Desde Balcarce (Buenos Aires) - El sábado pasado se corrió el primer track day de la historia en el Autódromo Fangio. Sin embargo, ese fue solo el evento más destacado del "Track&Tour": un homenaje de tres días a la memoria del Chueco, organizado por Track Day Argentina, y con la colaboración de la Fundación Fangio. La idea fue combinar la pasión por los autos, la historia y el turismo como una manera de (intentar) ser Fangio en un fin de semana.
Motor1 Argentina participó de este evento sobre el Toyota GR Yaris de la "Colección de Autoblog" (leer nota), con el binomio integrado por sus dos propietarios: V.C. y C.C.
La experiencia completa fue así.
Viernes

Llegamos al hotel "El Casco de Fangio" pasado el mediodía. Salir de Buenos Aires un viernes por la mañana no fue sencillo, pero llegar a la estancia para la hora del almuerzo no tuvo precio. Este campo, ubicado a 10 kilómetros en las afueras de Balcarce, fue comprado por la Fundación Fangio en 1991. Hasta el fallecimiento del Chueco, en 1995, fue utilizado para que el Quíntuple recibiera invitados y agasajara a sus amigos durante sus visitas a Balcarce.
Toda la propiedad fue restaurada, parquizada y ampliada para convertirla en un hotel de campo, con toda la decoración y temática entorno al mundo de los autos y la vida de Fangio.
El Casco de Fangio es un hotel y spa que opera bajo la supervisión de la Fundación y que cuenta con la amable atención de Sergio Marín, un experimentado operador turístico de Balcarce, que relata sus anécdotas con el Chueco mientras muestra las habitaciones, la oficina del Chueco y la historia detrás de cada detalle de decoración de la casa.
Las habitaciones están ambientadas con obras de arte inspiradas en la vida y las carreras de Fangio, donde hasta los frasquitos del shampoo llevan etiquetas con Maserati, Chevy y Flechas de Plata.
El primer día se cerró con un asado de bienvenida (costillar a la cruz, con el clásico Postre Balcarce a la hora del dulce), una charla técnica de Michelin sobre sus nuevos neumáticos Pilot Sport Cup2 Connect y más anécdotas sobre Fangio a cargo del periodista Pepe Joglar.






Sábado – Mañana y Tarde
El segundo día arrancamos bien temprano. Desayuno veloz y enlace hasta el Autódromo Fangio de Balcarce. Este auténtico Templo de la Velocidad, impulsado, diseñado e inaugurado por el Chueco en 1972, recibió este fin de semana por primera vez en su historia a un track day: un día de pista para autos particulares, donde participaron vehículos de todo tipo con el único requisito de pagar la inscripción, el seguro de la Asociación Argentina de Volantes y cumpliendo algunas normas básicas de seguridad (uso de casco, reglas de sobrepaso y respeto a las señales de los banderilleros).
Por tratarse de una primera experiencia, no se cronometraron tiempos de vuelta. Tampoco se utilizó el circuito completo de 4.59 kilómetros de extensión. Se usó una variante reducida de dos kilómetros, con seis curvas y notables cambios de altura. Esto incluyó una chicana con forma de "S" y con una pronunciada bajada ciega, donde algunos autos llegaban a quedar unas décimas flotando en el aire: la llamamos "El Sacacorchos de Balcarce" (ver video abajo).
Todo esto en el marco de las hermosas sierras de Balcarce y con buena cantidad de público en las tribunas naturales.
Como es habitual en Track Day Argentina, podés manejar hasta cansarte: se organizaron cuatro tandas de 15 minutos por cada grupo de autos, con una tanda libre al final del día (para los que todavía pedían más).
Además, entre todos los inscriptos se sortearon a tres ganadores para vivir una vuelta de acompañantes en el Torino de Nürburgring del Museo Fangio: la coupé 380W Número 3 original, que fuera el único auto de la Misión Argentina en completar la carrera de 84 Horas de 1969.
Una característica de Track Day Argentina es que siempre ofrece a los participantes el servicio gratuito de un instructor. Se trata de dos o tres pilotos profesionales que conocen bien el circuito y que se ofrecen a acompañarte todas las veces que los necesites, para ayudarte a trazar mejor las curvas y memorizar los puntos de frenado ideales para tu auto. En este caso, las primeras vueltas las hice junto a uno de ellos: Santiago Lantella, un profesional que conoce de memoria todos los secretos del Fangio de Balcarce.
Después de tres vueltas de instrucción, ingresamos a bóxes y cambié el copiloto para que se subiera mi socio (sus videos se pueden ver acá abajo).
Sobre el GR Yaris no voy a decir nada que no hayan dicho ya los pilotos Paul Szebesta (leer crítica) y Julián Santero (leer crítica). Sólo voy a reforzar lo que ya dije en mi propia crítica (leer acá). Es un autito tan veloz y equilibrado que tiene un solo gran defecto: te hace sentir mejor piloto de lo que realmente sos. Si en pista pudimos alcanzar y superar a un Corvette Z06 fue todo mérito del chasis, la transmisión y la mecánica que salieron de la galera de Gazoo Racing. Y de los consejos de Lantella, claro.
Acá también corresponde agradecer al ingeniero Carlos Spinazzola y todo el equipo de Michelin Argentina. Durante todo el día estuvieron atendiendo a los usuarios de autos calzados con estos neumáticos (ya sean las PilotSport4S de los GR Yaris o de un Mustang Mach 1), midiendo la presión al salir y volver de la pista, además de analizar el desgaste de los cauchos en un circuito poco habitual para los track days.
















