La mayor y más antigua exposición sobre actividades agrícolas e industriales volvió a abrirse al público después de dos años de restricción por pandemia. Los vehículos pesados de trabajo exhibidos en la muestra han sido protagonistas principales, llevándose la atención del público de todas las edades.
Recorrer los atestados pabellones y stands de exterior de esta tradicional expo es siempre un descubrimiento. Existe cierta previsibilidad por supuesto, ya que uno más o menos sabe con qué se va a encontrar, pero la magnitud y variedad de lo expuesto siempre sorprende. Tal fue el caso de esta edición 2022 que explotaba de gente.
Nomás ingresar y uno es arrastrado hacia los lotes al aire libre, en los cuales se puede ver de todo. Predominan los stands cerrados, pertenecientes a las provincias argentinas, y también los de algunas automotrices (grandes llamadoras de público) pero enseguida, un sitio de exhibición sorprendió por su tamaño y lo expuesto. Tal el caso de Trenes Argentinos Cargas, que se despachó nada menos que con una locomotora CRRC QISHUYAN y un vagón cerealero. No hay dudas que es el sitio más visitado, atrayendo a niños, a jóvenes, y a los mas ancianos. A mí me recordó ediciones de hace cincuenta años, en las que Fabricaciones Militares exponía coches de pasajeros, camarotes y comedor. Alucinaba con ese despliegue.
Es que todo el mundo siente un idilio con los trenes, y esta inesperada presencia, con el motor de 3000CV en marcha y haciendo sonar su bocina con experiencia a bordo para niños, no pasó inadvertida.
Justo a lado y con un tamaño apreciable (aunque ni puede competir contra la locomotora) estaba el pronto a presentarse Volkswagen Meteor, el tractor más potente de la marca alemana, que hacía de nave insignia en el stand de la terminal automotriz. Ya lo hemos visto en Expoagro (ver nota) y también en Agroactiva (ver aquí); ahora fue el turno de la ciudad capital y del gran público de todo tipo. La larga fila para acceder a su cabina testimonia lo llamativo que puede ser esta noble bestia de trabajo. Locomotora y camión se llevaron mucho público. No son antagonistas, o al menos no deberían serlo (vengan los comentarios)
En distintos lugares de la expo se exhibieron a modo de display tractores, furgones y pick-ups que ofician como vehículos oficiales de la expo. A cada paso un lugar para una selfie.
En los pabellones más grandes se han exhibido todo tipo de maquinaria agrícola; tanto autopropulsada como arrastrada. Aquí el impacto es mayor, y sorprende por el volumen, por la forma, por los colores, y por el tipo de aplicación. Generan la admiración de todos, aunque no se conozca realmente el propósito de estas fábricas móviles, diseñadas para recoger y procesar sin pausa todo lo que crece en nuestro suelo.
En cada tractor había un pibe, por lo que optamos por hacer el registro fotográfico, sin esperar a que se bajen. Sería una empresa infructuosa, ya que al lado están haciendo fila, e inmediatamente que se baja uno, sube el otro. Disparar logrando una foto aceptable y desplazarse hacia otro stand es una tarea ciclópea, ya que aún cuando el día que visitamos la expo fue lluvioso, adentro parecía un día de fiesta popular (y esto decididamente lo es) con familias enteras de vacaciones de invierno, abriendo sus sentidos a todo tipo de experiencias. Animales de concurso, degustaciones, exhibiciones en la pista principal, simuladores, tecnología, vehículos de todo tipo, y música que entra por los oídos a la vez que aromas de campo y de parrilla se cuelan por nuestras fosas nasales.
Día de expo en La Rural y Fotorreportaje de Motor1; a continuación.















