Desde Villa La Angostura (Neuquén) - El hecho de que el renovado Jeep Renegade ya no se ofrezca con motorización turbodiesel en Argentina, no debería llamarnos la atención. Hasta su restyling, presentado hoy en esta ciudad (ver equipamiento y precios),  el motor 2.0 turbodiesel sólo lo utilizaba la versión Trailhawk cuyo precio, alcanzado por los impuestos internos, reducía mucho sus posibilidades comerciales: sólo representaba el 2% de las ventas. Ahora, con el Renegade (2023), inclusive la versión Trailhawk lleva el nuevo 1.3 turbonaftero.

En términos generales, los motores turbodiesel están siendo acorralados a nivel global, no se trata solo del control de sus emisiones y costos agregados para ese fin, también de las molestias que generan, como la regeneración del filtro de partículas o la anexión de un tanque de urea al que hay que prestarle atención (ver caso del Compass Trailhawk). Y, para colmo, los nuevos motores nafteros con turbonafta están generando muy buenos valores de torque y bajos consumos (no siempre), que siempre fueron características típicas de los turbodiesel.

Con todo lo anterior como antecedente nos lleva a preguntarnos ¿Cuál será el futuro de los Jeep diesel en Argentina? Y aprovechando el lanzamiento en el país de la renovación de Renegade, charlamos con ejecutivos de la marca, que nos contaron lo siguiente.

El motor 2.0 turbodiesel que hasta hace poco usaba el Renegade 4WD y aún hoy utilizan las Toro, Compass Trailhawk y Commander, se produce exclusivamente en Italia. El nuevo 1.3 turbonaftero genera potencia similar y buen torque, pero es producido en Brasil y es más económico, por lo que se justifica más en el cuadro de precios de un modelo del Segmento B (chico) como el Renegade. Además, sus consumos serán tan buenos como el gasolero, pero sí resutan muy eficientes.

Un dato curioso, es que en Brasil hay serias restricciones para colocar motores diesel en vehículos que no sean comerciales, pero sí existe una grieta, y es que el modelo tenga determinadas cualidades off-road -incluyendo el ángulo de ataque- por eso cuando se aplica el motor 2.0 Multiujet en los Jeep de la región, tienen otro paragolpes delanteros (y no solo en el caso de las versiones Traihawk).

Obviamente, las limitantes para el uso del motor gasolero es clara. Sin embargo, este impulsor seguirá en los Compass y Commander, aunque en la charla se habló de la idea de ir sumando versiones 4x4 con caja automática de nueve marchas y el motor T270 en el SUV del Segmento C (compacto), y quizás 4x2 AT6 en el hermano mayor. En el Compass se podría tener una versión "no Trailhawk 4WD" (¿vuelve el Limited Plus 4WD?) mientras que en el Commander se sumaría una variante de entrada de gama.

Entre idas y vueltas, se mencionó que el SUV de siete asientos podría sumar una nueva mecánica más potente, pero no se dijo más que eso. El primer pensamiento fue hacia dos motores turbodiesel que posee Jeep en su gama de otros mercados: un 2.2 TD y 3.0 V6 TD. Renace nuestra esperanza: ¿y si al nuevo mega grupo automotriz Stellantis le sirviera el cuatro cilindros 2.2 TD? Al ser más potente que el actual Multijet, serviría en modelos como las Toro, Compass, Commander e incluso en productos del grupo como Peugeot Landtrek y alguna pick-up Ram regional, de la cual se ha especulado bastante en Brasil.

Hasta acá sabemos que, debido a los impuestos y el alto precio del 2.0 turbodiesel, el porcentaje de Renegade vendido con ese motor fue muy, pero muy bajo. El nuevo T270 permite que, comparativamente, la nueva Trailhawk sea más económica. También sabemos que el 1.3 turbonaftero seguirá expandiéndose por la gama Jeep producida en Brasil. Finalmente, el Multijet es un motor que ya tiene sus años y depende de la Urea para poder encarar las últimas normas anticontaminación, por lo que no le quedarían muchos años en producción. El downsizing, los híbridos y el costo de los gasoleros para enfrentar normativas irán marcando el retiro paulatino de los diesel a nivel global, al menos en todo lo que no sea vehículos utilitarios. Ojalá que los 2.2 TD y 3.0 V6 TD entren en los planes de Stellantis para nuestra región.

La mala noticia es que dejó de ofrecerse el Renegade Turbodiesel. La buena es que Jeep, al menos en la Argentina, todavía no dio por sentenciada a la motorización favorita de los fanáticos del off-road.

C.C.


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