En marzo pasado publicamos en Autoblog la historia de una “Cápsula del Tiempo”: varias docenas de autos 0km de Sevel, que quedaron encerrados en un galpón desde los años ’90. Eran todas unidades cero kilómetro de Fiat, Peugeot y Alfa Romeo, las tres marcas que por aquellos años comercializaba la desaparecida automotriz de la familia Macri. La nota original se publicó acá.
Varios lectores quisieron saber más sobre el destino de los autos abandonados y desde Autoblog entrevistamos a los hermanos Axel y Alexis, dueños de la firma Kaskote Calcos, quienes compraron el lote completo de vehículos al dueño del galpón donde estuvieron guardados todos estos años.
Autoblog entrevistó a Alexis Monti, también conocido como "Kaskote Oficial" y el diálogo completo se reproduce a continuación.
-¿Cuál es la historia de los "Kaskote", a qué se dedican y desde cuándo?
-Arrancamos en 2008. Papá tenía una zapatería, le entraron a robar y perdimos todo. Empecé a trabajar en un lavadero de Banfield. Me encargaba de que los autos salieran prolijitos, bien terminados. Ahí arranqué haciendo ploteos y me abrí por mi cuenta. Hice ploteos en autos, celulares, motos, todo lo que se te ocurra. Trabajé en Estados Unidos, conocí a mucha gente.
-¿Cuándo y cómo se enteraron por primera vez de la existencia de estos autos 0km abandonados en un depósito?
-Una vez tuve un Fiat Duna bajito, con llantas de Alfa Romeo. Publiqué una historia en Instagram, diciendo: “¡Cómo me gustaría volver a tener un Duna!”. Y un chico me respondió: “Tengo un Duna 0km sin rodar, sin patentar. Es para vos”. Obviamente que me reí, pensé que era una broma. Pero como tengo 100 mil seguidores en Instagram, al poco tiempo me contactó el dueño del galpón donde estaba los autos y me ofreció comprarlos. Le compré toda la flota de autos.
-¿Por qué después de tantos años los autos se conservaron en tan buen estado?
-El lugar estuvo completamente cerrado, sin filtraciones de agua. Si hubiesen estado a la intemperie nunca hubieran aguantado en ese estado.
-¿Qué unidades compraron, a quién se los compraron y cuánto pagaron?
-Mi hermano y yo compramos todos los autos. Se los compramos al dueño del galpón. Había Fiat Uno SC, Uno 70S, Duna, Tipo, Tempra, Peugeot 405 SRi y Alfa Romeo 33. Los pagamos entre 200 mil y 250 mil pesos cada uno.
-Algunos de los autos tienen los emblemas de Ganza, el concesionario oficial Sevel de Avellaneda que cerró en los años '90. ¿Estos autos pertenecieron a Ganza?
-No, los autos eran del dueño del galpón. No conozco la historia de Ganza. Algunos autos tienen emblema de Ganza, pero nosotros se los compramos al dueño del depósito. Si en su momento fueron de Ganza y los vendieron no lo sé. Yo se los compré al dueño del galpón.
-¿Qué hicieron con los autos después de comprarlos?
-Los autos los lavamos y pusimos en condiciones. Varios autos se los vendimos a un coleccionista de acá de Argentina. Los otros se los vendimos a particulares. Tres autos ya fueron patentados y cuatro más ya tienen el trámite de patentamiento avanzado. Nosotros los vendimos sin patentar.
-¿Tuvieron que restaurar los autos antes de venderlos?
-Con la cuarentena, las cosas se complicaron para todo el mundo. Por suerte, en el taller pudimos seguir trabajando: los reacondicionamos, lustramos y los dejamos en excelente estado a todos los autos. Incluso los pusimos en marcha. Tuvimos que cambiar algunos neumáticos que estaban en mal estado. Después las mangueras y tapizados estaban todos perfectos. Incluso tenían la vaselina de fábrica protegiendo a algunas piezas, como recién salidos de fábrica.
-¿Ya vendieron todos los autos?
-La gran mayoría de los autos ya los vendimos. Los últimos que me quedan disponibles son un Fiat Tipo Rojo y un Fiat Uno blanco, con sólo 21 kilómetros. Estamos pidiendo 300 mil pesos por el Tipo y 400 mil por el Uno.
-¿Los autos tienen la documentación original? ¿Qué tipo de papeles recibe el comprador?
-Algunos vehículos tenía documentación, pero la gran mayoría no tenía ningún papel. Los vendimos aclarando esa condición. Son autos sólo para coleccionistas y tener en exhibición. A todos les dijimos la verdad, pero cada uno está encarando los trámites como puede. Algunos incluso lograron el patentamiento, pero de eso se encarga cada nuevo propietario.
-¿Qué opinan de la repercusión que tuvo la noticia? ¿Ustedes sienten que se contaron cosas que no son ciertas? ¿Qué otros detalles les gustaría contar de este hallazgo?
-La verdad es que se puso mucho el foco en la historia de Sevel y Ganza, que fue una historia fea. Nosotros no tuvimos nada que ver con eso, le compramos los autos al dueño del galpón. Nos gustaría destacar la historia que vivimos nosotros, que fue mucho más linda: una persona nos contactó para comprar un montón de autos cero kilómetro de los años ’90. Nosotros lo sentimos como encontrar un tesoro. Es algo que no ocurre todos los días. Esa es la historia linda que queremos destacar. Nos encontramos con verdaderas reliquias, muy apreciadas por varios coleccionistas. Lo cuento y aún hoy me parece increíble. Entrar a ese galpón, para fanáticos de los Fiat como nosotros, fue como entrar al Paraíso.
Entrevista de C.C.
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Tiene 34 kilómetros recorridos.