Mi amigo, colega y compañero en Motor1, Freddy Pereyra, me lo dijo sin dudarlo apenas me lo encontré el domingo pasado en el predio de Moreno: "Esta es la mejor edición de Expo Auto Argentino. Estuve en todas y el nivel de hoy es formidable" (su cobertura ya se publicó acá). Así comenzó nuestra caminata sobre el césped de Francisco Álvarez, mientras nos encontrábamos con amigos que no veíamos desde antes de la pandemia y descubríamos las joyas de esta muestra que genera una descarga permanente de recuerdos y nostalgia.

Expo Auto Argentino nació hace once ediciones como la primera muestra completamente dedicada a los vehículos fabricados en la Argentina. Acá no hay lugar para los importados. Ni siquiera para aquellos autos regionales producidos en el vecino Brasil. Es un auténtico show de la "Argentinidad al Palo".

En sólo un día de exposición es posible recorrer la historia de la industria automotriz argentina y recordar que hubo una época en que las fábricas de la Argentina se arriesgaban a diseñar, desarrollar, fabricar y vender productos para todos los segmentos del mercado. Es algo que no ocurre en la actualidad. La muestra de Moreno es un museo a cielo abierto de la industria automotriz argentina, con un grado de detallismo y prolijidad que ni siquiera ofrece la más famosa (y con contenido importado) Autoclásica.

No debe haber sido sencillo el trabajo de Gustavo Feder y equipo, organizadores de Expo Auto Argentino. Durante los últimos meses seleccionaron y curaron un fabuloso despliegue de ejemplares argentinos de todas las épocas. El criterio es el mismo para todos y se trata de una exigencia comprensible, que el público agradece y valora: la prioridad es siempre para los vehículos en estado original -si están bien conservados, mejor aún-. Es probable que ese requisito deje afuera a muchos autos modificados con cariño, recursos y gran esfuerzo por parte de sus dueños, pero que no cumplen con la regla básica de originalidad.

El resultado final de ese esfuerzo de organización es notable. Expo Auto Argentino asume así un rol que las terminales automotrices locales esquivan e ignoran: fomentar la preservación y difundir la historia de la época de oro de la industria automotriz argentina.

Las fábricas de autos de la Argentina no cuentan con museos en nuestro país y deben recurrir a los coleccionistas privados cada vez que quieren recordar su propia historia. Ocurrió el mes pasado con Toyota (ver nota) y Renault (ver nota). Pero en años anteriores también pasó con Chevrolet (ver nota), Citroën (ver nota), Fiat (ver nota), Ford (ver nota), Mercedes-Benz (ver nota), Peugeot (ver nota) y Volkswagen (ver nota).

No es casual: son todas las integrantes de Adefa, la poderosa entidad que agrupa a los principales fabricantes de autos de la Argentina. Esta asociación le debe a Expo Auto Argentino el reconocimiento y agradecimiento por realizar el trabajo que, de manera individual, no están realizando.

Ya que estamos, la muestra de Moreno debería ser de visita obligada para los ejecutivos de las terminales locales. Todos los años, en muy pocos metros cuadrados, se brinda una verdadera cátedra al aire libre acerca de lo que fue capaz de concretar nuestra varias veces golpeada industria automotriz local. Es un catálogo de productos nacionales que tenían poco que envidiarle a los importados de esa época. Vale como homenaje a los próceres del pasado y sirve como desafío para los líderes de la industria de hoy.

C.C.

Fotos: Freddy Pereyra

Galería: Expo Auto Argentino 2022

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