-Hola, ¡llegué!
-Hola, ¿cómo te fue en el súper?
-Bien, conseguí todo.
-¿Trajiste papel higiénico?
-Sí, aunque yo prefiero el bidet.
-¿Conseguiste lavandina?
-También, pero esta vez evitemos mezclarla con el detergente.
-¿Y compraste algo dulce, para cuando estemos viendo una peli?
-No, pero conseguí fotos del nuevo Peugeot 208.
-¿De qué me estás hablando? ¿Te olvidaste de las Tita y Rhodesia? ¿O hay desabastecimiento?
-No, no había. No, mentira: capaz que había. Sí, me olvidé. Pero las fotos se las voy a pasar a la gente del blogcito de autos.
-No cambiás más.
-No te enojes.
-¡Siempre igual!
-Mirá: te hago un cafecito y te regalo mis Cachafaz.
-¿En serio?
-Sí, los estaba guardando. Para un caso de emergencia.
-¿Por qué siempre terminás zafando de todo?
-Vos mirá Netflix, que yo me quedo al lado tuyo: leyendo el blogcito.
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