El diseño y producción de carrocerías para buses no suele ostentar una depurada ingeniería automotriz; la que es frecuentemente vista en autos, utilitarios, o camiones. Estos vehículos salen certificados de fábrica con celosos controles de rendimiento y performance; sus chasis son en efecto una muestra del avance tecnológico tanto en su funcionamiento como en su fabricación.

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En el caso de los buses el camino es otro: los chasis originales de fábrica, si bien son un testimonio rodante de todo lo más actual o reglamentariamente posible en cada mercado, se completan como colectivos o micros en la industria carrocera. En medio de estas dos industrias hay un vacío, por no decir un abismo, donde se pierde el rumbo.

Existe un diseño exquisito para todo lo que no se ve; lo que hace al rendimiento, marcha, y durabilidad. Esto se debe al trabajo de ingenieros, validaciones y certificaciones; y el vestir este chasis por parte de los carroceros suele omitir calidades o pautas de diseño; como en la climatización por ejemplo, afectando al ambiente a bordo y a la calidad de vida, tanto del pasajero como del chofer.

La correcta temperatura, renovación, y purificación del aire hacen a un ambiente apto para habitar. La calidad del aire es todo cuando transportamos pasajeros.

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Algo más que aire enfriado

Todo evoluciona, y al clásico gálibo que siempre se observó sobre el techo de los buses, sinónimo de confort del aire acondicionado en su interior, ahora desapareció, trayendo beneficios que podemos enumerar:

Desde el punto de vista de la seguridad, el hecho de no tener un lastre que supera los 300 kg sobre el techo, mejora notoriamente la estabilidad, lo que redunda en una operación segura tanto en ciudad como en carretera.

No se practican orificios en el techo, para la inyección y succión del aire, desde y hacia el evaporador que se encontraba por encima del techo, lo que evita ingresos de agua y polvo exterior.

Quitarlo del techo incrementa el rendimiento del equipo al no tener la generación del frío expuesta a la radiación solar.

No tener impactos por ramas u otros obstáculos que golpean lo que sobresale del plano del techo, permitiendo fácil acceso a entradas de garaje más bajas.

Una Imagen Armónica, tal como imaginó el diseñador del bus, se consigue con un perfil sin interrupciones, por lo que un techo plano contribuye a ese propósito.

El beneficio más importante es el incremento de la capacidad de refrigeración del equipo, al reducirse el recorrido del aire, lo que equivale a enfriar una cabina de pasajeros más pequeña. Esto se debe al empleo de cajas evaporadoras de bajo perfil, situadas entre el techo y el cielorraso del bus

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Esta tecnología revolucionaria no está sola, sino que va acompañada de otro gran desarrollo de ingeniería: hablamos de fijar un compresor rotativo al block motor, con el mismo nivel y exigencia de la industria automotriz. Reduciendo notoriamente el incremento de consumo de combustible y el mantenimiento.

En este último item la empresa Tecnoklima también es precursora, empleando un pequeño compresor rotativo en reemplazo de un voluminoso y pesado compresor alternativo que necesita de correas de gran longitud, y es normalmente situado en una posición desventajosa para su funcionamiento, ya que se lo monta sobre un soporte encima del silenciador/catalizador de la unidad; recibiendo demasiado calor.

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Montaje del compresor alternativo a la derecha de la foto. Se utilizan correas largas y se necesita mayor mantenimiento. Este compresor es más pesado, voluminoso, y recibe mucho calor del catalizador.

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Montaje del compresor rotativo en un block motor Mercedes-Benz. El espacio sobre el catalizador queda libre para la irradiación de calor.

 

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Montaje de compresor rotativo directo sobre el block motor en un Cummins-Agrale

 

Equipo Split de TecnoKlima - Video

 

Sistema de montaje de compresores - Video

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