Una de las buenas noticias que tuvo el mercado de motos argentino en este 2018, sin dudas, fue la llegada Royal Enfield a sus filas. O bien el regreso de una marca con una historia enorme, que había quedado en una especie de limbo. Tenía un representante, pero no pasaba naranja.

Dede 2018, el importador y representante de Royal Enfield es una estructura más grande, que tiene varias marcas de motos y productos recreativos bajo el ala y, claramente, una política comercial mucho más agresiva que la que podía tener la marca antes de esta nueva vida.

De los dos que hacemos Motoblog, a mi me tocó cubrir la primera parte, quizás la más fácil. Camarita on-board, media ride, comer increíblemente bien en Capilla del Señor, en un lugar espectacular y con la benevolencia de las temperaturas de verano, quizás un poco más de calor que el necesario. Y después dejamos reposar el asunto Royal Enfield un poco, como para darle aire.

Ahora, el trabajo más arduo le tocó a la criatura, en un fin de semana bien fresquito, sin que nadie lo espere con un bocado al otro lado del camino. Nada. Todo solo, sin compañía. Por ese mismo motivo es que estoy escribiendo esta introducción, para darle una mano con la nota. Después algunas horas de editar video, la cabeza te queda medio rota, y las palabras no salen así nomás.

Pero en el video que Max les preparó, está todo dicho. Acá no hay debates, no hay dos motos, no hay opiniones encontradas. Pero es la opinión de alguien que ha tenido más de una moto que es o hubiera sido competencia directa de esa Royal Enfield Himalayan y con las cuales ha viajado varios kilómetros a distintos rincones de Argentina y países vecinos.

Por eso no agrego nada más sobre la moto. En esta nota lo único que importa es la opinión de quien hizo la prueba. Esto fue simplemente una presentación. Disfruten del video.

M.A.

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Pero antes de pasar al video, tomo la posta y vamos a repasar algunas características de la moto para aquellos que no pueden esperar a estar tranquilos para ver el Test Ride que filmé con la Himalayan.

Arrancando desde abajo nos encontramos con uno de los puntos quizás más llamativos de la moto, el diseño.  En estas últimas semanas hemos escuchado un sin numero de adjetivos que fueron utilizados para describir a esta moto: rara, simpática, fea; y la verdad es que la belleza está en el ojo del espectador. Si les tuviera que transmitir mi opinión tendría que sostener lo que ya he usado en las redes sociales y cito: "es tan fea, que es linda".

Una vez arriba de la moto, se siente accesible, sus casi 200kg en orden de marcha no intimidan y el manubrio ancho da una buena palanca para maniobrar ese peso. Es una moto que si bien tiene buen despeje al piso, el cuadro está bien calado y logra una altura del asiento de unos 800 mm que es muy razonable, contribuyendo a la fácil maniobrabilidad de la moto. Ya que estamos hablando del asiento, es de un material extremadamente cómodo, casi como una de esas almohadas inteligentes.

El cockpit es muy completo y está bien logrado, con un mix analógico-digital muy bueno. El tacómetro, velocímetro y medidor de combustible son analógicos y están auxiliados por un gran nivel de información digital, como odómetro total y 2 parciales (A y B), reloj de temperatura ambiente, indicador de marcha y otros datos útiles.

Los controles de guiños, luces y giros son de buena calidad, no sorprenden pero tampoco dejan nada que desear. Esta es un poco la temática de la moto.

Una vez en marcha sentimos esos 411cc a toda maquina, como una locomotora. El motor tiene un rango de revoluciones útil, típico de un monocilíndrico de la vieja escuela que abarca desde las 2000 rpm hasta las 6000 rpm y, si bien tiene torque a bajas vueltas, no le teme a llegar a la parte más alta del tacómetro. Aquellos con empatía mecánica no van a sufrir al acelerar la moto hacia el tope de las rpm. La moto empuja bien, pero sin dudas nos gustaría tener algo más al alcance de la mano derecha.

La caja de 5 velocidades nos hace pensar un poco por qué, si este es un desarrollo moderno, no incluye una 6ta marcha. La realidad es que el motor es muy eficiente, y sumado al tanque de 15 litros nos da una autonomía de entre 450 y 500km. Enorme.

