Lucrecia Estévez está a punto de cumplir 25 años, pero ya es una veterana del mundo del mantenimiento automotor. A los 20 años fundó CarDetailing21, una empresa especializada en tratamientos de belleza para autos premium y de colección.

Por sus manos pasaron ejemplares de Ferrari, Porsche, Mercedes-Benz y varios muscle-cars. En el siguiente diálogo con Autoblog contó de qué se trata del servicio de “detailing” y algunas anécdotas con los autos que atendió.

-¿Cómo nació CarDetailing21?
-La idea surgió en 2015, en parte gracias a mi primer novio y mi papá, ambos muy fierreros. Me encontraba en un momento de mi vida que no sabía qué hacer. Probé dos carreras, pero sentía que no era lo mío. Siempre fui de esas personas luchadoras, que buscaban dónde insertarse y apareció el curso de detailing. ¡Me metí de lleno! Esa misma semana empecé a trabajar y no paré más.

-¿En qué se diferencia el “detailing” del trabajo que hace un lavadero convencional?
-El car detailing tiene un abismo de diferencia con un lavadero convencional. En el detailing, la prioridad es el detalle y excelencia con la cual trabajás el auto de tu cliente. Es mirar hasta el último detalle y no dañar la pintura. Se utilizan productos como una microfibra de lavado, otra microfibra de secado, shampoo con PH neutro y muchas cosas más. Y ni hablar de si te piden un tratamiento para el auto con corrección de pintura: queda 0km y con una protección de 12 meses o más. No vas a poder creer cómo brilla.

-¿Con qué herramientas trabajás y cuáles son los productos que te ayudan en el proceso?
-Trabajo con la pulidora, mi fiel compañera. En mi caso, elijo Rupes: de lo mejor que hay en el mercado. Para el interior tengo una aspiradora con inyección y extracción de agua, para dejar los tapizados limpios y desinfectados. Uso una hidrolavadora Lusqtoff, que es un caño. Y los productos son todos alemanes, de la mano de Kochchemie y P&S. Son lo mejor para brindar excelencia.

-¿Cuánto demora el trabajo promedio y cuánto cuesta?
-Depende lo que pida el cliente. Un interior completo demora entre tres y cuatro horas. Un motor, dos horas. Un lavado al detalle, entre dos y tres horas. Y cuando se realiza un tratamiento al auto con corrección, son 10 horas como mínimo. Aunque todo depende de cómo esté su auto y del tamaño: no es lo mismo una Ram que un Mini. Muchas veces cuento con la ayuda de un colaborador, para optimizar los tiempos. Por eso mismo, el valor también es muy relativo. Varía mucho según el tamaño y trabajo a realizar. Un interior completo vale 2.800 pesos en un auto estándar. Y un descontaminado con corrección de rayas superficiales, más lavado y tratamiento cerámico puede costar 15 mil pesos. ¡Prometo que queda como salido de fábrica! También hay tratamientos de abrillantado, que sirven para revivir lo opaco de la pintura y una ligera corrección terminando con una cera, que ya tienen precios más accesibles para cualquier persona.

-¿Podés mencionar los mejores autos con los que trabajaste y qué tratamiento le hiciste a cada uno?
-¡Claro que sí! Chevrolet Corvette Stingray, color amarillo. En ese auto fue increíble el cambio. Estaba totalmente opaco y quedó brillando. El interior fue detallado por completo, las llantas también. A una Ferrari 328 GTS se le realizó un descontaminado, corrección de rayas superficiales full y un tratamiento cerámico. La Toyota Hilux del piloto Matías Rossi: fue una experiencia única, que alguien como él confíe en CarDetailing21. Se le realizó todo full y con tratamiento cerámico. Chevrolet Camaro, recién salido de la agencia: se le realizó un lavado al detalle, descontaminado y tratamiento cerámico para su protección (muy recomendado para cuidar la pintura desde el primer día). Ferrari California: se le realizó un tratamiento también completo, por fuera y por dentro. También trabajé sobre autos y camionetas como Audi, BMW, Mercedez-Benz, Porsche, Austin Mini, Cobra y Volvo.

-En tus redes sociales tenés muchas fotos con los autos que trabajaste, ¿además te los prestan?
-Aprovecho la oportunidad y aclaro sobre esas fotos con los autos. Me quisieron prestar un par para dar una vuelta o ir a Panamericana, pero no acepté. Es mucha responsabilidad manejar un auto que no es tuyo. Estamos hablando de autos que valen fortuna. ¡No me alcanzaría una vida para pagar un arreglo, jaja!

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