El taller se encuentra en la localidad bonaerense de Olivos, pero está ambientado como si fuera el viejo galpón de Carroll Shelby en Texas. Es el lugar donde nacen los AC Coxx, las mejores réplicas del Shelby Cobra que se fabrican en la Argentina y que -a fin de año- comenzarán a exportarse a Estados Unidos. Se trata de un emprendimiento de Ezequiel de Cristófaro, segunda generación de una familia dedicada a la restauración de autos clásicos.
A diferencia de otras réplicas muy conocidas del Cobra, que están inspiradas en el Shelby 427, el AC Coxx tomó como base el CSX 2260, que fue el modelo de competición más famoso de Shelby. El objetivo de De Cristófaro es que el propietario pueda disfrutar su auto tanto en la calle como en la pista, con las prestaciones de un verdadero deportivo purasangre.
Autoblog lo entrevistó para conocer más detalles sobre el AC Coxx. El diálogo completo se reproduce a continuación.
-¿Por qué el Cobra? ¿Cómo surgió la idea del AC Coxx?
-Porque, desde chico, siempre me gustaron los autos de carreras de esa época. El Cobra es muy rico en historia y es un ícono americano. Siempre me gustaron los autos americanos y elegí también el Cobra porque era una de las réplicas que se podían hacer respetando el motor original, con un Ford de época.
-¿Antes del AC Coxx qué hubo? ¿Cómo fue tu proceso de aprendizaje en la fabricación de autos artesanales?
-Pertenezco a la segunda generación de restauradores de autos clásicos. Mi padre, Carlos de Cristófaro, restauró una de las colecciones más importantes de la Argentina: fueron más de 100 autos. Había Jaguar, Aston Martin, BMW M1, Ferrari, Bugatti, Rolls-Royce y varios autos de fabricación nacional, con mucha historia. Crecí y me formé en ese mundo. Antes del AC Coxx fundé mi taller Speed Garage, con más de 20 años de experiencia en el rubro de la restauración de los autos clásicos. Hemos atendido varios Camaro, Mustang, Chevelle, Pontiac Firebird, Corvette, Belair y Ford A 30 Hotrod. Hicimos totalmente artesanal, desde el chasis, la famosa Ford A 8 Tiros, a pedido de la productora que filmo la película “8 Tiros”. Restauramos y fabricamos más de 30 autos en Speed Garage, antes de arrancar con el Proyecto Cobra AC Coxx.
-¿Sobre qué modelo específico del Cobra te inspiraste para el AC Coxx?
-El AC Coxx es la réplica de uno de los Cobra oficiales del equipo de Carrol Shelby: el CSX 2260 del año 1964, que competía en el Campeonato de la FIA Clase GT y en la USRRC (United States Road Racing Championship). También corrió en Daytona 1964 y una de las carreras más famosas del mundo, como fue la Targa Florio. El CSX 2260 fue uno de los Cobra de carreras más famoso de la historia. El auto, con el #14 en las puertas, fue manejado por Dave Mac Donald, Jo Schelesser, Phil Hill, Innes Irland y Maston Gregory.
-¿Qué mecánicas se le pueden instalar al AC Coxx?
-Nosotros tratamos de respetar siempre un motor Ford V8, para mantener el espíritu del auto. Con respecto a la potencia, hoy los estamos armando con Ford V8 302 (320 hp a 5.000 rpm), Ford V8 347 Strocker (420 hp a 6.500rpm) y Ford V8 427 (550 hp a 7.000 rpm).
-¿Cuál es el peso del auto y cuáles son sus prestaciones?
-El auto, en orden de marcha, pesa 1.037 kilos. Las prestaciones dependen mucho de la mecánica, pero con el motor de 420 hp ya es un auto impresionante. Tiene 542 Nm de torque. En 400 metros puede igualar o incluso superar a varios deportivos modernos. Con respecto al conjunto de transmisión, se arma todo acorde a los HP del motor. Viene con caja de cambios de cinco marchas Tremec TKO600 de competición, embrague Centerforce (especial para autos que no necesitan inercia en la punta del cigueñal, por su bajo peso), diferencial sistema 3 Link desarrollado por el ingeniero Guillermo Garófalo, frenos Wilwood de cuatro pistones delanteros y traseros, amortiguadores QA1 importados del tipo Coilover (doble cuerpo de aluminio regulable en 18 posiciones de compresión y expansión), chasis fabricado de tubo estructural reticulado y suspensión delantera con parrilla superior e inferior, fabricadas con tubo de sección tubular, sin costura. La jaula de seguridad se fabrica también de tubo estructural traficado en frío, sin costura, igual que la barra transversal antitorsión.
-¿Cuántos AC Coxx ya se fabricaron, cuánto tiempo lleva el proceso de producción y cuántas personas intervienen?
