El último sueño de Sergio Marchionne, el CEO de FCA y Ferrari fallecido en julio pasado, fue aumentar la rentabilidad de la marca de Maranello, pero sin sacrificar la exclusividad de sus modelos. Marchionne entendió que el camino para lograrlo era uno sólo: fabricar modelos más exóticos y costosos, sobre la base de series limitadas de pocos ejemplares, muchos de ellos construidos a la medida de los clientes.
El último proyecto de este tipo que recibió la bendición de Marchionne fue la Ferrari Monza, que no es un solo modelo: son dos. La Monza SP1 es una barchetta monoplaza (deportivo de un solo asiento, sin parabrisas ni techo), mientras que la Monza SP2 es una barchetta biplaza.
Los dos modelos fueron desarrollados sobre la base de la 812 Superfast, que ya se vende en la Argentina (ver equipamiento y precio). Llevan el motor V12 6.5 central-delantero, con 790 caballos de potencia y tracción trasera.
La diferencia es que las Monza SP1/SP2 tienen un chasis con mayor cantidad de piezas en aluminio y carrocería en fibra de carbono. No se brindaron datos técnicos, pero se sabe que el peso de estos vehículos rondará los 1.200 kilos. Serán autos ideales para disfrutar en track days (siempre y cuando no llueva).
Ya habrás notado que las fotos de la presentación son de muy mala calidad. La develación de las nuevas Monza SP1/SP2 se realizó anoche en el Museo Ferrari de Maranello. Fue un evento exclusivo para los clientes selectos de la marca, que fueron invitados a comprar alguna de las 200 unidades que se fabricarán en total de las dos versiones. El precio rondará los dos millones de dólares.
Los clientes de Ferrari son acaudalados y fanáticos de los autos. Pero son pésimos fotógrafos: las imágenes que se publican acá son las que ellos mismos subieron ayer a sus redes sociales. La próxima vez acrediten a los paparazzi de Autoblog: la rompen hasta con un Nokia 1100.
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Las imágenes no son de buena calidad: son las que subieron los invitados a sus propias redes sociales.
El estrecho cockpit de la Monza SP1.