Hace dos años, una familia argentina se propuso el desafío de viajar en auto desde Buenos Aires hasta Alaska. Adaptaron un Ford Sierra para la travesía bautizada "Vamos por Buen Camino - Integración Americana", lo llenaron con banderas de todo el continente, alguna imagen del Ché Guevara y se largaron a la ruta.
Pero, a raíz de una traba burocrática, el recorrido no se pudo completar. Al llegar a la frontera con Canadá, el gobierno de ese país les negó la visa para ingresar a su territorio. No la habían tramitado con la suficiente anticipación y no cumplían con las condiciones exigidas por esa nación.
El Sierra fue abandonado en el aeropuerto norteamericano de Denver, la familia argentina voló fuera de Estados Unidos y, al poco tiempo, el auto fue confiscado por las autoridades locales.
El Sierra tuvo una segunda oportunidad. No fue compactado ni desechado. Fue subastado y, por 500 dólares, fue comprado vía internet por Jim Magill, un aventurero irlandés.
Magill es un viajero experimentado, que ha recorrido Europa y buena parte de África con un humilde Fiat Panda.
Según le contó a Autoblog, Magill se propuso reunirse pronto con el Sierra y continuar la travesía iniciada por la familia argentina. Con sus papeles en regla, su objetivo es llegar a Alaska en marzo de 2020. El Sierra argentino todavía sigue en carrera.
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Pero no pudo ingresar a Canadá, por problemas con la visa de sus pasajeros.