No es la más linda ni la más veloz ni la más prestigiosa de la historia de Maranello, pero nadie duda sobre esto: el modelo de Ferrari más conocido por el público masivo de la Argentina es la Testarossa. El deportivo italiano con 12 cilindros Bóxer, 390 caballos de potencia y 290 km/h de velocidad máxima quedó grabado para siempre en la memoria de los argentinos por una serie de eventos populares.
Si alguien te muestra una foto de una Testarossa negra, lo primero que vas a pensar es en el auto de Diego Maradona, que se encuentra en España desde hace años (leer nota).
Si hablamos de una Testarossa roja, muchos pensarán en la famosa Feyari de Carlos Menem, por más que –en realidad- era una 348tb (leer nota).
Pero, si nos referimos a una Testarossa blanca, lo primero que se te va a venir a la mente es la imagen de Don “Sonny Crokett” Johnson, sus sacos con hombreras y el infaltable deportivo Bianco (aunque al comienzo de esa historia su auto era la réplica de una 365 Daytona Spyder, leer nota).
Esta es la historia de la famosa Testarossa blanca de Pilar, cuyo dueño se cansó de que lo detuvieran en la calle para preguntarle si ese era “la Ferrari de División Miami”, la famosa serie policial de los años ’80.
Cansado de tantas incomodidades, el propietario envió su auto italiano a un taller de chapa y pintura. La decisión ya está tomada: su Testarossa pasará a ser roja. Que se prepare de ahí en más, para el comentario inevitable: “¿Esa es la del Carlo’? ¡Que vuelva el Carlo’!”
Fotos: NachoC
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