Sábado – Noche
Regreso al hotel, merienda en el jardín a la hora del atardecer y charlas interminables acerca de las hazañas, pifies y metidas de pata (propias y ajenas, ver video abajo) en la pista. Ducha veloz y viaje en caravana al centro de Balcarce.
El Museo Juan Manuel Fangio se inauguró en 1986 y su horario habitual es de 10 a 18. Pero, para esta ocasión especial, se abrió por la noche para todos los participantes de este Track&Tour. Ahí fuimos recibidos por el historiador y museólogo Mauricio Parra, famoso por conocer cada detalle e historia de cada uno de los autos que se exponen en el Museo, todo condimentado con anécdotas sobre la carrera profesional y la vida en Balcarce de Fangio.
Los cuatro pisos del museo estuvieron disponibles para el grupo de participantes y en el bar de la planta baja se sirvió un lunch con generosa picada y calentitos de delicias locales. El cierre corrió por cuenta del rugido de motores de algunos clásicos, que se pusieron en marcha para la ocasión.




Domingo
Desayuno en el hotel y mañana libre para quienes quisieron disfrutar un ratito más el parque del Casco de Fangio. No faltó el franela que aprovechó el solcito del domingo y se puso a lavar su auto para sacarle la suciedad de la pista.
Despedida general, un paseo por el centro de Balcarce y regreso a casa.
Conclusión
Los track days nacieron con la idea de sacarte las ganas de manejar a fondo con tu auto, en el ambiente seguro de una pista. Este primer Track&Tour organizado por Track Day Argentina le da una interesante vuelta de tuerca a la experiencia. Es un paseo que se puede disfrutar en familia, donde se combina pista con turismo, gastronomía, historia y una divertida caramadería.
Para nosotros, en particular, fue una excelente oportunidad para conocer más sobre la historia de Fangio, a quien V.C. conocía sólo a través de las historietas que le traduje cuando era chiquito (leer todas acá). El único problema de pasar tantas horas juntos, y con un track day de por medio, es que en las charlas de la ruta comienzan a surgir las preguntas más inquietantes: “Pá, ¿y si nos armamos un Track Car?”.
C.C.
Fotos: Track Day Argentina
Videos: V.C.
Agradecimientos: El Casco de Fangio, Museo Fangio, Fundación Fangio, Autódromo Fangio, Michelin Argentina, Sebastián Auad y todo el equipo de Track Day Argentina.
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