-El auto demandó tres años de proyecto de fabricación, porque se pensó para producir en serie y salir a competir al exterior. Estamos fabricando 10 autos en total y ahora los tiempos empiezan a ser cada vez menores, gracias a que ya contamos con los dispositivos para la fabricación seriada. Hoy, hacer un auto entero, nos lleva aproximadamente un año. En situaciones normales, con cuatro empleados, en seis meses se puede entregar. También se venden los kits, para que el cliente puede comprarlo y terminar de armarlo, con todo el apoyo técnico de Speed Garage. Y también podemos proveer todas las partes, a medida que van avanzando con su proyecto. Las personas que intervienen en el proceso de fabricación son aproximadamente unas ocho, entre tornero, matricero, fibrero, ingenieros mecánicos, diseñadores industriales y tapicero. En la construcción y armado general del auto somos dos: mi padre, Carlos De Cristófaro, y yo, Ezequiel De Cristófaro.
-¿En qué se diferencia el AC Coxx de otras recreaciones del Cobra que existen, incluyendo a otras artesanías fabricadas en Argentina?
-Básicamente, la diferencia que tienen los AC con los kit del resto del mundo es que nosotros desarrollamos un chasis de competición de estructura reticulada, muy seguro, con ensayos de torsión hechos por ingenieros y suspensión de competición desarrollada también por ingenieros. Es un auto que se adapta muy bien para el uso en calle y en pista. Con respecto a lo que hay en el mercado argentino, los AC Coxx son las únicas réplicas del modelo AC 289 de carreras y no del 427. Anda fuerte de verdad. Dobla y frena como un verdadero auto sport.
-¿También hay diferencia en el valor? ¿Cuál es el perfil del cliente del AC Coxx?
-Sí, la diferencia en el valor con los demás Cobra la marca el equipamiento y la mecánica. El perfil de cliente del AC Coxx es una persona exigente con la calidad de terminación y un apasionado, tanto de la historia como de los autos de carrera de época. Es alguien que busca la recreación de cada detalle del auto, para que corresponda a su época. Hay varios detalles muy estudiados en nuestros autos con respecto a los originales: parabrisas, faros, teclas, relojes, butacas, parrilla, llantas, cubiertas… Cada parte del auto son piezas originales de los Cobra y de los AC ingleses. Eso marca una diferencia muy significativa a la hora de ver el auto terminado. Son muchísimos detalles, que el cliente aprecia. Nosotros recreamos pasión. Recreamos historia. Eso es lo que nos impulsa cada día a seguir armando autos. Y es algo que se aprecia también en otros países: de los 10 que estamos fabricando, tres ya tienen como destino el mercado de Estados Unidos.
-¿Qué significa Carroll Shelby para vos?
-Fue mi mayor fuente de inspiración en este proyecto. Y no sólo por el auto. Fue un texano apasionado por los autos de carreras, con un taller de barrio, pero con sueños muy grandes, como correr en la USRRC y ganarle a los Corvette. Después de alcanzar ese objetivo surgió el proyecto de destronar a las Ferrari en Le Mans, junto a Ford. Eso me inspiró a hacer mis AC Coxx y ponerme metas bien claras. El primer objetivo fue hacer el proyecto completo del auto, que llevó tres años. La segunda meta fue salir a venderlo y que el público argentino aceptara el producto que yo ofrecía. Y el tercer objetivo es exportarlo a Estados Unidos. Ya cumplí las primeras dos etapas y espero que a fines de este año estemos cumpliendo la Etapa 3.
-¿Qué sigue después del AC Coxx?
-La idea es poder expandirnos en Estados Unidos, para encarar la venta a otro volumen. Si Argentina me lo permite, me gustaría agrandar mi Speed Garage para seguir fabricando lo que son chasis, carrocerías y suspensiones. La idea es vender los kit-cars a Estados Unidos, para armar el auto entero y exportarlos al mundo. Son grandes sueños, pero es la única manera de arrancar. Si uno no sueña, es imposible que las cosas se hagan realidad. Hablando metafóricamente, en mi sueño hoy son las 5:00 AM. Falta poco para que despertemos y nuestros sueños se terminen por hacer realidad.
-¿Y de dónde viene el nombre “Coxx”?
-En 1998, yo había empezado a fabricar elementos de competición en Argentina. Los exportaba a Estados Unidos y Europa. En uno de los viajes a USA, conocí a una persona que me dio muy buenos consejos. Realmente lo hacía de corazón, con muchas ganas de ayudar, para que mi negocio pudiera prosperar. El apellido de esa persona, a quien siempre le voy a estar agradecido, era Coxx.
Entrevista de Carlos Cristófalo
***