Si las automotrices pensaban que la única mala noticia de la nueva Ley de Emergencia Solidaria era el fuerte aumento de los impuestos internos (ver nota), es porque todavía no habían visto la letra chica de la normativa. Entre otras atribuciones, la Ley le otorga al Banco Central el poder de intervenir sobre los aumentos de las cuotas de los créditos UVA y también sobre los planes de ahorro.

Esta era una facultad que hasta ahora sólo tenía la Inspección General de Justicia (IGJ) y que, con la nueva Ley, el Gobierno delegó en el BCRA.

Al ritmo de la inflación, la devaluación y los aumentos de los precios, los planes de ahorro para comprar autos 0km se convirtieron en los dos últimos años en una verdadera trampa para los consumidores incautos: mientras las operaciones en efectivo contaban con grandes descuentos y promociones, las cuotas quedaron atadas a los precios de lista de las marcas, que tienen fuertes aumentos todos los meses.

Para muchos ahorristas, las cuotas se volvieron impagables. Aumentó la morosidad en el sistema. Y llovieron los reclamos judiciales, con medidas de amparo otorgadas en varias provincias.

Aún no se sabe qué uso le dará el Banco Central a esta atribución del Congreso. Pero todo indica que será un nuevo golpe para un sistema de financiación que, con la venia de varias automotrices (ver gráfico abajo), en los últimos años se ganó fama de abusivo y usurero. Por este motivo, Autoblog no recomienda la compra de autos por planes de ahorro.

C.C.

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Nota del diario Ámbito Financiero Por la Ley de Emergencia, podrían congelar cuotas de planes de ahorro para autos

Por Horacio Alonso

Como una “caja de Pandora”, aparecen más sorpresas en la megaley de Emergencia aprobada en el Congreso y uno de los artículos sacude al sector automotor. Es el número 56, que señala que el Banco Central “realizará una evaluación sobre el desempeño y las consecuencias del sistema de préstamos UVA para la adquisición de viviendas y los sistemas de planes de ahorro previo para la adquisición de vehículos automotor sus consecuencias sociales y económicas y estudiará, mecanismo para mitigar sus efectos negativos atendiendo al criterio del esfuerzo compartida entre el acreedor y deudor.”

Con este marco legal se podrían habilitar topes o congelamientos de las cuotas de los planes, algo que llevaría a la quiebra del sistema. Este es un tema que ya causaba preocupación en el sector. Ante la suba de precios de los 0km y la caída de la demanda este segmento es el más golpeado del negocio automotor, con una baja de 50% de las operaciones respecto al año pasado que, de por sí, ya venía en retroceso, las automotrices venían advirtiendo por la ola de medidas cautelares que estaban dictando jueces de todo el país para frenar la suba de las cuotas.

Se calcula que hay alrededor de 20 y, en muchos casos, se está generando un negocio paralelo para ciertos estudios de abogados. Hay que recordar que este sistema funciona por el pago de una parte del valor del autos –dividido en 84 meses - y que se va a ajustando a medida que aumenta el precio del modelo. En los últimos dos años, los 0km aumentaron alrededor de 180%. Ese incremento se trasladó directamente a las cuotas de los planes.

Ante las quejas de los suscriptores, algunos jueces decidieron intervenir ordenando retrotraer los valores, en algunos casos, a mediados del 2018. Al no poder aumentar las cuotas con valores de los autos en alza por la devaluación, pone al sistema en situación de quebranto.

Pero el problema se agravó para las empresas por la sanción de esta megaley que en su texto original no contemplaba a los planes de ahorro pero, ante un pedido del diputado José Luis Ramón, de Unidad y Equidad Federal, se incorporó a último momento. Un dato a tener en cuenta es que en el artículo 56, cuando habla de “acreedores y deudores” se refiere a los mismos suscriptores que juegan el doble papel. Si uno no paga es “deudor” y otro suscriptor es “acreedor” porque entre todos ahorran para comprar un 0km. Las empresas juegan el papel de administradoras.

El tema de los planes de ahorro no es menor ya que alrededor del 30% de las ventas se realizan por este sistema de financiación que, además, es la única forma de acceder a un 0km que tienen los sectores de menores recursos económicos. Las divisiones financieras de algunas automotrices no logran recaudar ni la mitad de los fondos de los grupos de cada plan por lo que no cubren el costo de la unidad. Es por eso que algunas empresas suspendieron en los últimos meses las licitaciones (una de las formas de entregar los vehículos). Tampoco la gente que sale sorteada (el otro mecanismo de adjudicación) se lleva la unidad, por lo que la automotriz no recibe el flujo de dinero que se paga cuando el suscriptor retira el vehículo.

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Por los fuertes aumentos en las cuotas, los planes de ahorro vienen perdiendo terreno en el mercado automotor argentino desde hace dos años.

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