Los jugadores del club Barcelona recibieron ayer sus nuevos autos oficiales para esta temporada del fútbol español: una flota de modelos Cupra, la división de autos deportivos de la marca catalana Seat.
Sin embargo, para la prensa local, la gran noticia fue un faltazo: "Messi, el gran ausente en la entrega de los nuevos Cupra a los jugadores del Barcelona", tituló el diario deportivo Marca. Claro, al ingresar a la nota, se descubría el verdadero motivo de esa ausencia: Lionel Messi está de vacaciones con su familia en la Argentina.
Todo el mundo sabe que la relación entre el goleador rosarino y el Barcelona no atraviesa su mejor momento. Con casi un año de anticipación, Autoblog reflejó -de pura casualidad- un primer conflicto en agosto de 2019: "Messi tiene que devolver el Audi RS6 Avant: se lo cambiarán por un Seat" (ver nota).
Eso ocurrió cuando el Grupo VW decidió que Audi dejara de ser la automotriz oficial del Barcelona y le cedió el lugar a Seat. Sonaba lógico: la marca española -que nació copiando modelos de Fiat, creció bajo la sombra de VW y ahora intenta imitar a Skoda- tiene su casa central en la capital de Cataluña.
La entrega de los autos oficiales se convirtió en un acto publicitario tradicional al comienzo de cada año. En esta ocasión, los jugadores pudieron elegir entre los modelos Cupra Formentor y Cupra León, en versiones nafteras e híbridas, con motores 2.0 turbo de entre 245 y 310 caballos de potencia.
Por contrato, los jugadores están obligados a conducir los vehículos del sponsor cada vez que asisten a los entrenamientos oficiales. Para el día a día, en cambio, tienen la libertad de manejar el auto que quieran.
Por supuesto, en los garages personales de los jugadores del Barcelona abundan las Ferrari, Bentley, Porsche y Maserati. Pero una cosa es usar un Audi RS6 Avant para ir a trabajar y otra muy distinta es hacerlo en un Seat tuneado por Cupra.
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El goleador rosarino está de vacaciones con su familia en la Argentina.