En Motor1 ya hablamos sobre la caída en desuso de los modelos convertibles, o cabrio, no solo en Argentina, donde apenas queda un puñado de opciones (todas muy caras), sino en el mundo (ver informe). Y dentro de ese grupo, hay uno que aún ha sufrido más, el de los Coupé Cabrio. La idea original es muy buena: ofrecer un auto que pueda disfrutarse a cielo abierto, pero en lugar de tener una capota de tela, que no aísla tan bien térmica y acústicamente, cubrirlo con un techo rígido articulado.
Una promesa a medias
La promesa empieza en su nombre. En lugar de ser un auto abierto que tiene un cierre para proteger de la intemperie, se presenta como una coupé que se abre, aunque no es del todo cierto. Uno de los grandes problemas de los CC es que hay que hacer el techo lo más chico posible y generar espacio para guardarlo, entonces terminan con parabrisas y baúles muy largos, el segundo también alto. En los modelos de dos plazas lucen bastante bien, pero en los de cuatro las proporciones quedan alteradas a la vista.
Asociado al tema del espacio, cuando el techo está desplegado, el baúl es bueno, pero al plegarlo, se reduce a la mínima expresión. Gran tema es cuándo uno llena la parte de carga y después quiere sentir el viento en la ruta… O se viaja con lo mínimo indispensable o se disfruta del cielo en destino.
Finalmente, los techos rígidos articulados y sus mecanismos de plegado aumentan considerablemente el peso. Hay algunas soluciones, como la del MX-5 RF que simplifican y hacen más ligero el tema, pero o son los menos de su especie. También estos techos son caros, no solo por los costos del hardware, también a la hora de diseñarlos, producirlos y mantenerlos.
Ascenso y re-plegado
Obviamente que no todas son noticias negativas, los Coupé Cabrio otorgan esa dualidad de tener un auto con techo rígido que se puede disfrutar al aire libre en todo momento. Peugeot dice haber creado la idea en 1934 con el 401 Eclipse, pero la moda arrancó en 1996 con el Mercedes SLK y siguió en 2000 con el 206 CC.
La moda avanzó rápido y muchas marcas comenzaron a ofrecer su CC, muchos de los cuales llegaron a Argentina, como los mencionados anteriormente: 207 CC, 307 CC y 308 CC del león, Megane II que se diferenciaba por el techo de vidrio y varios premium. desde el Volvo C70 hasta la Ferrari California, pasando por los Serie 3 y segunda generación del Z4 y Mercedes SL. En el medio quedaron muchos más modelos como los VW Eos (prometido, pero nunca importado al país), Focus II (hay una unidad en el país), Astra y Tigra bautizados Twin Top, y Nissan Micra C+C (March).
Un lugar intermedio lo ocuparon (y siguen existiendo) modelos donde solo la parte de arriba del techo se abre, una suerte de Targa, pero en lugar de sacarse, pivota en el borde superior del pilar trasero. Ejemplos son el Renault Wind y más de un Ferrari, como la 575M Superamerica, por dar algún ejemplo.
Los Coupé Cabrio prácticamente desaparecieron con la misma velocidad que florecieron. Mucho tuvieron que ver algunas crisis mundiales como las de 2008 y 2009 que redujeron la oferta empezando por los modelos “de capricho” más caros (de diseñar, producir y de venta al público). Ya casi no quedan convertibles, cupés, cabrios, y otros están en vías de extinción. ¿Hace falta nombrar a los SUVspechosos de siempre?