Este 2020 en Motoblog tuvimos un cambio en nuestra flota. Mientras uno continuó teniendo moto de calle, el otro optó por embarcarse en el mundo de las motos de enduro y con ello algunas decisiones extra que tomar, puesto que estas motos no pueden circular por la calle.

Comprarse una moto de enduro, como la KTM EXC-F que tengo desde hace unas semanas en mi poder, implicaba una serie de medidas adicionales para poder disfrutarla, sobre todo viviendo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Quizás en otras partes del país sea mucho más fácil, y posible, salir andando en la moto desde la casa de cada uno, pero acá, para llegar hasta los lugares donde quiero usar la moto es un poco más difícil y hay que subirla a algún transporte, llámese trailer, furgón o pick-up.

Y aquí de nuevo, tanto un trailer convencional, como una pick-up o un furgón, tenían consecuencias inmediatas que cambiaban bastante los números. No solo por el desembolso adicional para adquirirlo, sino también porque eso implicaba un montón de gastos adicionales entre la cochera adicional, el mantenimiento, patente, seguro, etc. Y la verdad es que en principio no quería que esta incursión en este nuevo deporte sea algo tan complicado ni tan costoso. Puede que después con el tiempo decida hacerme de alguna camioneta o una van que hacen mucho más simple todo, pero en el inicio quería una solución práctica.

Y así empezó la búsqueda, mientras esperaba la llegada de la moto, de la mejor alternativa para llevar la moto a todos lados sin tener que tomar todas estas decisiones adicionales y sin embarcarme en una inversión que triplicara la que tenía en mente. Porque además de la moto, también tenía que ponerme a tiro con la indumentaria y las protecciones para andar lo más cómodo y seguro posible y nada de eso es gratis.

La solución ideal, el porta motos, en este país no existe, al menos hasta ahora -vamos a empezar a hacer un poco de lobby porque nos parece espectacular-. Con algo así, no tenía que hacerle muchas modificaciones al auto ni inventar cosas raras en la cochera, porque mientras no lo estás usando, lo dejás apoyado contra la pared que prácticamente no ocupa lugar o en el piso, abajo del auto.

Así fue como buscando, me encontré con una cuenta en Instagram que mostraba un trailer plegable, liviano, para una sola moto y que se fabrica en el Gran Buenos Aires. Justo lo que necesitaba para poder llevar la moto a todos lados, no tener que modificar mi vida entera y no estar dependiendo de amigos o terceros para poder salir a disfrutar de este deporte en dos ruedas.

Así fue como me puse en contacto con Elías, de Portonar, para preguntarle sobre el trailer con la intención de comprarme uno. Su respuesta fue inmediata, pero en su lugar me ofreció que me llevara una unidad unos días para poder probarlo y compartirlo con la comunidad de Motoblog y que después, si el producto me servía y me era práctico para guardarlo en mi cochera, evaluara la posible compra del mismo.

Pasaron unas semanas y, justo en los días de nuestro Road Trip #011 (ver), además de las BMW F850GS, estuvo la KTM EXC-F 250 a disposición para retirar, con lo que me pareció el momento oportuno para probar el trailer plegable, tanto para llevar una moto de 100 kilos, como es la mía, como una de más del doble como la BMW y ver el desempeño del pequeño semirremolque en ambos casos.

La KTM fue la primera en subirse al Portonar plegable y el proceso, para ser la primera vez, fue todo un éxito. El trailer se despliega de manera muy simple y con tres espigas que se insertan a lo largo del mismo queda totalmente firme para cargar cualquier moto. Además, adelante tiene un pie que se baja al momento de cargar/descargar la moto y que le da estabilidad para poder hacerlo incluso sin que el trailer esté enganchado al auto.

Una vez que la moto está cargada, una trampa agarra la rueda delantera y la moto queda perfectamente calzada para que el resto de la maniobra se pueda hacer sin que tenga que estar atada. Con mucha tranquilidad, seguridad y simpleza, uno puede agarrar la mordaza para la rueda trasera y engancharla a los tensores a rosca que van a cada lado y comenzar a apretar la misma hasta que la rueda delantera empiece a aplastarse un poquito. Listo, ya está la moto sujetada y lista para salir.

Como era la primera vez que iba a utilizar este trailer tomé algunas precauciones extras por mi cuenta, solo para evitar algún imprevisto producto de mi falta de experiencia. Por un lado até la moto con zunchos adelante, y por el otro aseguré un elástico con ganchos entre los dos tensores a rosca para evitar que se giraran durante el viaje y la mordaza se aflojara. Nunca está de más ser precavido, pero lo cierto es que tranquilamente podría haber prescindido de mis medidas extras, porque las motos llegaron a destino firmes, como rulo de estatua.

Más allá de lo que les pueda contar en esta nota, me parece que lo mejor va a ser que lo vean ustedes en la práctica, así que los voy a dejar con el video, pero por mi parte creo haber encontrado la herramienta más económica, práctica y versátil para poder ir con mi nueva compañera de emociones a todos lados y con total independencia.

Agrego información importante. Al momento de la prueba, el precio del trailer plegable de Portonar era de  $67.200 sin las ruedas y de $82.600 tal cual lo probamos nosotros.
Por otro lado, en los próximos días estará saliendo el comunicado de la ANSV con la nueva normativa y procedimiento para la certificación de los trailers para poder obtener la nueva patente para circular con los mismos, algo sobre lo que escribimos hace unos días (ver). Al momento de devolver el trailer, en Portonar ya estaban haciendo todas las modificaciones -muy pocas y muy simples- recomendadas para que sus trailers estén en condiciones de certificarse sin inconvenientes.

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Galería: Test Ride: Trailer plegable Portonar

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