Después de producir los primeros prototipos (V1, V2 y V3), hacia 1936 el proyecto del Auto del Pueblo iba tomado forma con una serie de 30 prototipos destinados a pruebas de rodamiento en el mundo real. Los llamados W30 se fabricaron en la planta de Daimler-Benz en Sindelfingen y tenían prácticamente todas las características del Escarabajo; sin embargo, esa camada desapareció (casi) por completo.
Desde 1937 los W30 realizaron más de 2,4 millones de kilómetros de pruebas en todo tipo de caminos dando lugar a nuevas series de prototipos (V303, VW38 y VW39) que ya tenían el estilo que conocemos hoy. Los W30 que sobrevivieron al castigo, siguieron siendo usados por el Dr. Porsche hasta que llegó la orden de destruirlos en 1942, pero efectivamente, algo quedó.
Al menos un chasis sobrevivió y fue adquirido en la década de 1960 cerca de Gmünd, donde residió y tuvo su oficina de diseño la familia Porsche, entre 1944 y 1950. En 1998 un empleado de Volkswagen, y estudioso de la historia del Escarabajo, viajó a Austria donde repasando una colección privada se topo con ese peculiar chasis, claramente de käfer (escarabajo en su alemán original), pero con diferencias estructurales, especialmente en la parte delantera, que lo identificaron con los W30 perdidos.
¿Cómo lograron recuperar el peculiar chasis? Con mucha perseverancia y negociaciones que terminaron en el intercambio por un Schwimmwagen, el VW anfibio de la Segunda Guerra Mundial, con el coleccionista austríaco. Luego de los primeros trabajos se descubrió que se trataba del prototipo W30 IIIA 37026 (chasis Nº26) que, según los historiadores del tema, perdió su carrocería original durante las pruebas, llegó a vestir la número 8 y finalmente pudo haber sido usado como base para pruebas del Kübelwagen, lo que habría permitido su supervivencia.
La reconstrucción se completó en 2019 utilizando una combinación de piezas de pre y post guerra, además de varias realizadas a nuevo tomando como base fotos y esquemas. Respecto de la carrocería, todo tuvo que ser hecho desde cero, ya que prácticamente ninguna línea del W30 coincide con las del Escarabajo, desde las puertas y ventanas laterales hasta la ausencia de la ventanilla posterior, pasando por capot y portón que tenían apertura diferente.
Luego de digitalizar todo se realizó un esqueleto base sobre el que se hicieron moldes de cartón. La carrocería base se hizo a base de chapa a base de martillo y soldaduras. El resultado demandó cinco años de minucioso trabajo artesanal y aún no está listo ya que hace falta corregir la pintura, que en el original era menos brillante. ¿Cuándo veremos este W30 Nº26 terminado? Se espera que en septiembre de este año vuelva a la vida tal cual como nació hace aproximadamente 86 años atrás.