Desde chips para los módulos de los autos hasta espuma para el relleno de los asientos. La industria automotriz mundial está siendo afectada por una escasez de componentes debido -en gran parte- a la pandemia del Coronavirus: el cierre y reapertura de las fábricas de los principales proveedores de componentes no está consiguiendo acompañar la fuerte demanda mundial de autos, que viene atrasada tras el primer año de la crisis del Covid-19. El resultado: las fábricas de autos no tienen todos los componentes que necesitan en tiempo y forma, por lo que se ven obligadas a lanzar al mercado vehículos “incompletos”.
Por ejemplo, Chevrolet anunció la semana pasada que la Silverado se está entregando sin algunos dispositivos, como el módulo que permite la desconexión de cilindros para economizar combustible.
La crisis ya comenzó a impactar en el Mercosur, comenzando por Brasil. El sindicato de trabajadores de la fábrica de General Motors en Gravataí -la planta que produce los Chevrolet Onix- informó que la producción será suspendida durante abril y mayo, con posibilidades de extender el parate hasta junio o julio. Esto aún no fue confirmado oficialmente por GM Brasil.
Honda fue más transparente en la comunicación: la producción del Civic en Sumaré fue suspendida durante la primera parte de marzo, aunque eso no afectó a la planta de Itirapina, donde se fabrican los City, Fit y HR-V. EL motivo es el mismo: la falta de microchips.
El viernes, Volkswagen se sumó al anuncio de suspensiones de producción en Brasil, pero por un motivo diferente: debido al aumento de casos de Coronavirus entre los empleados de la compañía, se decidió suspender por 12 días el trabajo en las fábricas de Sao Bernardo do Campo, Taubaté, Sao Carlos y Sao José dos Pinhais. Allí se producen todos los VW que llegan a la Argentina, desde el Gol Trend hasta el Nivus, pasando por los Polo, Virtus, T-Cross, Saveiro y Voyage.
La producción en las plantas de VW se reanudará después de Semana Santa.
El faltante de piezas afectará más temprano que tarde al mercado argentino. Y profundizará un fenómeno ajeno a la pandemia y más relacionado con la crisis económica: el faltante de stock de vehículos y los sobreprecios, por las restricciones a las importaciones.