Las chances de que la moto para usar todos los días sea una superbike con 200 burros son pocas, pero no por eso podíamos dejar de usar la Aprilia RSV4 RR en el tránsito urbano -e interurbano-.
Conozco algunos casos, extremadamente pocos, de fanáticos que van y vienen al trabajo en una moto de estas características, pero ninguno de ellos trabaja dentro de la ciudad de Buenos Aires y, normalmente, sus trayectos son con tránsito fluido y algunos kilómetros de autopista como para despuntar el vicio.
Linda moto esta V4 de 1000 cc para trabajar de delivery en las sierras de Córdoba, en la zona de Tandil o en la Patagonia. Eso sí, las propinas deberían estar a la altura del servicio, porque cada service y cambios de cubiertas cada 5 o 6 mil kilómetros no son para cualquiera. No sé en que condiciones llegaría la comida, quizás un poco revuelta, pero la sonrisa del piloto iría de oreja a oreja.
Así anduvimos nosotros durante una semana, con una cara de feliz cumpleaños permanente. Pasamos un poco de calor cada vez que el tránsito se trababa entrando y saliendo de la ciudad. La moto es un verdadero horno portátil a bajas velocidades. Y al igual que el radiador hace con el motor, la transpiración ayuda a refrescar la cara cuando con un poco de velocidad el viento empieza a correr.
Una semana respondiendo preguntas por donde fuera que anduviéramos. Sea parados en el semáforo, entrando a un estacionamiento o cargando nafta. Se dan vuelta todos. Cuando llegas, mientras estás y cuando te vas. Claro, no es poca la monta.
V4, 1.000 cc, 201 caballos de potencia y 115 Nm de torque. Un Motoblog Cotidiano muy poco cotidiano, arriba de la Aprila RSV4 RR.
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