Desde Goodwood (Inglaterra) – Era el primero de mis cuatro días en el Goodwood Festival of Speed y aún mi cerebro no terminaba de procesar la complejidad de ese verdadero Disneyland para los fanáticos de los autos: a la misma hora y separados por casi un kilómetro de distancia se estaba disputando el Superprime de Rally con los autos del Grupo B; las mejores Ferrari del Museo de Maranello habían comenzado a desfilar por la Hillclimb; en el parque cerrado se preparaban los Sport Prototipos de Le Mans de los años ’90; en el Castillo había un recital de ópera organizado por BMW para celebrar los 50 años de M (con los M1 acompañando los acordes con sus motores); y los Red Arrows atronaban el cielo con su show acrobático de humo de colores y jets de combate a casi mil kilómetros por hora.

Estaba tratando de decidir qué hacer ante la oferta más variada y exótica de fierros que haya visto en toda mi vida cuando sonó mi celular: “Carlos, ¿te gustaría girar en el Circuito de Goodwood?”

Del otro lado de la línea, desde Buenos Aires, Federico Pieruzzini me ofrecía la frutilla para coronar la torta del evento más espectacular del mundo. El CEO de Eximar, importador de Jaguar Land Rover en Argentina, había conseguido un lugar para Motor1 Argentina en la presentación exclusiva para la prensa de la nueva Range Rover Sport.

Esta SUV para el Segmento E (grande) -la más deportiva de la gama actual de Land Rover- se acaba de renovar por completo con la flamante tercera generación, que se presentó en Goodwood.

Por eso, el sábado a las dos de la tarde, con la puntualidad más Very British posible, me ubiqué bajo la bandera de Ucrania que ondeaba sobre el castillo del Duque de Richmond y allí me encontré con Fola Awe, jefe de Prensa Internacional de Jaguar Land Rover, quien me acompañó caminando hasta un lugar del evento que todavía no había visitado: la VIP Drop Off Area. Como su nombre lo indica, es un lugar donde los invitados especiales cuentan con un servicio de “limousines”, con choferes para trasladarse de un punto al otro del Festival (sin tener que caminar, como el resto de los mortales).

Las “limousines” de Goodwood no se parecen en nada a las horribles Lincoln Stretched que suelen verse en Hollywood o Las Vegas. En el Festival of Speed, los transportes para los VIPs siempre son Rolls-Royce Phantom, Bentley Flying Spur, Mercedes-Benz Clase S, Maserati Quattroporte y el vehículo de mi chofer personal: Range Rover Long Wheel Base Plug-In Hybrid, de nueva generación.

Dentro esa preciosa burbuja de cuero natural de cordero, madera de nogal, aluminio anodizado y el silencio más absoluto, me trasladé hasta el histórico Goodwood Circuit. No hay que confundirlo con la Hillclimb (la famosa trepada que es el centro del Festival of Speed).

El Goodwood Circuit está un poco más alejado y es el escenario del también célebre Goodwood Revival, que se organiza todos los años en septiembre: es un trazado muy veloz, con 3.8 kilómetros de extensión, y que fuera abandonado durante casi 30 años tras el accidente fatal de 1970, donde murió Bruce McLaren, fundador de la escudería que lleva su nombre.

Ese sábado, mientras casi medio millón de personas rodeaba la Hillclimb, el Goodwood Circuit había sido reservado en exclusiva para la presentación internacional de la nueva Range Rover Sport (RRS, de aquí en más).

La primera sensación que tuve al verla fue que esta tercera generación se parece en poco a las dos primeras RRS que manejé en 2006 y 2013 (leer críticas). El nuevo diseño es algo espectacular: se ve moderna, deportiva y llamativa (como siempre fueron la RRS), pero ahora es más grandota que nunca y luce más refinada. Mide casi cinco metros de largo (4.946 mm) y más de dos de ancho (2.047 mm), con un peso brutal de 2.8 toneladas (a pesar de que gran parte de su carrocería y estructura monocasco están hechos en aluminio). En el box de Goodwood, los prototipos de las versiones First Edition -reservadas para los clientes más fieles, que serán los primeros en recibir sus unidades-, lucían bestiales con sus gigantescas llantas de 23 pulgadas.

El plan de la invitación consistía en tomar un cafecito en la terraza del circuito y esperar el turno para girar dos vueltas al trazado, en el asiento del acompañante. No habría posibilidad de manejarla (pero no me quejé).

La unidad que me tocó en suerte fue una P530 First Edition, con motor V8 4.4 bi-turbonaftero (530 cv y 700 Nm), combinado con caja automática ZF de ocho velocidades, tracción permanente en las cuatro ruedas, suspensión neumática de altura variable y dirección en las cuatro ruedas.

