No sabemos con qué grado de certeza, pero entendemos que en el mundo que tenemos delante nuestro el real valor va a estar por el lado de las experiencias y ya no tanto por las pertenencias. Con esto no queremos decir que se va a poder vivir del amor, pero si que el ser humano va a destinar una parte más importante de sus ingresos a disfrutar de las cosas y va a pagar por lo que las use y ya no estará tan arraigado a los bienes y toda su capacidad ociosa.

Pongámoslo de esta forma. Nosotros el año pasado compramos una pick-up cabina simple 4x4 con el fin de usarla para las motos. Desembolsamos una suma determinada, patentamos, contratamos seguro, instalamos barra anti-vuelco, enganche e instalación eléctrica para el trailer y compramos algunos accesorios más para completar el combo. Está bien que 2020 fue un año complicado, pero en líneas generales, usamos la chata tres -sí, 3- veces en un año. La última vez fue cuando nos fuimos a la Costa Atlántica en el verano con la KTM 250 y la Husqvarna 701.

No fue una mala experiencia, no lo vamos a negar. Pero hubo que contratar una cochera adicional, todos los meses hay que pagar patente y seguro, ya la llevamos a hacer el service 2 veces y depende a donde vamos tenemos que ir a la gomería a que nos cambien el juego de cubiertas de calle por uno de tacos que tenemos. Todo esto para, en el transcurso de un año usarla tres veces. Podrían haber sido cinco o seis, no modifica nada. Mejor no hacer cuentas.

Pocos días después de haber puesto nuestra chata en la calle, un amigo que trabaja en Toyota Argentina nos pone en contacto con quienes están a cargo del desarrollo de Kinto Share, porque entendió que, si bien nosotros ya habíamos solucionado el tema del transporte de nuestras motos, a mucha gente le podría interesar una plataforma como ésta. De qué se trata se preguntaran muchos. Pues la explicación es muy simple.

Kinto Share es la plataforma de alquiler de vehículos de Toyota Argentina. Si bien pueden chequearlo e informardse a través de la web, todo funciona mediante una aplicación móvil. Allí van a encontrar todo tipo de vehículos, desde un Etios hatchback hasta un Lexus GS450h y entre estos dos extremos lo que se les ocurra de la familia Toyota. Hay para todos los gustos y bolsillos.

Podés alquilar por día, por hora o experiencias, que son paquetes ya armados con determinado tipo de vehículo. Obviamente en Motoblog lo que nos interesa son las chatas, y en algunos casos también un SUV si es que viene con la instalación de bocha y luces para tirar un trailer. Pero en la categoría de las pick-up hay de todo: base, full, cabina simple, cabina doble, hasta camionetas con cúpula o con grúa, por si la querés alquilar por horas para cambiar un foquito de luz que esté muy alto.

Hablando de experiencias, comenzamos a programar la nuestra con bastante anticipación, en la época en la que pensábamos que el Motoadventure Rally Raid de Catamarca se iba a hacer a mediados de noviembre de 2020. El objetivo era poder viajar cómodos, con todo nuestro equipaje de herramientas, equipo de filmación, botas, protecciones y, obviamente las dos motos cargadas y bien sujetadas atrás, y que luego la camioneta pudiera sumarse a los vehículos de asistencia de la organización. Y así fue, hubo que esperar algunos meses más, pero pudimos llevarlo a cabo.

Lo más llamativo de todo fue la simpleza de toda la operación. En un país donde normalmente hay que firmar de todo, Toyota se las ingenió para salir al mercado con una experiencia completamente sencilla e intuitiva para el usuario. Básicamente hay que crear un usuario una vez que se baja la aplicación, cargar fotos de ambas caras de la licencia de conducir, elegir el vehículo de interés y agregarle los opcionales que uno desee -conductor adicional, sillita para niños, etc.-, introducir las fechas y horarios que se va a utilizar, seleccionar el punto de retiro y devolución y listo.

Podés elegir hasta que te lleven el vehículo a tu casa o devolverlo en otro lugar distinto al que lo retiraste, y una vez que el viaje está confirmado, uno sabe hasta el dominio del vehículo para gestionar cualquier permiso necesario, sobre todo en estos tiempos.

En el caso nuestro, nos quedaba cómodo buscar y devolver la camioneta en Toyota Nuñez, así que a la hora señalada nos presentamos en el lugar y anunciamos en recepción que veníamos a buscar el vehículo. Nos hicieron esperar menos de cinco minutos en una sala muy pituca y bien acondicionada hasta que nos trajeron la camioneta, hicimos una recorrida por el vehículo y su documentación para controlar que todo estuviera bien y nos fuimos. A la mañana siguiente muy temprano ya estábamos con las motos cargadas y camino a Catamarca arriba de nuestra Toyota Hilux SRX -cabina doble, 4x4- con el máximo confort.

Y lo mejor de todo, es que se paga precio final, sin sorpresas, y en el caso de nuestro vehículo la franquicia era de 60.000 pesos, así que ante cualquier desgracia, ya sabíamos cuánto era lo máximo que nos iba a costar -algo que también puede cubrir tu tarjeta de crédito en algunos casos-.

No vamos a ahondar mucho en el vehículo, más que decir que la Toyota Hilux está entre los vehículos ideales para recorrer nuestro país sin que nada pueda detenerte -o casi-. Tiene un excelente andar, viene con todo el equipamiento y pasa por todos lados. En el caso de la nuestra, se comió casi 20 kilómetros de río seco, más de 30 de desierto y dunas y hasta la hicimos cruzar por un río con piedras bola del tamaño de sus ruedas. Volvió a casa sin un rasguño, salvo que se nos haya pasado alguno.

Muchos de los comentarios de quienes nos iban siguiendo apuntaban a si no estábamos haciendo trampa yendo en camioneta hasta Catamarca. Que por qué no íbamos en moto hasta allá como parte de la aventura. La respuesta no es una sola, pero la realidad es que no teníamos tiempo para tomarnos los dos tramos de 1100 kilómetros como un paseo. Tampoco podíamos darnos el lujo de matar las cubiertas de taco en un ida y vuelta de Buenos Aires a Catamarca. Mucho menos estar descansados para trabajar una semana al palo ni llevar todo el equipaje que necesitábamos para participar del MARR.

En pocas palabras, por menos del 2% de lo que nos costó comprar nuestra cabina simple, nos hicimos un viaje increíble. Tanto nosotros como nuestras motos viajamos cómodos y seguros para llegar descansados a una prueba bastante dura, arriba de un vehículo nuevo, bien mantenido y con todos los papeles en orden. Pudimos disfrutar de la experiencia mucho más de lo que pensábamos teniendo un vehículo de asistencia a disposición.

Después de 7 días espectaculares, volvimos sanos y salvos a casa, devolvimos la camioneta y nos olvidamos del problema. El mantenimiento y todos los costos de ser propietarios, ya no son parte de nuestra ecuación.

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Galería: Kinto Share: Toyota tiene mucho para ofrecerle al mundo de las motos con su plataforma de alquiler

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