Los fabricantes de autos agrupados en Adefa le presentarán mañana martes al flamante presidente argentino, Alberto Fernández, una serie de medidas de ayuda para el sector, incluyendo el regreso del Plan Canje (leer más).
Sin embargo, los concesionarios de autos agrupados en Acara se adelantaron el viernes pasado y fueron aún más allá: pidieron que el nuevo Jefe de Estado declare la “emergencia económica” automotriz por un año.
En una carta abierta difundida a la prensa, los agencieros le detallaron a Fernández su enojo con el ex presidente Mauricio Macri. Dijeron que esperaban una mayor ayuda del mandatario saliente, “dada su amplia experiencia en este sector” automotor. Sin embargo, según la misma carta, cuestionaron su falta de “empatía” y dijeron que se sintieron “desatendidos”.
En el texto, los dueños de concesionarios explican que las ventas de autos cayeron 50% y que no ayudaron los planes de incentivos del Gobierno anterior. De manera directa, amenazaron a Fernández con despedir empleados.
La carta cierra con un pedido para declarar “la emergencia económico-financiera del sector (automotor) por el término de 365 días”, aunque no brindaron mayores detalles sobre los alcances de esta declaración.
No queda claro qué es lo que los agencieros esperaban de Macri. Ni qué es lo que le piden a Fernández. El texto de la carta, en algunos párrafos, resulta tan críptico como las cláusulas de venta de un auto por plan de ahorro.
El texto lleva la firma del empresario Ricardo Salomé, presidente de Acara y del Grupo Galia, un conglomerado integrado por los siguientes concesionarios: Auto Haus (Volkswagen), Galia S.A. (Peugeot), Globalcar (Chery), Motorplat (Renault) e Italcar (ex Fiat, ahora reconvertida en agencia de usados).
La carta completa se puede leer acá abajo.
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