Desde el momento en que la vimos sospechamos que la Royal Enfield Interceptor 650 y Continental GT eran plataformas muy propensas a modificaciones. Si bien son productos muy bien logrados, las normas de emisiones por un lado y el lógico recorte de gastos para una moto de este segmento y precio por otro hacen que con no muchos cambios, se pueda lograr un producto de una calidad percibida mucho mejor, cambiando los componentes con los que más estamos en contacto. Un cambio de puños, re-tapizado de asiento, silenciadores, manubrio -si se desea cambiar la postura que se tiene sobre la moto- y algunas cosas más con las que estamos en contacto, sea a través de nuestras manos, oídos u ojos, pueden resultar en un cambio radical sobre como nos sentimos arriba de nuestra moto.
Ni bien nos sentamos sobre la moto sentimos que era una perfecta hoja en blanco, lista para pasar por el quirófano. Sabemos que los cambios que decidimos hacerle no fueron extremadamente radicales, pero es un buen punto de partida para disfrutar de todas las posibles variantes en las que nuestra Inter 650 podría transformarse. Mientras tanto vamos a seguir diagramando en nuestras cabezas los pasos a seguir.
Esto pasó hace ya tiempo y nuestras constantes stories de Instagram ya la spoilearon en su totalidad, pero de todas formas hicimos un pequeño video para compartir el proceso de personalización o accesorización que se realizó en el área de servicio de Royal Enfield Vicente López, donde le cambiamos los silenciadores, por unos de fabricación nacional, económicos pero con un sonido muy prolijo y que reducen el peso de la moto en aproximadamente 6 kg. También en materia de protección sumamos defensas de motor y un cubre-cárter, ambos accesorios originales, al igual que un pequeño parabrisas que resulta más un toque de estilo que un accesorio funcional. Todos estos cambios totalizaron más que la suma de sus partes y realmente cambiaron nuestra percepción sobre la moto.
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