La Fórmula 1 pasó por el circuito de Jeddah en un fin de semana muy controversial y quien terminó ganando la carrera fue Max Verstappen, que le sacó el jugo a su Red Bull en las vueltas finales y le arrebató el triunfo a un Charles Leclerc que dio todo con su Ferrari. 

Checo Pérez salió desde la pole position y punteó durante 16 vueltas la competencia, pero tuvo la mala suerte de ingresar a los boxes justo antes de que Nicholas Latifi se pegue contra el muro y eso le hizo perder terreno hasta quedar cuarto detrás de Carlos Sainz. 

Verstappen y Leclerc ya habían sostenido un duelo interesante en la fecha inicial de la categoría, disputada en el circuito de Sakhir, y ahora reeditaron la lucha con maniobras interesantes y limpias: en ningún momento estuvieron cerca de tocarse y pelearon de forma limpia por obtener el primer puesto. 

La gran decepción volvieron a ser los Mercedes: George Russell realizó una carrera discreta y finalizó quinto, mientras que Lewis Hamilton partió desde atrás luego de haber realizado una mala clasificación y apenas pudo arañar un 10° puesto: es cierto que si hubiera tenido mejor suerte para ingresar a boxes en el último virtual safety car provocado por el accidente de Albon podría haber finalizado un poco más arriba. 

Al igual que en la primera jornada en Baréin, durante esta competencia volvieron a sucederse problemas de fiabilidad en los autos. Yuki Tsunoda ni siquiera pudo largar con su AlphaTauri debido a que en la vuelta previa se le "plantó" el motor. El equipo aseguró que está investigando qué fue lo que ocurrió y luego dará un parte detallado. 

Otro que sufrió un problema en su unidad motriz fue Fernando Alonso, quien alegó "no tener potencia" e intentó llevar a su Alpine hasta los boxes pero se quedó en el camino. Una situación similar vivió Ricciardo con su McLaren que perdió potencia hasta que quedó varado inevitablemente a la vera de la pista. En la misma vuelta, Valtteri Bottas también abandonó con su Alfa Romeo. 

Un fin de semana difícil

Luego del epílogo de esta competencia la F1 cerró un fin de semana complicado, debido a que el viernes un misil de separatistas de Yemén impactó en una planta petrolífera de Aramco, ubicada a 30 kilómetros del circuito. Ese hecho sembró un manto de dudas sobre la continuidad del GP, pero el presidente de la FIA, Bin Sulayem, alegó que estaban dadas las condiciones de seguridad para hacerlo. 

Hubo reunión entre los equipos y los pilotos, quienes decidieron correr aceptando las garantías de Sulayem. Para colmo, el sábado Mick Schumacher protagonizó un fuerte accidente que generó controversias con respecto a la seguridad del circuito. Más de un especialista aseguró que no se debería correr en un esceneario de este tipo, con "curvas ciegas" más que peligrosas.


 
 
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