¿QUÉ FUE?: Un sedán con objetivos de ventas masivas lanzado en Europa en 1956, pero sobre todo, fue el primer auto del rombo producido en Argentina, saliendo desde la planta de Santa Isabel donde era fabricado por IKA con licencia de Renault. Se presentó en el país en 1960 con el nombre Dauphine (Delfína en español) y en 1962 apareció el Gordini con mejores prestaciones.
MECÁNICA: Los Dauphine / Gordini tenían motor longitudinal, caja y tracción traseros. La cilindrada de 845 cc entregaba 26 caballos que, asociados a una transmisión de tres marchas, permitían una velocidad máxima oficial de 117 km/h. El Gordini contaba con cambios como carburador y levas, caja de cuatro velocidades para mejor aceleración y 130 km/h punta. La transmisión de cuarta se aplicaría al Dauphine en 1965.
LO MÁS: Un modelo chico, popular que ofreció desde versiones peladas hasta preparaciones deportivas de fábrica pero ofrecidas como kits que se podían instalar en casa o concesionarios. El llamado 1093 mejoraba motor, frenos, suspensiones y más elementos, respondiendo a un programa de desarrollo realizado en Francia (Sandero RS i'm your grandfather).
LO MENOS: Era un auto muy chico y el baúl frontal no resultaba tan grande, aunque acorde al segmento donde se posicionaba. Apuntado a ser popular, apenas contaba con radio AM en su equipamiento. El Renault 4 debutó poco tiempo después y resultaba mucho más práctico incluyendo portón trasero. Su mayor pecado fue la caja de tres marchas asociada a la baja potencia para andar "cargado", aunque luego comenzó a ofrecer las cuatro velocidades como la competencia.
CONTEXTO: Alcanzó las 80.000 unidades producidas en el país con sus tres versiones: Dauphine (1960 a 1966), Gordini (1962 a 1970) y Renault 850 (1967 a 1970). Una de sus ventajas era el precio relativamente bajo respecto de la competencia en esa época, pero no se achicó, ofreció versiones deportivas y permitió soñar consiguiendo éxitos en las categorías donde corrió.
OPINIÓN: El Dauphine / Gordini puso al rombo en una fábrica del país y abrió el camino para que Renault fuera fabricante en Argentina dando continuidad a la planta de Santa Isabel, que hoy es una institución de la industria automotor nacional. El modelo en sí es un clásico nacional y una forma de medirlo es que su Club que se fundó en el año 2000 y sigue haciendo reuniones.