El Defender original terminó su vida en 2016 y tuvo una resurrección años más tarde, sin embargo, el modelo clásico sigue en el ruedo, con ediciones ultra limitadas y motor V8. La división Land Rover Classic lanzó una camada de Works V8 Trophy y ahora llega una segunda tanda, más exclusiva y especial.
Solo habrán 25 de las llamadas Land Rover Classic Defender Works V8 Trophy II y estarán repartidas entre carrocerías 90 y 110, sumando como novedad la versión 110 Double Cap pick-up. Para diferenciarlas de la camada anterior, cambian el amarillo Eastnor Yellow (ver nota) por un decorado de camuflaje que ilustra 23 locaciones por donde el todoterreno pasó, incluyendo los del histórico Camel Trophy.
Estos Defender están como nuevos pero no son 0km: fueron realizados sobre modelos “donantes de órganos” que se destriparon y volvieron a ensamblar. Poseen un motor 5.0 V8 con 400 cv y 515 Nm unido a una caja automática de ocho velocidades y (obviamente) tracción a las cuatro ruedas.
Las nuevos/viejos Defender ofrecen base cromática en pintura blanca llamada Fuji White, techo y capo en negro Narvik Black y decorados en negro, pero brillante, llantas de aleación de 18 pulgadas, escalera en la parte trasera, bandeja de techo, defensa delantera, malacate y una barra LED de 1,27 metros de largo en el techo. En lugar de los estribos hay barras protectoras de los zócalos, para protegerlos de algún contacto con el terreno.
En la cabina, los Defender Trophy II cuentan con butacas Recaro con tapizado en cuero blanco y negro que se extiende a las puertas y tablero. La modernidad se instala en el medio del tablero con un equipo de infoentretenimiento con navegador, en contraste con un reloj Elliot Brown empotrado, pero del que se harán 1.000 unidades de pulsera para que hagan juego. El precio de cada unidad será de unas 250.000 libras (272.046 dólares aprox.) y de las 25 solo habrán 5 pick-up. En Motor1 queremos una.