sal al hielo para derretirlo y eso en los autos genera oxido, hasta ahora me parece que es superficial, pero tengo que chequearlo porque quiero llegar con el auto en óptimas condiciones a Europa". 

La manera de cruzar al Viejo Continente seguramente sea a través de un barco, porque los costos en avión son inabordables, y un tema importante es que Argiró debe planificar bien su viaje, porque las autoridades europeas solamente le extienden un certificado de permanencia de tres meses. "Me gustaría recorrer muchos países, como Rusia por ejemplo, pero no sé si llegaré de una, por el tema del tiempo. Una vez que finalice mi período habilitante tengo que estar seis meses fuera de la Unión Europea para volver y estoy evaluando irme a Turquía o a África".  

El viaje de Argiró comenzó, como se dijo al comienzo de la nota, el 24 de noviembre de 2016 y cuando comenzaron a cerrar el mundo por la pandemia, allá en marzo de 2020, se volvió a Argentina y dejó al Torino mas de un año estacionado en Toronto, Canadá. Lo recuperó en noviembre de 2021 y tiene planeado seguir recorriendo el mundo sin límite de tiempo: "No me gusta planificar mucho, voy resolviendo y viendo los tiempos sobre la marcha". Quienes quieran ayudarlo a seguir cumpliendo si sueño pueden hacerlo a través del siguiente link: https://www.elmundoentorino.com/copia-de-quienes-me-ayudan.

 


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