El circuito es uno de los lugares donde mejor uno puede aprender a manejar la moto. En un entorno controlado, lleno de curvas, con la indumentaria indicada para estar protegido y donde uno puede revolear la moto para todos lados sin poner en riesgo a los demás. Está más que claro que no hay que tener la mejor superbike del mundo para ir a la pista y divertirse como chicos.
En el caso de las motos de baja cilindrada, lo mejor siempre va a ser girar en un circuito lo más trabado posible. Un kartódromo es ideal. Primero porque de lo contrario, las rectas se van a hacer eternas y aburridas, y segundo porque donde uno mejor aprende a llevar la moto es entrando y saliendo de las curvas, aprovechando y conociendo al máximo el grip de las cubiertas. Además de ser lo más divertido.
Para que vean que hasta los más experimentados la pueden pasar a lo grande en estas pequeñas monocilíndricas de un octavo de litro, los pilotos del Bristish Superbike -BSB- que corren con Suzuki, Bradley Ray, Richard Cooper, Billy McConnell, Gino Rea, Davey Todd y Tom Ward, fueron convocados por la marca para la primera carrera Suzuki All-Star 125, en la que compitieron usando idénticas GSX-S125 en el kartódromo de Bruntingthorpe, en Leicestershire, Inglaterra.
Una auténtica clase de manejo.