Desde el fin de semana pasado, se exhibe en el Museo Fangio el Peugeot 505 que fuera del cirujano René Favaloro. El último auto que tuvo en vida el famoso médico se encuentra ahora expuesto en Balcarce, junto a otros vehículos emblemáticos de la historia argentina.
El 505 de color azul fue donado a la Fundación Fangio por la familia de Favaloro. El auto fue presentado con una bandera argentina, que lo cubría por completo, y fue descubierto por los descendientes del médico.
La donación se realizó gracias a una iniciativa del humorista Luis Landriscina, amigo en común de Fangio y Favaloro, fallecido en julio de 2000.
La historia de este auto es bastante curiosa. Favaloro se movía por la Argentina en una Renault 12 Break, un auto confiable y humilde. Más tarde, desechó la posibilidad de pasarse a un Mercedes-Benz.
Eso ocurrió en 1980, cuando el equipo de Favaloro operó del corazón a Juan Manuel Fangio. El quíntuple campeón de Fórmula 1 era, por aquél entonces, el presidente honorario de Mercedes-Benz Argentina.
Como gesto de agradecimiento, Fangio le regaló a Favaloro un sedán Mercedes 300. Sabía que el médico se lo iba a rechazar, así que lo envió directamente a los garages subterráneos de los consultorios. Cuando Favaloro se enteró, ni siquiera quiso bajar a ver el auto: “Que se lo lleven. No voy a andar en un Mercedes mientras haya un chico sin mamadera en la Argentina”.
Tiempo después, Favaloro cambió la R12 Break por un viejo Dodge Polara. Fue un mal negocio. Ese auto había tenido un flojo mantenimiento y lo dejaba a pata, a cada rato.
En ese entonces, el cirujano cardiovascular operó a Domingo Cafiero (hermano del político Antonio y dueño de la Ferretería Francesa). Como agradecimiento, Cafiero le regaló un Peugeot 505 azul, con techo corredizo.
El médico esta vez sí aceptó el obsequio. El Peugeot y el Polara averiado fueron dos de los pocos bienes que René Favaloro dejó en herencia a su familia, cuando decidió quitarse la vida en julio del año 2000.
Vivía abrumado por las deudas que acumulaba la Fundación Favaloro, que salvó la vida de miles de personas, de manera gratuita. Cansado de pedir ayuda -sin respuesta- del Estado nacional, el Doctor René se mató de un tiro en el corazón.
***