Casi 20 años después de que Osvaldo Bessia patentara el último auto producido bajo la Ley de Armado Fuera de Fábrica (AFF, leer historia), este mediodía se entregó en la planta de autos deportivos de Don Torcuato el primer Biscayne Roadster matriculado con la nueva Ley de Autos Artesanales. Se trata de una recreación inspirada en el Shelby Cobra que fue el primero en recibir la matrícula otorgada bajo esta nueva normativa, con el número AF394VE. El segundo fue el Rauda Díscolo producido por Héctor "Tito" Pérez, con el número AF420SQ (ver nota).
El primer Biscayne Roadster con la patente Mercosur fue entregado este mediodía durante una fiesta realizada en los talleres de Don Torcuato. El arquitecto Hugo Gallego, gerenciador de Bessia Motorsport, le entregó las llaves de su auto al coleccionista Leandro Hener, que ya está mostrando su unidad en la cuenta @That.Blue.Cobra
El Biscayne de Hener tiene un motor Ford V8 302, con 5.7 litros de cilindrada y 350 caballos de potencia. Pesa sólo 1.050 kilos y es el número 175 fabricado por Bessia Motorsport. Hasta ahora, los autos producidos por esta empresa habían sido patentados bajo la normativa AFF y este ejemplar azul es el primero en cumplir con las exigencias de la Ley de Autos Artesanales, aprobada en 2014 (leer historia).
En la entrega de la unidad no pudo participar el fundador Osvaldo Bessia, por encontrarse en Córdoba con síntomas de Covid. La empresa prometió realizar otro evento en septiembre, con un track day en el Autódromo de Buenos Aires.
Antes de fin de año, Bessia Motorsport espera entregar dos Biscayne Roadster más bajo la nueva normativa. Y espera estabilizar su producción a partir del año que viene, con un ritmo de dos unidades mensuales. Los Biscayne Roadster tienen un precio base de 65 mil dólares, sin contar detalles de personalización ni opcionales.
Es que, ahora que esta recreación del Shelby ya cumplió con todos los trámites de la homologación, la empresa planea poner el foco en el lanzamiento de más modelos. Uno será el Bessia Oliver, una recreación inspirada en el clásico AC Cobra -antecesor del Shelby-, con una línea más elegante y la posibilidad de equipar motores de cuatro y seis cilindros. Será el primer Bessia con caja automática, una Tremec de seis velocidades. Además, la empresa planea retomar la producción del Biscayne GT, una réplica del Ford GT40 de Le Mans, con un motor Ford V8 427 con 7.0 litros y 550 caballos.
En la entrega de la unidad estuvieron presentes Eduardo Bosch y Osvaldo "Cocho" López, dos de los principales responsables de que la Ley de Autos Artesanales fuera reglamentada en 2015, luego de haber sido "cajoneada" tras su aprobación en el Congreso (leer nota).
Bosch es el director ejecutivo del área Técnica de Aciara, la asociación de constructores de autos artesanales de la Argentina, quien trabajó junto al Ministerio de Transporte y la Agencia Nacional de Seguridad Vial, para acompañar a los constructores que está completando los primeros trámites para obtener su matrícula.
La Ley de Autos Artesanales cuenta con tres categorías diferentes para lograr el patentamiento de estos autos de colección.
* Categoría AR1: Son las réplicas que imitan los diseños y características de autos clásicos. El mejor ejemplo son las Bugatti fabricadas por PurSang en Paraná. Pueden patentar un máximo de 50 unidades al año por fabricante y, por imitar las características de autos históricos, no pueden circular por rutas ni autopistas. Sólo se pueden usar en calles y avenidas, hasta una velocidad máxima de 60 km/h.
* Categoría AR2: Son las reproducciones de autos clásicos y sport, pero con características técnicas de vehículos más modernos. Es el caso de los Biscayne Roadster de Bessia Motorsport. Deben cumplir con evaluaciones de resistencia estructural, frenado y maniobrabilidad para alcanzar un límite máximo de 100 unidades al año por fabricante, pero con permiso para circular por rutas y autopistas.
* Categoría Inéditos: Son los autos artesanales que no imitan ni están inspirados en vehículos históricos. Es el caso del Rauda Díscolo. También deben cumplir con evaluaciones de resistencia estructural, frenado y maniobrabilidad para alcanzar un límite máximo de 100 unidades al año por fabricante, pero con permiso para circular por rutas y autopistas.
En el caso de Bessia Motorsport, además de cumplir con las exigencias de la normativa, los clientes tendrán que realizar un curso de conducción en el Autódromo de Buenos Aires: "Son autos muy exigentes para el conductor y sabemos que, ahora que habrá cada vez más unidades patentadas en las calles, los ojos estarán puestos en todos los que integramos el mundo de los autos artesanales", explicó Hugo Gallego.
Detrás de Bessia Motorsport y de Rauda hay otros fabricantes que ya se encuentran en proceso de cumplir con las exigencias de la nueva ley para poder patentar sus autos. Entre ellos son conocidos los casos de Tulio Crespi (Nueva Tulia) y Hangar Motorsport (Seven RS), entre otros.
C.C.
















Galería: Bessia Biscayne Roadster (patentado)
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