El piloto que me llevó a pasear fue Matt, un ex ingeniero de pruebas de Aston Martin y Lotus, que ahora trabaja para Jaguar Land Rover. Matt es un fanático de los autos deportivos: manejaba la RRS como si fuera el McLaren de Bruce (y no hubiese un mañana).

A pesar de su peso y proporciones, Matt hacía que la RRS volara y deslizara sobre el viejo trazado de Goodwood. Es una pista alucinante, donde muchas de las curvas se pueden tomar a fondo -siempre y cuando tengas las agallas de Matt y su fe ciega en la RRS-. Esta versión P530 es la más extrema de la nueva generación: acelera de 0 a 100 km/h en 4.8 segundos y su velocidad máxima está limitada a 250 km/h. Sin embargo, en la First Edition se ofrece un opcional que remueve el limitador de fábrica: así alcanza los 277 km/h. Eso la convierte en la Land Rover de producción más veloz de la historia.

Matt me contó que lo que más le gustó fue el nuevo diferencial central activo, que permite repartir el torque para mejorar las maniobras en off-road, pero sobre todo para tener un comportamiento dinámico más deportivo en la pista: "Es un vehículo muy grande, pero este sistema permite que la trompa entre mejor en las curvas y que el tren trasero deslice lo necesario para empezar a acelerar mucho antes de lo imaginado", dijo Matt.

"Es como si me hablara el Colo", pensé yo.

A eso hay que agregar la dirección en las cuatro ruedas, que ayuda a mejorar mucho la maniobrabilidad. Por debajo de los 50 km/h, las ruedas traseras giran hasta 7.3 grados en el sentido contrario a las delanteras, para facilitar el estacionamiento. Sin embargo, por encima de los 50 km/h, giran en el mismo sentido de las delanteras, lo cual brinda la sensación de estar manejando un vehículo de proporciones más compactas.

Después de girar dos vueltas a fondo, Matt se salió del circuito y encaró un camino secundario de ripio. Aclaro que era un ripio prolijo y suavecito: ni punto de comparación con nuestro agresivo ripio patagónico. Después transitó por una pendiente inclinada, tampoco demasiado exigente: la Range Rover Sport nunca fue el modelo de Land Rover más orientado al todo terreno. Todo lo contrario: nació y se sostiene como la más deportiva SUV de la marca británica.

Matt me contó con orgullo que, antes de trabajar en Jaguar Land Rover, fue piloto de pruebas a cargo del desarrollo y la puesta a punto de los deportivos de los últimos 20 años de Aston Martin y Lotus. El video de nuestras charlas en el cockpit se puede ver acá abajo.

Sin embargo, ya sobre el final del paseo, Matt me confesó que su auto favorito es el Porsche 911. En los papeles, todos esos parecieran ser autos ubicados en las antípodas de esta Range Rover Sport. Pero en Goodwood hizo su magia: es una comodísima SUV de lujo que, sobre el histórico circuito inglés, voló como si fuera un ligerísimo GT3.

C.C.

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Mientras en la Goodwood Hillclimb se celebraba el Festival of Speed, Land Rover alquiló el Goodwood Circuit para presentar a la prensa la nueva Range Rover Sport.
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Es el mismo circuito que estuvo abandonado tras la muerte de Bruce McLaren en 1970.
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Y desde 1993 es el escenario del famoso Goodwood Revival, que se celebra siempre en septiembre.
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Esta es la tercera generación de la Range Rover Sport.
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Las dos generaciones anteriores llegaron a la Argentina, así que hay expectativas para que también se ofrezca este nuevo modelo.
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No llega al nivel de refinamiento de la nueva Range Rover, pero la Sport está a la altura de las SUVs más lujosas del mundo.
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La butaca del Land Rover más veloz del mundo.
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Con capacidad cómoda para cinco adultos.
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¿Y la famosa banqueta para picnic? Eso sigue siendo exclusivo de la Range Rover
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Esto sí que es bien típico de la Range Rover Sport: V8 4.4 bi-turbonaftero con 530 cv y 700 Nm.
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En la versión First Edition es el Land Rover más veloz de la historia.
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Puede alcanzar los 270 km/h, si se elige la opción de remover el limitador de fábrica.
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Matt, el piloto de Jaguar Land Rover, que llevó a pasear a Motor1 Argentina por Goodwood.
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Las charlas del cockpit se pueden ver en el video de acá abajo.
Gracias a Eximar y a Jaguar Land Rover por la invitación.

VIDEO: Range Rover Sport – Goodwood 2022


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