A la hora de hablar de la seguridad en una moto, el sistema de frenado es, muy probablemente, el componente más importante de todos. Sobre todo en el tránsito urbano, donde una caída por mal uso de los frenos puede derivar en un accidente mucho más grave. Todos coincidimos en que el mundo de las dos ruedas va a crecer a pasos agigantados en lo que podríamos denominar pospandemia. 

La combinación de la preferencia por el transporte individual para evitar el congestionamiento de personas en el transporte público sumada a la búsqueda por optimizar el tiempo y la economía a la hora de desplazarse por las grandes ciudades tendrá como consecuencia la llegada de muchísimos nuevos usuarios al mundo de las dos ruedas. Más aún con el advenimiento de las motos eléctricas.

Como todo, tiene su lado bueno, con el crecimiento de este sector de la industria, y su lado malo, muchos usuarios inexpertos que tendrán que transitar su curva de aprendizaje arriba de la moto, que no es un vehículo tan sencillo de operar. Nadie está buscando que sean todos corredores de MotoGP o de Rally, pero a la hora de manejar una moto hay algunas cuestiones claves, y doblar es sin dudas una de ellas.

El sistema más refinado disponible hoy como asistencia al frenado es el ABS. Un sistema que sensa constantemente, más de 100 veces por segundo, el comportamiento de las ruedas para evitar bloqueos, regulando la presión de la bomba de freno y procurando que las mismas sigan girando para que la moto se mantenga en pie y el usuario detenga la moto en la menor distancia posible y sin caerse. Como todo, cuanto mejor sea la técnica de frenado y mejor sepa el piloto aplicar la fuerza del frenado, mejor va a ser la efectividad de este sistema.

Si se le pega un palancazo al freno y las suspensiones no llegan a cargar bien, el ABS va a entrar en juego con mucha menos adherencia y la distancia de freno va a ser mayor, por más que la moto no bloquee y su piloto siga en pie. En cambio, si se frena de manera progresiva, cargando la mayor cantidad de peso sobre la rueda y aumentando su adherencia al máximo, el sistema va a ser mucho más eficiente. Obviamente cuanto mejor sea la superficie, mejores sean las cubiertas y mayor potencia de frenado tenga la moto, mejor será todo el sistema.

Pero en el segmento de la baja cilindrada, y sobre todo en mercados como el nuestro, donde se venden muchas motos económicas, el ABS todavía viene siendo esquivo. Por peso, por tecnología, por costos, por falta de exigencia del marco legal, y podemos seguir enumerando razones por un buen rato. La cuestión es que el ABS, al menos en la rueda delantera, está presente en muy pocas motos por debajo de los 250 cc.

Y allí es donde entra el CBS, que es una asistencia mecánica mucho más básica, pero que resulta una solución bastante ingeniosa y más económica para contribuir a mejorar la frenada y, sobre todo, ayudar a frenar más parejo. Básicamente hay una válvula que controla la presión del freno trasero y, a partir de cierto valor, envía el excedente de presión a la rueda delantera, o en algunos casos directamente distribuye la fuerza de frenado a las dos ruedas.

Esto no garantiza que no haya un bloqueo en caso de una frenada brusca en una situación de pánico, sobre todo en superficies con poca adherencia o terreno desparejo, pero sin dudas disminuye la posibilidad al tiempo que ayuda a realizar una frenada más pareja con ambas ruedas.

En su momento, cuando se lanzó el plan Mi Moto, festejamos la iniciativa por parte de la Cámara de Fabricantes, del Estado Nacional y del Banco Nación porque, sin dudas, el acceso a la financiación para comprar un vehículo conforma un empujón enorme para el desarrollo del mercado de la moto, pero también tuvimos nuestros reparos en que dentro de ese listado, porque solo hay un modelo con sistema de frenos CBS que se puede comprar mediante este programa: la Bajaj Rouser NS 125. Es el único modelo que recomendamos.

Siendo realistas y entendiendo el lugar del planeta donde vivimos, creemos que el sistema de frenos combinados, que por suerte cada vez más modelos lo tienen disponible, debería ser obligatorio en todas las motos de menos de 250 cc. como norma. Es un sistema mucho más económico que el más sofisticado ABS, que por suerte también está disponible cada vez más en las , es bastante mejor que un sistema convencional de frenos independientes sin ningún tipo de asistencia. Al menos para el usuario inexperto, mejora sensiblemente las distancias de frenado y brinda mejor desempeño en superficies con poca adherencia.

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