La posición sentado es muy cómoda y natural, como ya mencione antes, el asiento contribuye enormemente al confort. Las suspensiones son muy correctas, blandas, pero se comportan bien. Cuando nos paramos sobre los pedalines nos sentimos como en nuestro segundo hogar, la moto parece que está hecha para esa posición. El manubrio cae perfectamente al alcance de las manos, el parabrisas no molesta, el cambio queda fácil de acceder y la verdad se puede recorrer en esta posición durante horas.

En ruta la moto viaja bien a 100 km/h, esa es su velocidad, también se puede estirar a 110 km/h y siempre queda resto para cualquier sobrepaso. La velocidad máxima -en caída libre- es de unos 180 km/h según nuestros cálculos físicos apróximados. Ahora, desplazándose horizontalmente en linea recta la cosa cambia y llega los 140 km/h, pero llega a ésta muy rápido, es una moto que acelera bien.

Los frenos se quedaron un tanto cortos, aunque por el momento le voy a dar el beneficio de la duda, si alguien tiene una Himalayan puede comentar que le parecen por que en esa aspecto han quedado flacos. La moto se detiene, pero requiere un esfuerzo un poco más grande de lo que debería, por suerte las Pirelli MT60 y el ABS ayudan a completar una frenada.

En ruta de tierra pude poner la moto a prueba y llevarla al limite de lo que es razonable hacer. Agarrar pozos, barro, huellas y piedras a más de 100 km/h nunca es una buena idea, pero que es divertido no se puede negar. La Himalayan se comporta bien, o de manera predecible, siempre y cuando se tenga un poco de cuidado y no se tomen muchas concesiones. En más de una oportunidad la moto se me desordenó y me tomó algunas eternas décimas de segundo volver a tomar el control de la situación y me hicieron recordar el sandwich de crudo y queso que había pegado hace un rato.

Esto no la hace una moto mala, usar una moto de 200kg como una MX a fondo por caminos que cambian a cada segundo va a hacer que casi cualquier moto muestre la hilacha. Es muy satisfactorio enfrentar un desafío y salir victorioso y esta moto pregona eso. No es una moto perfecta, pero es una moto que llama a la aventura, a recorrer, y quien pueda poner sus manos sobre ella de seguro que va a ser llevado a lugares que quizás no hubiese visitado. Y de eso se trata.

Viene equipada de serie con las cosas suficientes para ser una solución simple a un problema complejo, no hay que recorrer casas de repuestos buscando accesorios, o pasarse noches en foros buscando el mejor cosito para el viaje. Viene de fábrica con todo lo que vas a necesitar para esa aventura de fin de semana, o de un par de días.

M.F

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FICHA TÉCNICA

Modelo: Royal Enfield Himalayan
Precio: $186.600.-
Garantía: 2 años o 20.000 kilómetros
Comercializa: Grupo Simpa

MOTOR
Tipo: monocilíndrico, 4 tiempos, SOHC, inyección electrónica, refrigeración por aire.
Cilindrada: 411 cc
Potencia: 24,5 HP a 6.500 rpm
Torque: 32 Nm a 4.500 rpm

TRANSMISIÓN
Tipo: por cadena
Caja: cinco velocidades con embrague anti-rebote.

CHASIS
Suspensión delantera: Horquilla delantera telescópica de 41 mm y 200 mm de recorrido
Suspensión trasera: Amortiguador Monoshock con bieletas y 180 mm de recorrido
Frenos delanteros: Disco de freno de 300mm con caliper de dos pistones
Frenos traseros: Disco de freno de 240mm con caliper de un pistón
ABS: Si
Control de tracción: No
Neumáticos: Pirelli 90/90/21 adelante y 120/90/17 atrás.

PRESTACIONES
Velocidad máxima: 140 km/h
Aceleración 0-100: n/d

DIMENSIONES
Largo x ancho x alto: 2190 mm x 840 mm x 1360 mm
Distancia entre ejes: 1.465 mm
Despeje: 220 mm
Altura de asiento: 800 mm
Peso en seco: 182 kg
Tanque de combustible: 15 litros

Galería: Test Ride: Royal Enfield Himalayan

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