Honda Motor de Argentina anunció la semana pasada una inversión de cinco millones de dólares en su planta de Campana para producir la nueva moto GLH150 (ver nota). Y, a la hora de los discursos en el acto de presentación del nuevo modelo, los ejecutivos de la marca japonesa se encontraron con una verdadera intimación por parte de un funcionario del Gobierno: “Queremos volver aquí para inaugurar otra vez una línea de producción de autos”.
La frase la lanzó Ariel Schale, secretario de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa de la Nación. Fue enviado a ese evento por el ministro de Producción, Matías Kulfas. “Uno de los objetivos de nuestra política industrial es volver a recuperar a Honda como una terminal automotriz”, recalcó el funcionario ante Saiji Saíto, presidente de Honda Motor de Argentina.
La planta de Honda en Campana fue inaugurada en 2011 por la entonces presidenta Cristina Kirchner y produjo dos autos de la marca japonesa: los City y HR-V. Sin embargo, como parte de una reconversión de la marca a nivel mundial -que incluyó el cierre de fábricas en Gran Bretaña y Turquía- Honda decidió concentrarse en la producción de motos en Campana y traer importados todos los autos que vende en nuestro país.
“El mercado interno no es un derecho de nadie”, advirtió Schale. “Es un privilegio para los que producen, invierten y generan empleo en nuestro país. Esa es un política industrial innegociable”, agregó.
El discurso completo que Schale presentó ante los directivos de Honda y la prensa fueron los siguientes.
* Néstor Kirchner y Honda: “Yo soy el más viejo de todos los que están aquí y recuerdo que estuve en la inauguración de la planta de Honda en Florencio Varela, la primera que tuvo la marca en la producción de motos. Fue una planta que surgió del esfuerzo y de los sueños, porque veníamos de una etapa desindustrialización muy fuerte en la Argentina. Y en cada fábrica se ven motos adentro, porque es el medio de transporte de nuestros asalariados industriales. Néstor Kirchner, nuestro presidente en esa época, siempre preguntaba: ‘¿Y estas motos son argentinas?’ ‘No, las motos vienen de China’, le respondían. Y con ese ímpetu tan particular que tenía el Presidente Néstor, nos pusimos a trabajar en un sendero de industrialización de la moto y el motopartismo, que llegó a tener una producción de casi 300 mil unidades al año. En este reinicio que representa el gobierno de Alberto Fernández, nos encontramos con un mercado de motos mucho más chico, con unas 200 mil unidades. Es un mercado más desintegrado, sin incentivos para la producción local y con muchos menos trabajadores”.
* Honda, debilitada: “Vaya si esta terminal puede dar cuenta de ello, porque nos encontramos en una nueva etapa de industrialización con este nuevo Gobierno, y nos encontramos con una empresa Honda más debilitada de lo que la habíamos dejado. De hecho, perdimos una línea de producción automotriz en esta misma planta, que es prácticamente un tiro que afecta mucho los signos vitales de cualquier empresa. Por eso festejamos estar hoy aquí de vuelta, con la posibilidad de reiniciar todo ese proceso. Obviamente, confiamos en Saiji y en toda la capacidad gerencial de nuestros queridos compañeros de Honda. Recién me mencionaban que muchos trabajadores están viniendo desde Varela. Está el rescoldo, diría el poeta, que va a encender otra vez el fuego de la industrialización”.
* Recuperar a Honda: “Y por supuesto que el objetivo de política industrial del Gobierno nacional es recuperar a Honda como una terminal automotriz. Festejamos todo el fortalecimiento de esta Honda ganadora del mercado de las motos y del motopartismo también, porque es una de las fábricas de mayor integración nacional del mercado. El mercado interno no es un derecho de nadie. Es un privilegio para los que producen, invierten y generan empleo en nuestro país. Esa es una política industrial innegociable. Y la moto es un receptor de esa consigna productivista, industrialista y de desarrollo de nuestras mejores capacidades”.
* El sueño de “Honda, terminal automotriz”: “Encontramos una Honda más débil de la que dejamos. Perdimos centenares de empleos, Saiji, en esta planta. Queremos traerte el compromiso del Gobierno nacional, la articulación y la vinculación con todo el esquema productivo del Gobierno provincial para recuperar lo que perdimos y, sobre eso, seguir creciendo. Tenemos un sueño. Además de todo lo que estamos viviendo, con esta inversión de 5 millones de dólares, soñamos con una Honda terminal automotriz. Ese es el objetivo de nuestra política industrial. Queremos volver aquí para inaugurar una línea de producción de autos, esa que perdimos. Ese es un objetivo que nos moviliza, como nos moviliza esta etapa de la reconstrucción, de volver a poner de pie a la Argentina, que es la consigna de nuestro Gobierno. Uno de los objetivos de nuestra política industrial es volver a recuperar a Honda como una terminal automotriz. Ese es nuestro sueño y por eso queremos agradecer esta invitación. Los sueños se convierten en realidad cuando se comparten. Y este es el sueño que tenemos por delante, esa Honda terminal automotriz, que nos permita -junto con el sindicato y el Gobierno nacional- volver a recuperar lo que perdimos y seguir creciendo. Argentina hoy enfrenta dos grandes flagelos: la pobreza y la desocupación, que afectan hoy al país desde su estructura social. Esos dos flagelos tienen una resolución ineludible de recorrer el sendero de la defensa del trabajo argentino y la producción nacional”.
Más allá de los deseos del funcionario nacional, la decisión de Honda parece no tener vuelta atrás.
Por estos días, la empresa está rematando por internet todas las herramientas que se usaron en Campana en la cancelada línea de producción de autos (ver lotes y precios).
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VIDEO: Honda GLH150 - "Gaucha"
